Avanzar frente al cáncer de pulmón desde la solidaridad

Con ADN sevillano

El investigador Daniel Gómez-Cabello coordina en Sevilla el estudio de una innovadora terapia personalizada contra el tumor más agresivo gracias a un premio de la AECC

El trabajo busca huellas que deja la radioterapia y que podrían potenciar el sistema inmune

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Con ADN sevillano: Daniel Gómez-Cabello, investigador del IBiS / Juan Carlos Muñoz

Si hay un ejemplo que pueda demostrar cómo las donaciones que hacen entidades y ciudadanos a asociaciones y fundaciones contra el cáncer pueden servir para cambiar el rumbo de tumores tan sumamente agresivos como el del pulmón, ese es, sin duda, el laboratorio del doctor Daniel Gómez-Cabello en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS).

En un despacho de no más de cinco metros cuadrados, el investigador sevillano, que cuenta con varios años de trabajo en laboratorios nacionales e internacionales tiene al otro lado de su puerta a un equipo de personas trabajando en una innovadora terapia contra el cáncer de pulmón, que abre la puerta a crear tratamientos más personalizados y que coloca a Sevilla a la vanguardia de la investigación en cáncer en España. Todo, gracias a la dotación de un premio de 150.000 euros de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Históricamente el de pulmón es uno de los cánceres con resultados de supervivencia más limitados, pero gracias al avance y al descubrimiento de un grupo de alteraciones genéticas que permiten dar un tratamiento más eficiente al paciente, se ha avanzado notablemente en la curación y supervivencia a la enfermedad. Según los últimos datos publicados, sólo el 10,7% de los pacientes que sufren un cáncer de pulmón sobrevive más de 5 años. Junto con los tumores de hígado, páncreas y esófago, los de cáncer de pulmón son los que tienen peor pronóstico, tanto en España como en el resto del mundo, no sólo por lo agresivo del tumor en sí, sino también por la dificultad de realizar un diagnóstico precoz a través de un cribado.

Pero en cáncer, no hay enfermedades, sino enfermos. El uso de indicadores presentes en la sangre (y otros fluidos corporales y tejidos) para detectar, diagnosticar y tratar algunos tumores es uno de los pilares de la oncología de precisión. De ahí que el pionero trabajo liderado por Gómez-Cabello y su departamento de Biología Celular de la Universidad de Sevilla llegue ahora como un rayo de luz.

Daniel Gómez-Cabello junto a su equipo revisando algunos algoritmos durante la investigación.
Daniel Gómez-Cabello junto a su equipo revisando algunos algoritmos durante la investigación. / Juan Carlos Muñoz

Durante la investigación, el equipo se afanará en detectar pequeñas huellas generadas tras el tratamiento con radioterapia, que pueden servir para potenciar al sistema inmune y lograr que luche de manera más eficaz contra las células tumorales, lo que se conoce como inmunoterapia. "Lo que buscamos son nuevos marcadores en cáncer de pulmón para que combinando radioterapia e inmunoterapia podamos fortalecer los tratamientos actuales y generar nuevas estrategias para mejorar el pronóstico", indica el responsable de la investigación.

Para ello, se analizarán muestras de biopsias líquidas, es decir, extracciones de sangre de pacientes diagnosticados, inoperables y que sólo tratados con radioterapia, antes y después de recibir la radiación. A continuación, con el uso de tecnología de ultra centrifugación se tratará de localizar pequeñas vesículas que sueltan las células tumorales, y que se trasladan a través del torrente sanguíneo, para potenciar el sistema inmune para que localice esos restos tras la radioterapia y luche contra ellos para reducir las recaídas. Además, el hallazgo de estos biomarcadores permitirá, no sólo predecir qué opciones de tratamiento son más eficaces y seguros para un grupo de pacientes, sino también ayudar a la detección de un posible cáncer de pulmón en fase previa, en un chequeo rutinario, que permitiría un abordaje y diagnóstico más precoz.

Las muestras a analizar, congeladas a muy baja temperaturas en una de las dependencias del IBIS.
Las muestras a analizar, congeladas a muy baja temperaturas en una de las dependencias del IBIS. / Juan Carlos Muñoz

Avances que, en opinión del investigador sevillano, tiene por delante la medicina personalizada y de precisión y para el que sus aplicaciones actuales sólo son la punta del iceberg. Se piensa que a medio plazo la medicina dispondrá de tratamientos para abordar enfermedades que hasta la fecha no tienen un abordaje efectivo. "Es el futuro. En cada cáncer o en cada persona se busca una huella molecular, que es individual, para encontrar el tratamiento", concreta.

La investigación se llevará a cabo codo con codo con el Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se encargará de aplicar distintas técnicas de radioterapia al trabajo de laboratorio para analizar qué tipo de tratamiento tiene más poder de destrucción del tejido tumoral. El equipo dispone de tres años para llevar a cabo ensayos en modelos de laboratorio y muestras de pacientes con cáncer de pulmón, con el objetivo de diseñar futuros proyectos y ensayos clínicos. Daniel Gómez-Cabello se muestra optimista: "si vemos pronto resultados, en 5 ó 7 años se podría utilizar en ensayos clínicos".

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