Las agresiones a médicos se duplican en sólo nueve meses
salud | violencia en las consultas
El Colegio de Médicos ha registrado 13 casos este año frente a los siete que hubo en 2016
El SAS ha contabilizado, en su registro oficial, 46 ataques a su personal, nueve de ellos físicos
El Colegio de Médicos de Sevilla ha registrado, en lo que va de año, 13 agresiones en las consultas, el doble de los casos registrados en el pasado año 2016. El tramo de edad que más violencia ha sufrido en el ejercicio de la Medicina se sitúa entre los 56 y los 65 años y, excepcionalmente, en las agresiones registradas este año la mayoría de las víctimas son hombres (ocho casos). Los informes de la institución colegial venían desvelando, hasta ahora, que las doctoras suelen sufrir más agresiones que los doctores. El aumento de las agresiones en los primeros nueve meses de este año ha roto la tendencia a la baja del último balance anual.
Las causas que más se repiten: no recetar lo propuesto por el paciente (cinco casos) y discrepancias con la atención médica recibida. La mayoría de las situaciones violentas se producen en Urgencias y en centros de salud. Siete víctimas han sufrido lesiones físicas; cinco, amenazas; y siete, insultos. La última agresión se registró en El Cuervo el pasado viernes 22 de septiembre. La víctima, un médico de Atención Primaria, sufrió la agresión de una paciente que le exigió la receta de un medicamento. El doctor se la negó al comprobar en el ordenador que ese fármaco ya le había sido recetado. "En ese momento la paciente se levantó y se dirigió al médico para agredirle", explica el letrado Santiago P. Campo, responsable de la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos. Los hechos que terminan en los juzgados sólo reflejan los casos más graves de una realidad creciente en las consultas.
Los insultos, las amenazas y coacciones que sufre el personal sanitario son mucho más frecuentes. "Muchos médicos no llegan a denunciar, pese a que sufren insultos y amenazas en su puesto de trabajo. Desde el Colegio animamos a interponer denuncias cada vez que se produzca esta situación", explica el secretario general del Colegio de Médicos, Juan Manuel Contreras. La institución profesional insta además al Servicio Andaluz de Salud a reforzar las mediadas de prevención y seguridad para impedir estas situaciones. "Esta lacra es producto de la mala educación. Usuarios que pagan las deficiencias del sistema sanitario con el primero que se le cruza, y que suele ser el médico", lamenta el doctor Contreras.
Juan Manuel Contreras, secretario del Colegio de Médicos
"Todas las víctimas de agresiones, incluso las más leves, deben denunciar los hechos"
Para reducir los problemas de convivencia en los centros sanitarios, la Asesoría Jurídica del Colegio de los Galenos plantea varias metas: "la creación de un procedimiento penal específico que regule las agresiones al personal sanitario y docente en el ejercicio de sus funciones, tanto en el ámbito público como privado; una legislación administrativa que reconozca al docente y al médico como autoridad, de modo que las faltas leves puedan tener reprobación; y que el SAS aplique más medidas de seguridad en todos los centros", afirma Santiago P. Campo,.
Los datos oficiales del registro del Servicio Andaluz de Salud (SAS) también desvelan la tendencia al alza de las agresiones a médicos: en 2014 el registro oficial contabilizó 54 casos, de ellos cinco fueron agresiones físicas; en 2015, fueron 75 casos, seis físicas; en 2016, 70 casos y de ellas cinco físicas; y este año 2017, entre enero y julio, el registro ha contabilizado 46 casos, y de ellas nueve son agresiones físicas.
Santiago P. Campo, abogado
"La meta es crear un tipo penal específico para los ataques a médicos y docentes"
"El protocolo frente a las agresiones comenzó a funcionar en 2005. Se difundió entre los profesionales y se lanzó una campaña dirigida a pacientes", recuerda Nuria Queraltó, jefa de Relaciones Laborales en el SAS, quien incide en que el objetivo ahora es "profundizar en aquellos centros que suelen registrar más agresiones para adoptar medidas". Para ello las unidades de Prevención de Riesgos Laborales -en Sevilla funcionan cinco- están encargadas de realizar estudios de los centros con más problemas de convivencia para solicitar medidas concretas a las distintas direcciones-gerencias.
Nuria Queraltó, Relaciones Laborales SAS
"Los equipos de Medicina Preventiva adoptan medidas concretas en cada centro sanitario"
El asesinato en 2009 de María Eugenia Moreno, una médico residente en Murcia, a manos de un paciente, marcó un punto de inflexión en la lucha contra esta violencia. La Organización Médica Colegial fundó el Observatorio Nacional de Agresiones y cada 16 de marzo conmemora el Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, una fecha escogida en recuerdo de la médico asesinada en Murcia. Desde entonces se han dado pasos contra esta lacra, entre los que destaca la reforma del Código Penal, en 2015, que incluye como delito de atentado contra la autoridad las agresiones al personal médico, lo que se traduce en el endurecimiento de las penas en casos de lesiones. Entre las medidas más recientes, la instrucción 3/2017 del Ministerio del Interior crea un protocolo para la Guardia Civil y la Policía Nacional, que prevé la creación de una figura policial, el Interlecutor Policial Sanitario Interterritorial, para coordinar las medidas encaminadas a reforzar la seguridad en las consultas. Esta instrucción califica al personal sanitario como "colectivo vulnerable".
"Nunca he sentido tanto miedo"
"Nunca, en mi vida, había sentido tanto miedo. Durante días seguí viendo los ojos de la señora sobre mí. Tuve que permanecer una semana de baja. Tras la agresión me siento vulnerable e insegura. La sensación de la adrenalina es permanente cada vez que escucho cómo alguien alza un poco la voz en consulta". Una doctora, que recibió recientemente una agresión de una paciente, cuando la atendía en consulta, explica con estas palabras los temores que sufre desde entonces. "La mujer ni siquiera elevó la voz cuando le expliqué que para recetarle el medicamento que me pedía tenía que ser vista antes por el especialista", recuerda. "No me insultó, ni me amenazó, ni elevó la voz, simplemente se levantó, cogió mi teclado y me lo lanzó; y tiró el monitor del ordenador al suelo, que arrastró también a la impresora, de la mesa. Después me arrinconó al empujar la mesa contra mí", recuerda. Todo ocurrió en cuestión de unos treinta segundos, según recuerda la doctora agredida, que prefiere permanecer en el anonimato. Gracias a la rápida respuesta de otra médico, compañera de la víctima, que se encontraba en una consulta cercana, la doctora quedó liberada. "Si no hubiera sido por mi compañera, que escuchó mis gritos y entró en mi consulta, no sé qué podría haber sucedido", lamenta la víctima. Ni siquiera tuvo tiempo de pulsar el juego de teclas que activa al botón antipánico, ya que el teclado fue arrojado por la paciente hacia la doctora. "Menos mal que reaccioné y no me dio de lleno", recuerda. El medicamento que solicitó la paciente era un ansiolítico. "Ahora en la consulta me siento insegura y vulnerable", lamenta. El protocolo del SAS frente a las agresiones se activó en el centro al día siguiente, cuando está prevista su activación inmediata. Este protocolo indica a la víctima los pasos a dar: solicitar auxilio al vigilante de seguridad o a un compañero; si persiste, avisar a los cuerpos y fuerzas de seguridad; y comunicarlo al director del centro, que debe ofrecer apoyo psicológico, asesoramiento jurídico y realizar un manifiesto de rechazo de la agresión; además de comunicarlo a Medicina Preventiva.
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