Adepa lamenta que la cripta del Patio de Banderas no sea una "prioridad" para el Alcázar de Sevilla

Patrimonio

La asociación conservacionista vuelve a pedir la apertura a las visitas controladas

Recuerda que aquí están los restos de la ciudad fenicia y del puerto romano

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Los restos arqueológicos de la cripta situada bajo el Patio de Banderas.
Los restos arqueológicos de la cripta situada bajo el Patio de Banderas. / Juan Carlos Vázquez

Una cripta que contiene la génesis de Sevilla y que lleva demasiado tiempo sin darse a conocer. Es la queja expresada este martes por la Asociación en Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) ante la situación de los restos arqueológicos que se encuentran bajo el Patio de Banderas, cuya tutela corresponde al Patronato de los Reales Alcázares, entidad para la que su apertura a la ciudad, según la asociación conservacionista, no supone actualmente "una prioridad".

Es la conclusión a la que ha llegado Adepa después de las diversas preguntas formuladas al respecto para saber cuándo la cripta situada bajo esta plaza pública podrá ser visitable, aunque sólo sea para grupos reducidos y con todas las cautelas. "No es una prioridad ahora mismo para el Alcázar", ha referido el catedrático Francisco Díaz del Olmo, cuando ha sido preguntado por la situación de estos restos en la rueda de prensa previa a la mesa redonda titulada Sevilla, rescate e integración urbanística del Patrimonio Arqueológico, que tendrá lugar esta tarde, a las 18:30, en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.

Los miembros de Adepa no alcanzan a entender el motivo que lleva al Patronato del Alcázar y, por tanto, al Ayuntamiento de Sevilla a mantener cerrada dicha cripta. Ni siquiera se ha dado respuesta a la propuesta de que se fuera abriendo de "forma progresiva" en las zonas donde la adaptación para las visitas estuviera más avanzada. "Tampoco la han tomado en consideración", ha abundado Díaz del Olmo, que ha destacado la sorpresa por tal decisión, ya que "la estructura de la cripta está hecha". "Sólo falta que se abra a las visitas", ha recalcado.

El destino del presupuesto

En este sentido, Enrique García Vargas, catedrático de Arqueología y miembro del consejo asesor de Adepa, ha subrayado que la falta de apertura a las visitas de la cripta del Patio de Banderas "no obedece a una cuestión presupuestaria", ya que el estado de cuentas del palacio mudéjar presenta superávit. "No es por falta de presupuesto, sino por el uso que se le da al dinero, ya que se deriva a obras del Ayuntamiento, a política municipal", ha insistido García Vargas.

El catedrático de Arqueología ha recordado que en dicha cripta "se encuentran los restos más antiguos de Sevilla, de la ciudad fenicia, con estructuras del siglo IX antes de Cristo". "Se conservan también los almacenes portuarios de tiempos de Julio César. Por aquí salía toda la producción de aceite, era un puerto fluvial fundamental para el abastecimiento romano", ha señalado García Vargas.

Jacobo Vázquez Paz, arqueólogo y decano del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Sevilla y Huelva, ha contextualizado la situación de la cripta del Patio de Banderas con "el modelo sevillano, que huye de dar a conocer la riqueza patrimonial arqueológica de la ciudad". "Tenemos numerosas criptas en la ciudad, que ni se conocen ni son visitables", ha referido, al enumerar varias de ellas, como los restos de muralla romana en la calle Francos, la cripta medieval frente a la Torre de Don Fadrique o la cisterna romana en la Plaza de la Pescadería, inaccesible actualmente.

"Nuestro oficio no se conoce"

Este experto ha abundado en el oficio arqueológico en Andalucía, donde prima "un modelo anticonservacionista". "Hay una revitalización de los trabajos arqueológicos, pero los resultados caen en manos de una Administración que no les da difusión. No hay una norma que nos proteja. Nuestro oficio no se conoce", ha lamentado.

"El 100% de nuestros ingresos son de origen privado, aunque trabajemos con bienes de dominio público", ha detallado Vázquez Paz, quien ha aludido a los contratos de confidencialidad con los agentes privados, cuyos intereses son, en su mayoría, contrarios a la difusión de los hallazgos. Ha citado la excepción que supone Carmona, una de las pocas ciudades andaluzas donde estas labores las desarrollan arqueólogos contratados como empleados públicos. "En el resto de municipios el 90% de los trabajos arqueológicos lo hacen profesionales que intervienen por parte de entidades o titulares privados. A este respecto, la Academia excava muy poco", ha insistido.

La situación lleva a que la mayoría de este patrimonio acabe "desmontado", término empleado en la jerga arqueológica y que supone un "eufemismo" de destrucción. "A la hora de desmontar esos restos encontrados, los profesionales sí obtenemos información sobre la memoria de las piezas", apunta Vázquez Paz como el único resultado positivo de la operación, aceptada por la Consejería de Cultura y Patrimonio, a la que pide que "además de gastar dinero en procesiones magnas, lo destine también a conservación".

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