El alcalde dice que dejará las arcas "infinitamente" mejor que en 1999

El alcalde Monteseirín miró hacia atrás con orgullo y prometió ante el Pleno extraordinario que aprobó sus últimas ordenanzas fiscales que dejará el Ayuntamiento en mayo de 2011 con unas arcas municipales "infinitamente mejor" de las que se encontró en 1999, cuando aseguró que se encontró "bonos samurai sin seguro de cambio, graves olvidos en dotación de presupuesto para electricidad y otras muchísimas carencias, con bloqueo de la capacidad de endeudamiento, unas arcas absolutamente colapsadas y con barrios sin atender, una ciudad sin Metro y sin tantas cosas que hoy día sí hay".

Monteseirín defendió las nuevas ordenanzas que ha elaborado el equipo de la delegada Nieves Hernández haciendo suyos los principales argumentos políticos de los actuales rectores de la Hacienda local: los impuestos se han congelado en su mayoría. Eso dice el alcalde. "Por segundo año consecutivo se ha renunciado a subir los tributos municipales". En su opinión, expuesta ante el Pleno extraordinario que ayer aprobó las ordenanzas fiscales para 2011, aseguró que el gobierno municipal está "apostando claramente por modernizar la gestión del servicio público de recaudación, más que con la mera subida de tipos y tarifas". Ocurre que, como informó este periódico, el Ayuntamiento ha agotado prácticamente el margen de subida de los cinco principales impuestos municipales: IBI, IAE, Plusvalía, ICIO y el sello del coche. No es que hayan sido congelados, sino que no era posible aprobar más aumentos.

Todas las enmiendas presentadas por el grupo popular a las nuevas ordenanzas fueron rechazadas. Monteseirín se refirió a la labor de los concejales del PP: "La oposición se ha puesto una vez más en evidencia delante de la ciudadanía por su incapacidad de hacer propuestas propias de un grupo político con una importantísima representación en este Pleno. El PP presenta una serie de recortes de propuestas de otros, en vez de plantear cosas desde el punto de vista del interés general, pues lo único que hacen es ser mensajeros de unos intereses muy particulares y concretos".

El alcalde contestó a quienes sostienen que la presión fiscal en Sevilla es demasiado elevada, sobre todo si se tiene en cuenta la actual coyuntura de crisis económica y financiera: "Sevilla no es de ningún modo una ciudad con una elevada presión fiscal. Está en la media de grandes ciudades españolas. La oposición tiene que dejar de engañar a la ciudadanía, no hacer declaraciones basadas en falacias, no hacer un llamamiento a una cierta rebelión fiscal diciendo algo así como que cuanto menos impuestos haya mejor".