Las agresiones en centros sanitarios de Sevilla se duplican en tres años
sanidad
La provincia es la primera andaluza en número de casos con 388 denuncias en 2019
Satse recuerda que las agresiones al personal médico se consideran delito de atentado a la autoridad
Queman el coche a una enfermera a la que le robaron su bolso durante una guardia
La mañana del pasado lunes 3 de febrero un individuo se personó en las instalaciones del centro de salud de Lora del Río armado con un cuchillo de grandes dimensiones con el que más tarde amenazó al personal sanitario que en ese momento atendía a los pacientes. Es la última agresión sufrida por los profesionales de un centro sanitario de la provincia y que se suma a las 388 que se registraron durante 2019.
El registro de agresiones del SAS y cuyos datos han sido recopilados por el Sindicato de Enfermería (Satse) muestran como las agresiones en los centros sanitarios de la provincia siguen aumentando y en 2019 crecieron más de un 27% con respecto a 2018. En concreto, la provincia cerró el año pasado con un total de 388 agresiones a personal sanitario, por lo que Sevilla se sitúa a la cabeza en la comunidad autónoma en ataques verbales, pero también físicos. Pero la situación actual es mucho más alarmantes si nos remontamos un poco más en el tiempo ya que, según los datos difundidos por Satse, entre 2016 y 2019 las agresiones a trabajadores del SAS se han duplicado y presentan un continuo crecimiento con 194 registradas en 2016; 242 en 2017; 282 en 2018; y las ya mencionadas 388 de 2019.
"Es una lacra que tenemos que parar porque la situación es intolerable. La ciudadanía ha perdido el respeto por el personal sanitario y nos agreden por ser la cabeza visible de un sistema en el que somos el último eslabón de la cadena", denuncia la secretaria provincial de Satse en Sevilla, Reyes Zabala.
Sevilla, a la cabeza de Andalucía en agresiones
Por provincias, Satse detalla que Sevilla es la que contabiliza mayor número de ataques al personal del SAS en 2019 con un total de 388 (84 físicas), seguida de Málaga con 323 (69 físicas), Cádiz con 202 (29 físicas), Córdoba con 145 (14 físicas), Huelva con 126 (13 físicas), Jaén con 122 (23 físicas), Granada con 114 (24 físicas) y por último Almería con 87 víctimas de agresiones (33 físicas).
En la provincia, también aumentan los ataques físicos en la comparación de esos últimos tres años. En 2018, con 52 casos registrados, representaban el 18,4% del total mientras en 2019, con 84, este porcentaje se elevó hasta el 21,6%. El incremento de estos ataques es más latente si seguimos retrocediendo en el tiempo ya que en 2016 las agresiones físicas representaban sólo el 15%. En el caso de los ataques verbales, entre los que se incluyen insultos, gritos y amenazas, Sevilla también se encuentra a la cabeza andaluza con un total de 304 denuncias, 74 más que el año anterior.
Los mismos datos muestran que las agresiones afectan mayoritariamente a las mujeres, que representan siete de cada 10 víctimas. Y sobre todo, a personal sanitario, en el que recae el 85% de los ataques tanto físicos como verbales frente a los ataques que sufren miembros del personal de gestión y servicios.
Ante esta situación, Satse exige medidas ante una situación por la que "el miedo se apodera de los profesionales" y que supone incluso la baja del personal sanitario afectado "con las repercusiones tan negativas que tiene la falta de personal", insisten desde el sindicato.
Tras dar a conocer esto datos, Satse ha recordado que "hace ya casi un año que se constituyó la mesa de prevención de las agresiones a sanitarios en Andalucía sin que hasta la fecha se haya producido grandes avances". Ante esta situación, Reyes Zabala considera "inaplazable" que la Administración sanitaria de una solución real a esta problemática y para ello considera fundamental un endurecimiento de las penas. "Insistimos en la necesidad de regular por ley el reconocimiento de delito a la autoridad pública la agresión al personal sanitario por el que el Código Penal recoge ya penas incluso de cárcel para los agresores. Que agredir a un médico sea del mismo nivel que agredir a los cuerpos de seguridad del Estado", lamenta Zabala. Por otro lado, proponen la dotación de recursos humanos suficientes con respeto a las ratios recomendadas por las organizaciones internacionales "a fin de evitar situaciones de conflicto generadas por largas demoras en la atención", así como la consecución de un "nivel óptimo de seguridad" en las instalaciones sanitarias mediante la vigilancia con "controles de identidad en el acceso o en el interior de los inmuebles".
Por último, la organización sindical incide en la necesidad de sensibilizar a los ciudadanos sobre la necesidad de que se mantenga, en todo momento una relación de respeto y confianza entre profesionales, pacientes y familiares, motivo por el que mantienen en marcha continuas campañas de información y sensibilización socia. "La ciudadanía tiene que tomar conciencia de que nosotros estamos para ayudarles y por lo tanto, a quien te ayuda no se le agrede. Son muchas las cosas que estamos haciendo, pero no están sirviendo para frenar unos números que van en aumento. Que la gente sepa que nosotros sólo somos la cara visible del sistema, pero no los responsables del funcionamiento de la sanidad pública", insiste la secretaria provincial de Satse en Sevilla.
Penas de hasta 4 años de cárcel para los agresores
Un Juzgado de lo Penal de Huelva dictó el verano pasado la condena más dura interpuesta hasta el momento por agresiones a personal sanitario tras el endurecimiento de la aplicación de las penas. En concreto, un juez condenó a un individuo a tres años y diez meses de prisión por agredir a dos enfermeros en el centro de salud del municipio onubense de Palos de la Frontera mientras atendían a su madre, que se encontraba en la consulta.
La sentencia, en la que se consideraba probado que el agresor, que acompañaba a su madre en la consulta de enfermería del centro de salud, "golpeó a los profesionales provocándoles diferentes lesiones, tales como fractura de arco costal, cervicalgia, heridas en las manos, laceraciones y arañazos en cuello y antebrazo", recuerda, además, que el artículo 550 del Código Penal establece que son "reos de atentado los que acometan a la autoridad o sus agentes o funcionarios públicos, entre ellos los profesionales sanitarios, o empleen fuerza contra ellos, los intimiden o les hagan resistencia activa grave, cuando se hallen ejecutando las funciones de sus cargos".
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