Ocho de cada 10 agresiones a médicos en Sevilla las sufren mujeres
Jornadas de prevención de agresiones a sanitarios
Las cifras de conductas violentas contra los sanitarios vuelven a ser parecidas a las anteriores a la pandemia
Representantes del personal sanitario, Policía y Guardia Civil insisten en la importancia de presentar denuncias
Una mujer araña y zarandea a una médico en el centro de salud La Candelaria
La mayoría de las agresiones a médicos de Sevilla las sufren las facultativas menores de 35 años, según ha concretado este martes el secretario del Colegio de Médicos de Sevilla, Juan Manuel Contreras Ayala, en el marco de la celebración de la Jornada Técnica de Prevención de Agresiones a Profesionales Sanitarios organizadas por el Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Sevilla, y en la que también han participado la vicepresidenta del Colegio de Enfermería, Yolanda Izquierdo, así como los interlocutores sanitarios del SAS y de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la provincia, coincidiendo todas estas instituciones en la necesidad de denunciar todos los casos como única vía para intentar acabar con esta lacra.
Las agresiones a sanitarios, pese a las campañas y a las medidas, son una realidad en el día a día de médicos, enfermeros y demás personal en los centros sanitario. Insultos, amenazas y agresiones físicas. Todo ello tiene lugar en cualquier ámbito asistencial aunque es Atención Primaria, tanto en las consultas normales como en sus urgencias, el nivel asistencial que mayor presión soporta en este sentido. Y cualquier pretexto sirve; pero son las discrepancias en la atención médica recibida o la no recomendación al tratamiento indicado por el propio paciente lo que más provoca su irritabilidad o de sus acompañantes. Sevilla registró el año pasado 22 agresiones a médicos de las 135 de toda Andalucía, llevándose la provincia de Cádiz la palma, con 40 agresiones. En España fueron 612.
Unas cifras que muestran una recuperación en el volumen de conductas violentas similar a las anteriores a la pandemia, como ha indicado Juan Manuel Contreras Ayala, que ha advertido de que, en los cinco últimos años, se ha pasado de las siete agresiones denunciadas por facultativos sevillanos en el Colegio en 2016 a las 22 de 2021, pasando por las 32 de 2019 y las 18 de 2020. "El año de los aplausos y del gran esfuerzo del personal sanitario por hacer frente a una pandemia sin precedentes", ha dicho.
De las 22 agresiones registradas en la asesoría jurídica del Colegio de Médicos de Sevilla el año pasado, 17 fueron a mujeres y cinco a hombres. De las médicas, un tercio eran menores de 35 años. Representan el 77% del total de las agresiones denunciadas. No es una circunstancia única en la sanidad pública sevillana. El perfil se repite en toda Andalucía, donde el 62% de los médicos agredidos el año pasado fueron mujeres frente al 37,7% de hombres, destacando el caso de Córdoba, con el 100% de los ataques recibido por las facultativas.
Más de la mitad de las agresiones, en Primaria
En cuanto al ámbito sanitario de ejercicio, los ponentes han coincidido en destacar como la Atención Primaria, tanto en consulta como por urgencias, es el nivel asistencial más castigado. Aglutina un 56% de los ataques en toda Andalucía, según los datos aportados. En Sevilla, ocho de las agresiones a médicos tuvieron lugar en los centros de salud.
En esta línea, también han apuntado durante la jornada que se está comenzando a notar un incremento de agresiones en la sanidad privada. En 2021, la asesoría jurídica de los colegios de médicos de Andalucía registraron un 13% de ataques en estos centros. Un fenómeno que hace unos años no se daba. Como tampoco se tenían registros de agresiones telefónicas, fruto de la mayor asistencia telemática ahora a raíz de la pandemia, y que el año pasado supuso el 7,4% del total de agresiones en la comunidad andaluza.
De los agresores, Contreras Ayala apunta a que casi un 50% son personas que acuden al centro sanitario con una cita programada, aunque advierte de la existencia de casos que responden a una "venganza". Y el perfil mayoritario son mujeres y de entre 40 y 60 años. Según los datos aportados, en los últimos cinco años se contabilizan 258 sentencias estudiadas en Andalucía de las que la mayoría, 179 de ellas, se resolvieron como delitos leves. "Es un problema del sistema legislativo español", ha remarcado.
Los principales motivos los ha apuntado la vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Sevilla, Yolanda Izquierdo. "Demoras en la atención o recibir la medicación que el paciente espera; no poder acceder a una cita presencial, por la mayor asistencia durante la pandemia por la vía telefónica; y, las diferencias de opiniones entre lo que dice el médico y lo que el paciente cree como consecuencia de una sobre información motivada por la extensión de internet", apunta. "Hemos pasado de ser aplaudidos y ser considerados héroes a ser, prácticamente, villanos", añade.
Izquierdo ha puesto en valor la necesidad de fomentar la educación en salud desde los colegios, así como la importancia de formar a los propios profesionales "porque la mayoría no tiene las habilidades sociales necesarias para identificar cuando están ante una situación hostil", ha remarcado.
Prevención
En cualquier caso, desde los organismos representados este martes en las jornadas sobre prevención aseguran que las cifras expuestas son sólo la punta del icerberg, ya que hay profesionales de la medicina que son objeto de agresiones, pero que no denuncian, por lo que es complicado saber la cifra real.
"Una denuncia que no se hace es un acto que no existe", ha reivindicado durante su intervención el teniente de la Guardia Civil, Fernando Rafael León, interlocutor policial territorial sanitario en la provincia. Advierte de un aumento del 45% de los hechos delictivos denunciados por personal sanitario ante la Guardia Civil respecto a 2019 en toda España y coincide en destacar ese perfil de mujer joven y con poca experiencia en el puesto como las principales víctimas a nivel nacional.
Para prevenir agresiones, León apuesta por saber detectar situaciones de riesgos y pedir "siempre" ayuda a un compañero. "Esto es clave para no estar solo ante una posible agresión y también para contar con un testigo en la posterior denuncia", destaca. De este modo avisa de que los pasos que debe seguir el personal sanitario que se siente amenazado pasan por, en primer lugar, pedir ayuda; a continuación, alertas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado, comunicar el incidente al responsable del centro sanitario y, una vez notificada la agresión, constatar la agresión sufrida en un parte de lesiones.
Por su parte, la subinspectora de la unidad territorial de seguridad privada de la Policía Nacional y también interlocutora policial territorial sanitaria, Pilar Torregrosa, recomienda "evitar la confrontación" e insiste en la importancia de pedir ayuda. Apuesta por mediación del personal sanitario a través del diálogo y adaptar las consultas para facilitar la huida en caso de ser necesario y evitar tener al alcance objetos que puedan ser utilizados para una agresión, como las claves del respaldo al personal sanitario. Ambas instituciones recomiendan el uso de la aplicación AlertCops para denunciar estos hechos.
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