El alcalde de Sevilla vuelve a reprocharle al ministro de Fomento la falta de inversiones en la ciudad

Nuevo cruce de acusaciones entre políticos en las redes sociales. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha vuelto a reprochar al ministro de Fomento, Óscar Puente, la falta de inversiones para las infraestructuras que llevan años pendientes en la capital andaluza. El regidor hispalense ha expresado estas quejas después de que Puente criticara a "la derecha sevillana" por querer obstaculizar judicialmente el desarrollo de la SE-40, al llevar la adjudicación de la redacción para el proyecto del puente sobre el Guadalquivir, a su paso por Coria del Río, a los tribunales.

Sanz se ha hecho eco este sábado de una publicación del titular de Fomento en la red social X. En ella, Puente se refiere al rechazo del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales -dependiente del Ministerio de Hacienda- a las medidas cautelares demandadas por las patronales de ingeniería. Con esta solicitud, dicho colectivo pretende anular la adjudicación para redactar el proyecto del puente de la SE-40, que une los términos municipales de Coria del Río y Dos Hermanas, a la empresa pública Ineco.

"Paradójicamente una pésima noticia para la derecha sevillana, que, por un lado, nos pide que corramos con la SE-40 y, por otro lado, torpedea los procedimientos", manifiesta el ministro socialista en su perfil de X.

Tales palabras han sido contestadas por Sanz, quien recuerda los incumplimientos que "Sevilla ha tenido que soportar". Entre ellos, cita "un castigo en inversiones desde la Expo'92, un agravio al elegir el Gobierno el puente en lugar del túnel y un retraso en infraestructuras que perjudica nuestro desarrollo".

A todo ello, el regidor suma que "el señor ministro ni siquiera contesta las cartas del alcalde de todos los sevillanos para abordar estos asuntos". "Éste no es el trato que se merece una de las principales ciudades de España", concluye la publicación.

En la referida misiva, se hace referencia a todas esas infraestructuras pendientes, entre las que se encuentra la tan anlehada conexión ferroviaria entre el aeropuerto y la estación de trenes Santa Justa, un servicio al que ya obliga la propia Unión Europea.