De un albañil a un notario

Un libro recoge los pormenores y protagonistas del primer Parlamento andaluz, el surgido de las elecciones de mayo de 1982 y la sesión constituyente del 21 de junio

Antonio Ojeda presidió la Cámara en 1982. Fuensanta Coves, en 2010. Con ellos, Antonio Pulido, presidente de Cajasol, y Salvador Pérez Bueno.
Antonio Ojeda presidió la Cámara en 1982. Fuensanta Coves, en 2010. Con ellos, Antonio Pulido, presidente de Cajasol, y Salvador Pérez Bueno.
Francisco Correal

20 de febrero 2010 - 05:03

Las primeras palabras de la sesión plenaria del 21 de junio de 1982 en el Real Alcázar las pronunció un albañil. Se llamaba Manuel Bustos Lozano y había sido alcalde comunista de Mairena del Alcor. Era el más veterano de una jovencísima cámara autonómica. Los dos secretarios que le acompañaban en la mesa de edad, Antonio del Valle (PSOE) y Antonio Romero (PCA), tenían 26 años.

Era lunes y la víspera España le ganó a Yugoslavia en el Mundial de Naranjito. Un 82 trepidante. El 23 de mayo Rafael Escuredo es el primer socialista que gana unas elecciones desde la República. El 21 de junio se constituye el Parlamento andaluz. El 28 de octubre, Felipe González gana las generales. El 8 de diciembre muere Plácido Fernández-Viagas.

Nacía un Parlamento sin edificio, sin precedentes, sin letrados. Pero con dos notarios: Antonio Ojeda Escobar en la presidencia; Luis Marín Sicilia, en una de las dos vicepresidencias. Muchos de los protagonistas se dieron cita ayer en una de sus sedes, la Caja de Ahorros de San Fernando (antigua Audiencia, hoy Cajasol) para asistir a la presentación del libro 1982 Andalucía consigue su Parlamento. En esta sede se celebraron medio centenar de sesiones entre las que figuran la renuncia de Escuredo o el debate sobre la reforma agraria (las cosas del campo a dos pasos del Círculo de Labradores de la calle Sierpes).

Estaban cuatro de los siete presidentes del Parlamento. En la mesa presidencial, Antonio Ojeda, el primero, y Fuensanta Coves, la penúltima. Entre el público, Diego Valderas y Javier Torres Vela. El libro recoge testimonios de protagonistas de aquellas sesiones, constitucionalistas y periodistas.

Las fotografías son de Miguel Ángel León y Pablo Juliá. Un aporte gráfico de un indudable valor documental. En dos imágenes hay sendos fotógrafos atrapados en la fotografía, como Juliá en la foto de la tortilla. Una de ellas está hecha en el aeropuerto. Manuel Clavero regresa de presentar en Madrid su dimisión como ministro en vísperas del 28-F. Está rodeado de periodistas (Pepe Fernández, Paco Rosell, Nicolás Salas) y la mirada inocente, cámara en ristre, de un muy joven Ricardo Carmona, fotógrafo de El Correo de Andalucía. En la otra fotografía, Escuredo toma posesión de su cargo sobre un ejemplar de la Constitución y ante un crucifijo, entre media docena de militares de uniforme y dos barbas: las de Javier Aristu, entonces perteneciente al Partido Comunista, y del fotógrafo Rafael Debén.

En el ágape posterior, José Rodríguez de la Borbolla, el único ex presidente que acudió, le preguntó a una camarera por la procedencia del catering. Es de una empresa de Carmona, patria del Estatuto andaluz. La dirige Gregorio Cabeza, hijo del secretario de Viviendas y Refugios y hermano de José María Cabeza, que fue conservador del Alcázar. El noble edificio en el que se escribió la primera página del parlamentarismo andaluz. Con Rafael Manzano de arquitecto conservador.

En la mesa presidencial estuvieron Antonio Pulido, presidente de Cajasol, y el ex portavoz andalucista Salvador Pérez Bueno. Rafael Rodríguez, coordinador editorial del trabajo, moderó el acto. La coordinación periodística corrió a cargo de Jorge Molina, de prensa del Parlamento. El 28 de agosto de 1982 cumplió 18 años, con lo que pudo votar en las generales, pero no en aquellas autonómicas. Como en la sesión del 82, entre el público de ayer estaba María de los Ángeles Infante, hija del notario Blas Infante.

El día que se inauguraba El joven Murillo se reunían el joven Caballos -único superviviente con Paulino Plata y Manuel Gracia de aquellos 109 del 82, 103 hombres y seis hembras-, el joven Borbolla y Antígona en persona, Amparo Rubiales, primera mujer en ocupar una cartera autonómica.

28 años después, como si nada, España vuelve a jugar con Honduras en un Mundial de fútbol. En busca del tiempo empatado.

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