La acusación particular pide 8 años de cárcel para el hijo de Ortega Cano
La víctima reclama el pago de más de 25.000 euros de indemnización por el incendio del coche y los efectos sustraídos.
La acusación particular que ejerce la víctima que sufrió una agresión y un robo a las puertas del club de alterne El Rey 2000 en la madrugada del pasado 2 de noviembre ha solicitado una condena de ocho años de cárcel para José Fernando, el hijo del torero Ortega Cano, mientras que ha pedido penas de entre los dos y medio y los siete años y medio para los otro cinco jóvenes que se vieron implicados en los hechos.
El abogado Manuel Manzaneque, que representa a la víctima, J. J. V. A., imputa cuatro delitos a José Fernando Ortega Mohedano, al que en concreto reclama una condena de cinco años de prisión por un delito de robo con violencia, otros dos años y medio por el incendio del Audi A-3 propiedad del padre de su cliente, y seis meses más de prisión por un delito contra la seguridad del tráfico, dado que el hijo del diestro conducía careciendo del carné.
La acusación particular reclama además el pago de una multa de 2.160 euros por un delito de hurto de uso de vehículo a motor y 180 euros de multa por una falta de lesiones, en relación con la agresión. El escrito de conclusiones provisionales del letrado reclama asimismo una indemnización de 25.564 euros, de los cuales la mayor parte se corresponden con los 22.700 euros que costó el coche -aunque el valor venal del mismo es de 8.119 euros-, y también incluye el pago de otros 1.419,15 euros por los dos teléfonos móviles sustraídos, 1.200 euros por la equipación de pádel y 245 euros por las lesiones.
La representación jurídica de la víctima considera que en los hechos concurren varias circunstancias agravantes de la conducta de José Fernando y sus amigos, por cuanto entiende que el delito se cometió "asegurándose de su comisión sin riesgo para los delincuentes, se abusó de la superioridad numérica y se ejecutó en un lugar y a una hora en la que la víctima difícilmente podía recibir auxilio de ninguna clase".
En su relato sobre los hechos que ocurrieron en la madrugada del 2 de noviembre en El Rey 2000, la acusación particular señala que tras el incidente previo provocado por el derramamiento de una bebida, José Fernando y sus amigos salieron "corriendo tras la presa" hasta que le dieron alcance y "acorralaron" a J. J. V. A. una vez que detuvieron su "desesperada huida mediante el lanzamiento de una piedra dirigida a la cabeza pero que el joven consiguió desviar con la mano".
Fue en ese momento cuando José Fernando y Francisco S. C. golpearon a la víctima, mientras que otros dos acusados lo sujetaban y empujaban desde atrás para evitar que "pudiera escapar", relata la acusación particular.
Una vez reducido y en el suelo, mientras le seguían golpeando, el hijo del torero le sustrajo los efectos que llevaban en el bolsillo del pantalón, entre ellos dos teléfonos móviles (valorados en 1.123,15 euros), así como la billetera, las llaves de la casa y las llaves del Audi A-3 propiedad de su padre. A continuación, el joven se ocultó en un descampado próximo mientras los agresores se marchaban en su vehículo.
El abogado Manuel Manzaneque sostiene que como consecuencia de estos hechos, la víctima padeció lesiones que no precisaron tratamiento médico-quirúrgico para su curación, pero sí está recibiendo en la actualidad "tratamiento psicológico en relación con el shock postraumático que parece haber sufrido tras la agresión y acontecimientos subsiguientes", por lo que la acusación se reserva la posibilidad de proponer nuevas pruebas y plantear nuevas reclamaciones.
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