Las medidas de ahorro energético en la UPO: del teletrabajo a las aulas al aire libre
Universidad
La Olavide toma estas medidas para evitar que la factura eléctrica se incremente en dos millones de euros
Se prohíbe el uso de aparatos de calefacción inviduales
Se fomenta el trabajo 'on line' por la tarde en los edificios administrativos
El plan de ahorro energético del Gobierno
La Universidad Pablo de Olavide (UPO) cuenta ya con su plan de ahorro energético. Entrará en vigor el próximo 1 de noviembre, después de que haya sido aprobado en el consejo de gobierno de este viernes. Contiene una serie de medidas para hacer frente al encarecimiento de la energía eléctrica, que van desde las condiciones meteorológicas que deben cumplirse para hacer uso de la calefacción hasta del fomento del teletrabajo en los servicios administrativos durante el horario vespertino.
Entre los motivos que lleva a la UPO a adoptar este plan se encuentra -además del cumplimiento del decreto estatal de sostenibilidad económica aprobado en agosto-, el intento de evitar un encarecimiento de la factura de la luz. Según detalla la institución académica, casi la totalidad de las universidades andaluzas están adheridas a la Red de Energía de la Administración de la Junta de Andalucía (Redeja). El 1 de noviembre comienza la segunda y última prórroga del contrato de suministro con esta entidad. Será cuando el precio de la electricidad se incremente de 114 euros (precio medio para la primera prórroga) a los 290 por megavatio hora (MWh). Dicho aumento supondrá una subida en el gasto eléctrico anual de la Olavide de dos millones de euros.
Las medidas que se desarrollarán a partir del próximo martes se suman a las ya puestas en marcha los últimos cursos, como la de desconectar la iluminación y climatización en función de la presencia de personas en las distintas estancias de la universidad.
La calefacción, en días de mucho frío
Uno de los principales puntos que aborda este plan concierne a la calefacción, de máximo interés ante la cercanía del invierno. En la UPO se conectará cuando la temperatura mínima prevista por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sea inferior a los ocho grados. O bien cuando se cumplan "simultáneamente" dos condiciones: la mínima exterior prevista por el ente estatal no supere los 12 grados y la máxima exterior se sitúe por debajo de los 20.
La calefacción no funcionará en las horas centrales del día. Se encenderá, en las condiciones antes citadas, de 7:00 a 12:00 y de 16:00 a 20:00. Quedará condicionada al uso de las intalaciones. Así, las aulas que dispongan de un sistema de conteo de personas se apagarán automáticamente 10 minutos después de no detectar presencia. En las que cuenten con censores de movimiento, la desconexión se producirá a la media hora de inactividad.
Durante este funcionamiento, las puertas y ventanas exteriores de los edificios habrán de permanecer cerradas, siempre que las condiciones sanitarias -como en la pandemia del Covid- no aconsejen lo contrario. Ha de recordarse que la mayoría de las estancias de la UPO poseen ventilación mecánica. En las que no exista, se ventilará entre 5 y 10 minutos, preferentemente al mediodía.
Nunca por debajo de los 27 grados
En cuanto a la temperatura que debe alcanzarse, en los recintos en lo que se use calefacción no será superior a los 19 grados y en los refrigerados, nunca inferior a 27, como marca el decreto estatal. La humedad relativa habrá de estar comprendida entre el 30% y el 70%. La excepción la constituyen los laboratorios específicos que acrediten la necesidad de mantener unas condiciones ambientales especiales.
Eso sí, queda prohibido el uso de cualquier dispositivo eléctrico de calefacción individual. El empleo masivo de dichos aparatos (como estufas o radiadores), según esta universidad pública, supone actualmente más del 10% de la factura de la luz en los meses de invierno.
Iluminación baja al cerrarse el Metro
Por otro lado, la iluminación exterior se mantendrá al 33% de su capacidad máxima después del cierre del Metro (el último tren es a las 23:00 los días laborables). En la medida que lo permita la disponibilidad presupuestaria, se irán sustituyendo las lámparas incandescentes y halógenas por las de tecnología led.
Se plantea el cierre de los edificios administrativos (9, 12, 44 y el rectorado) en horario de tarde. La actividad que se desempeña en estas instalaciones en horario vespertino "debería" pasar a la modalidad de teletrabajo o "asistencia en línea".
Apagado eléctrico
Todo el personal de la UPO, con carácter general, deberá apagar los ordenadores al final de la jornada laboral, así como cuando prevean que no los van a usar durante una o varias horas. Tendrán que mantener habilitados sistemas de ahorro en sus equipos informáticos.
Además, habrá de tener en cuenta otras medidas, como el apagado de las luces cuando salgan de las estancias; aprovechar al máximo la luz natural y las corrientes de aire; minimizar el uso del papel, para lo que deberá establecerse por defecto la impresión por las dos caras y en blanca y negro en las fotocopiadoras; evitar el uso de agua caliente en los laboratorios y edificios deportivos cuando no resulte imprescindible; atender al grado de eficiencia energética en la adquisición de nuevos equipos (los electrodomésticos, por ejemplo, habrán de disponer de la etiqueta energética A o B); y hacer uso de las aulas al aire libre cuando las condiciones climáticas y los requerimientos docentes lo permitan.
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