La acumulación de obras convierte el centro de Sevilla en una ratonera para el tráfico
Media hora y 15 euros por una carrera en taxi desde la Magdalena a Los Remedios
Colas y exceso de tráfico en el centro de Sevilla por las obras
Llegar al centro de Sevilla o salir de él en coche es una auténtica prueba para la paciencia —y el bolsillo— y no hace falta que haya ninguno de los numerosos eventos que cada fin de semana colapsan la ciudad. Obras como la de la calle Zaragoza o la inminente de Marqués de Paradas convierten la ya difícil e intrincada circulación en una auténtica prueba de orientación digna del más experimentado explorador.
Si a esto se suma la falta de aparcamientos, las zonas de carga y descarga y el incumplimiento de los horarios o los cajones de obras en la calle San Pablo frente a la iglesia de la Magdalena, el caos está servido. Sobre todo los viernes a mediodía, cuando muchos aprovechan para escapar de la ciudad. Es imposible avanzar por el Paseo de Colón a partir de las 14:00 ni siquiera culebreando con la moto. Esta arteria se convierte en una prueba para la paciencia si se quiere salir desde el centro hasta Triana, Los Remedios o la zona Sur de la ciudad.
Las obras de la calle Zaragoza, que empezaron el 1 de abril tienen previsto prolongarse hasta el mes de noviembre. En principio tenía una duración estimada de cinco meses, fijándose la fecha de finalización para el 31 de agosto. Aún sigue creando quebraderos de cabeza a la hora de organizar el tráfico rodado.
Las calles Moratín y Carlos Cañal quedaron sin salida y se invirtió el sentido de tráfico en las calles Méndez Núñez, Badajoz, Harinas y Jimios. Hubo un fugaz intento de paso por la plaza de la Magdalena que convirtió la acera en un camino delimitado por vallas hacia la calle Murillo (que también está en obras), pero esta alternativa que sí evitaba dar un gran rodeo para no tener ir al Arenal fue rápidamente descartada por motivos nunca aclarados en enclave marcado por el nuevo hotel.
Actualmente, los coches que entran desde Reyes Católicos hasta la calle San Pablo y la Magdalena son desviados por la calle Méndez Núñez en dirección a la Plaza Nueva. “El problema es que todos esos coches se unen a los que proceden de la calle Alemanes en García de Vinuesa y ya tenemos el atasco formado en el Arenal. Hasta media hora se tarda en cruzarlo. Es increíble que en uno de los centros históricos más importantes de Europa los atascos estén tan cerca de la Catedral”, aseguró Enrique, un taxista que suele estar en la parada de la calle San Pablo.
Este gremio es uno de los que más sufren los problemas con el tráfico. “Estaría bien que el alcalde se paseara en taxi para que vea lo absurdo de algunas decisiones de movilidad”, llegaba a aventurar. “El otro día una carrera que podía ser corta, desde esta parada a Los Remedios fue de casi 15 euros porque tardamos casi media hora”, afirmó.
Aunque parezca que en el centro de Sevilla sólo hay turistas y personas que llegan para realizar compras o gestiones aún quedan vecinos que en muchas ocasiones tienen que planificar, según haya procesiones, manifestaciones o celebraciones varias, la hora a la que hacer sus desplazamientos.
“Hay veces que me da miedo que me pase algo porque cómo va a llegar la ambulancia si no hay sitio para que pasen los coches”, comenta Lourdes, una vecina de la zona del Muro de los Navarros. Esta es otra de las vías especialmente sensibles junto a la calle Águilas de acceso al centro con problemas de tráfico históricamente, sobre todo en las horas punta.
Más obras
El anuncio de peatonalización de la zona de la Plaza del Duque y Santa Catalina, que se licitarán en el primer trimestre de 2025 y las obras de la Plaza Nueva anunciadas para después de Semana Santa serán otra gran prueba de fuego para el tráfico rodado en el centro. Sevilla, al contrario que ocurre en otras ciudades turísticas europeas como Milán, Viena o Bruselas, adolece de un sistema de transporte público eficaz combinado con zonas de aparcamientos realmente disuasorios.
Este temor de Lourdes es compartido por varios vecinos de la zona del Arenal. “Sabemos que a las dos de la tarde o a la hora de la salida de los comercios es mejor no sacar el coche, una situación que se complica cuando hay toros, alguna prueba deportiva como la Nocturna o alguna procesión. Entonces es mejor quedarte en casa”, argumentó Charo, una vecina “de toda la vida” como ella misma dice.
No son los únicos damnificados de esta especie de “operación jaula” en la que se convierte el centro de la ciudad en determinadas horas, sobre todo los fines de semana. Hay muchas personas que tienen sus negocios en esta zona. Una de ellas es Maru Amarante, una arquitecta que tiene el estudio en San Pablo.
“Cuando empecé a trabajar aquí me compré una moto y gracias a eso puedo moverme mejor y callejear hasta el Arenal para salir por el Paseo Colón”, recordó. Un solo dato ilustra cómo se plantean los desplazamientos desde la oficina. “Por ejemplo, si tenemos que ir desde la Magdalena hasta la Diputación, tenemos comprobado que tardamos menos andando que en un taxi”, aseguró.
Marta, que trabaja en uno de los comercios del eje Velázquez-Tetuán aporta un dato que ilustra claramente la situación. “No hace mucho un taxista me pidió por favor si me podía dejar en la puerta de la iglesia de la Magdalena para poder reincorporarse hacia la calle Torneo y no perder demasiado tiempo (y dinero) para seguir recogiendo pasajeros”.
Un punto común entre todos los afectados es la sorpresa por la falta de presencia de la Policía Local para regular la circulación. “Lo mismo si se pasearan los agentes se respetaban más las señales de acceso restringido a determinados vehículos”, afirmó uno de los conductores que salía del parking de Albareda.
Es cierto que las obras son necesarias para mejorar un pavimento que “está lleno de baches”, como señaló Gustavo, que habitualmente utiliza la moto para sus desplazamientos “desde la ronda histórica hacia dentro”. Pero también comentó que los atascos “no son exclusivos del Arenal o del Paseo de Colón , las dos nuevas rotondas tras las obras del tranvía en la Avenida de San Francisco Javier son otro de los puntos con los que más problemas de tráfico me encuentro cuando me desplazo por la ciudad, por no hablar de la avenida de las Razas. Cuando se corte también Reina Mercedes se puede ver un problema a la hora de circular por la zona Sur de Sevilla”.
Estos problemas exigen un estudio detallado del tráfico de una ciudad que está cambiando hacia un modelo cada vez más metropolitano. Los datos lo avalan. Sevilla pierde población, pero sufre hasta un 24% más de densidad de circulación en los accesos a la ciudad por el aumento de vehículos de los municipios del entorno. Un dato que corrobora el Centro de Gestión de la Movilidad del Ayuntamiento.
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