Los agricultores bloquean el Puerto de Sevilla: "Buscamos un futuro sostenible para quienes nos alimentan"
Varios cientos de trabajadores del campo han bloqueado durante cuatro horas los accesos a una de las principales entradas de las importaciones agroalimentarias en Andalucía
Los agricultores logran colapsar los accesos a Sevilla durante más de cinco horas
Los efectos de las protestas de los agricultores sobre los consumidores
Las organizaciones Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias han congregado este miércoles a varios cientos de agricultores en la entrada del Puerto de Sevilla en protesta por la entrada de importaciones sin control de países terceros. El colectivo reclama con esta acción la puesta en marcha de un plan de choque que recoja medidas por parte de la Junta de Andalucía, el Gobierno de España y la Unión Europea que "vayan más allá de meras declaraciones y vengan refrendadas en un acuerdo firme, público y por escrito".
Así lo ha indicado este miércoles el sector, que ha definido esta protesta como "una acción reivindicativa que para bloquear Puerto" de la ciudad hispalense, una de las principales entradas de las importaciones agroalimentarias en Andalucía, especialmente cereales y aceites vegetales.
El foco hoy en las instalaciones portuarias sevillanas, igual que se puso hace unas semanas en los puertos de Algeciras y de Motril, se centra en reclamar cláusulas espejo de forma que se les exija a los terceros países las mismas reglas de producción que a los europeos, así como uniformidad en el control de fronteras en Europa.
"No puede ser que cada país tenga las normas que le plazca ya que, si el mercado es único en la UE, las normas de entrada en el mercado aduanero tienen que ser iguales", ha afirmado, en declaraciones a los periodistas, el secretario general de la UPA-A, Cristóbal Cano.
En el mismo sentido, el presidente de Asaja Sevilla, Ricardo Serra, ha exigido que se termine con el "abuso de la entrada de productos irregulares de otros sitios del mundo" porque "están entrando naranja de Egipto a la mitad de precio que la que se produce en la provincia de Sevilla, mientras los agricultores de aquí no pueden ni vender sus naranjas, y el cereal que entra por el puerto sevillano tiene el mismo precio que hace cuarenta años porque se está importando y los de aquí no lo pueden vender". "Buscamos un futuro sostenible para quienes nos alimentan", apostilla Serra.
Esta falta de uniformidad en los controles en las fronteras de la UE ha provocado alertas sanitarias en los productos agroalimentarios y, según Miguel López, secretario general de COAG-Andalucía, han detectado mercancías que entran de fuera y le ponen el sello como si procedieran de Andalucía y "nos están contaminando con productos que aquí nunca se han usado", como han comprobado en el caso del algodón.
El colectivo exige, así, "una unidad aduanera" para que en cada país haya las mismas normas de entrada de las importaciones y se controlen los acuerdos preferenciales de la UE con terceros países, ya que ha lamentado que Marruecos está importando el doble de toneladas de tomates que las autorizadas y esto es algo generalizado en el sector de las hortalizas.
A este problema en frontera se unen la orientación de la política agraria comunitaria hacia la burocracia y el medio ambiente y el incremento de los costes de producción que se han multiplicado por cuatro, lo que provoca que la renta agraria esté "tocada de muerte" porque esto es un "proceso de reconversión" contra el que van a seguir luchando porque "no están dispuestos a emigrar", ha enfatizado Miguel López. "Están ralentizando la gestión de este acuerdo para que nos quememos, para que nos aburramos de protestar, pero no lo van a conseguir. Vamos a respetar por lo emocional y lo tradicional la Semana Santa, pero a partir de ahí, que se preparen", ha remachado López.
En la misma línea el dirigente de la UPA ha considerado que la parada en los puertos es obligatoria para exigir un acuerdo frente a la "destrucción del sector agroalimentario" que está amenazado por las producciones de los terceros países y que, por tanto, hay que protegerlo, ha reclamado. Ha admitido que la Comisión Europea ha escuchado la reivindicación de toda Europa y ha afirmado que el sector agrario no se niega a la transición ecológica y digital pero ha reclamado tiempo y recursos económicos, al tiempo que ha denunciado que la gran distribución "campa a sus anchas multiplicando sus beneficios a costa de los eslabones más débiles, que son el productor y el consumidor".
Para el director de Cooperativas Agroalimentarias, Enrique Sanz, también ha abogado por las cláusulas espejo y a este respecto ha señalado que "necesitamos un conjunto de cláusulas espejo que nos protejan frente a las entradas de terceros países". "Europa se centra en apretar las clavijas a los agricultores de dentro de la zona, pero sin embargo el Puerto de Rotterdam es un coladero de materias que no están permitidas dentro de nuestro país", ha espetado.
Dentro de este contexto, Sanz ha criticado que "no hay una política conjunta en cuanto a la entrada de mercancía por parte de los puertos dentro de Europa", y "si somos un mercado único tenemos que tener una política única de entrada de mercancía de fuera", ha agregado. "Tenemos que seguir adelante, la población tiene que ser consciente de que nosotros somos los que proveemos de alimento y que eso es totalmente necesario, con lo cual nuestras manifestaciones no pueden cesar", ha zanjado.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha subrayado, por su parte, que las reivindicaciones desde Andalucía del sector agrario pasan por "flexibilización, controles, cláusulas suelo y, en estos momentos, un rebaja fiscal".
Crespo ha insistido en que "lo que no puede admitir un agricultor es que, no teniendo rentabilidad ni competitividad en estos momentos, tenga una competencia desleal por otros productos que no tienen los mismos requisitos". Así, ha reclamado al Gobierno central "muchos más inspectores" que permitan "no solamente hacer un muestreo de lo que viene sino realmente hacer un control exhausto" con el que se pueda garantizar que todos cumplen con "los mismos parámetros". En este punto, ha indicado que "el Ministerio debería de haber pedido las cláusulas espejo".
Los agricultores, según ha recordado la consejera, también demanda flexibilización "en un momento de sequía" porque hay determinadas especificaciones de sostenibilidad "imposibles" de cumplir como "hacer las cubiertas vegetales en el olivar". En este sentido, ha asegurado que la Junta llegó "al tope" de la flexibilización dentro de sus "posibilidades autonómicas", hasta el punto de que "el Ministerio nos mandó una carta advirtiéndonos de que quizás nos estuviéramos pasando", aunque "ahora se ha demostrado que no". Y en cuanto a la rebaja fiscal, Crespo ha añadido que Andalucía ha enviado una propuesta estudiada por "todos los técnicos de las oficinas comarcales agrarias (OCA) de la Junta de Andalucía".
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