Alarma en un colegio de Sevilla por el riesgo de desprendimiento de los techos

Las imágenes hablan por sí solas. La humedad se ha adueñado de buena parte del CEIP Tierno Galván, un colegio público situado en la barriada sevillana de Torreblanca. Las peticiones de intervención del equipo directivo y las familias han caído en saco roto. El Ayuntamiento apenas ha movido ficha para solucionar un problema que está poniendo en riesgo la integridad física de la comunidad educativa, debido al mal estado que presentan los techos. La situación ha llegado hasta la Delegación territorial de Educación. Las lluvias de los últimos meses lo han empeorado todo, hasta el punto de que en el cuarto del cuadro eléctrico cae un cañón de agua. Una preocupación que no es nueva, pues ya se vivió en 2016.

Las primeras humedades surgieron en abril de 2024, tras la borrasca de la Semana Santa. Fue cuando, por parte del equipo directivo, se puso en conocimiento al Ayuntamiento de Sevilla del problema que empezaba a originarse en los techos del Tierno Galván. La zona afectada es la de Educación Infantil, en concreto, donde se encuentran los alumnos de menor edad, los de tres años. Cada aula de esta etapa tiene a unos 15 o 20 niños escolarizados, según precisan fuentes de la asociación de madres y padres (AMPA).

Las humedades comenzaron a concentrarse en el pasillo de estas dependencias, pero después se fueron extendiendo a despachos, al cuarto donde se encuentra el cuadro eléctrico y, por último, a las aulas. Lo que empezó siendo un pequeño lunar se ha convertido en una mancha continua con las lluvias que se han sucedido los últimos meses. Del techo a las paredes. No hay paramento que quede libre.

"Los niños ya se han visto afectados, con muchos resfriados y problemas respiratorios", lamenta una de las madres que se ha puesto en contacto con este periódico. Ante tal situación, no han sido pocas las peticiones realizadas al Ayuntamiento para que, como titular del colegio, intervenga y acabe con las humedades. "El colegio lo han visitado varios técnicos, pero se pasan la pelota de unos a otros sin que nada se solucione", detalla. El delegado del Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, Ignacio Flores, también tiene constancia de dicha deficiencia, que casi un año después de que se originase sigue sin solventarse.

Hasta tal punto llega la desesperación de las familias, que se ha dado cuenta del problema a la Delegación territorial de Educación, perteneciente a la Junta de Andalucía, con el intento de que medie ante la administración local. No se ha logrado nada tampoco.

Las continuas precipitaciones de los últimos meses lo han empeorado todo. "Cuando llueve, cae un cañón de agua en el cuarto del cuadro eléctrico", relata otra de las madres con hijos en el Tierno Galván. Pero, sin duda, la mayor preocupación de las familias es el estado en el que se encuentran los techos. "La integridad física de los menores y profesores peligra, porque hay riesgo de desprendimiento", aseguran.

El precedente de 2016

No es la primera vez que este colegio público de Torreblanca se convierte en noticia por la situación de las instalaciones. Ya en 2016 el Ayuntamiento se vio obligado a intervenir de urgencia tras desprenderse los techos por idéntico origen, la humedad acumulada. “Menos mal que no había ningún niño dentro de las instalaciones en ese momento, sino estaríamos hablando de unas consecuencias muy diferentes”, recriminaban entonces los políticos de la oposición al gobierno local del socialista Juan Espadas.

El incidente -que se produjo en un aula de Infantil de niños de cuatro años, en horario no lectivo- obligó a suspender las clases por un día. Tras la reparación de urgencia en seis aulas (donde se retiraron los falsos techos), la Delegación municipal de Edificios Muncipales, dirigida entonces por Adela Castaño, desarrolló meses después un plan de mejora en el centro -con un presupuesto que superaba los 235.000 euros- que incluía, entre otras actuaciones, la sustitución de las cubiertas.

Cuando han pasado nueve años de aquellas obras, los techos del Tierno Galván vuelven a presentar los mismos problemas de humedad, lo que ha suscitado la alarma entre las familias a que aquel incidente de 2016 vuelve a repetirse, aunque esta vez no se corra con la misma suerte y haya niños dentro.