La presión vecinal revoca el acuerdo del Pleno para renombrar la Plaza de la Alianza

Todos los grupos respaldan una moción del PSOE para mantener el rótulo y dedicar a Indalecio Prieto el espacio que hay delante de Hacienda · El gobierno iba a ejecutar el cambio a los tres años de su aprobación

El primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, atiende la protesta de los vecinos de Santa Cruz en el andén municipal hace unas semanas.
El primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, atiende la protesta de los vecinos de Santa Cruz en el andén municipal hace unas semanas.
C. J. C.

18 de julio 2009 - 05:03

Los vecinos del barrio de Santa Cruz consiguieron su propósito de mantener la Plaza de la Alianza en el nomenclátor sevillano. Han doblegado al gobierno local de PSOE e IU en su intención de renombrar este espacio como Plaza del Ministro Indalecio Prieto junto al catálogo de calles y plazas cuyos rótulos han sido revisados en aplicación de la ley de Memoria Histórica para borrar cualquier rastro de la dictadura de Franco en el callejero de la ciudad.

La Plaza de la Alianza, no obstante, se ha salvado de esta revisión histórica gracias a la perseverancia de un grupo de vecinos que, apoyados por el grupo municipal del PP, han logrado detener la iniciativa e incluso que la Corporación del Ayuntamiento de Sevilla revoque por unanimidad un acuerdo plenario de mayo de 2006 por el que se aprobó el cambio de nombre por el del dirigente histórico del PSOE.

El Pleno aprobó ayer por unanimidad devolver el nombre de Plaza de la Alianza a su enclave de Santa Cruz tras una propuesta urgente elevada a debate por el PSOE al objeto de mantener la citada denominación y bautizar con el nombre de Ministro Indalecio Prieto los aledaños de la delegación de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, en la calle Santander, tal y como propusieron los vecinos del entorno.

El edil socialista Juan Antonio Martínez Troncoso defendió ayer la moción y enalteció la figura de Indalecio Prieto como ministro de Hacienda de la II República, ya que como político consumó la entrega al patrimonio municipal de los Reales Alcázares de Sevilla, actualmente declarados Patrimonio de la Humanidad. En este sentido, sostuvo que "quizá" a dicho ministro le corresponda "mejor" un reconocimiento ante el edificio que actualmente ocupa la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, una zona que, según el texto del acuerdo, se encuentra innominada.

El resto de la propuesta del PSOE propone "iniciar" los procedimientos administrativos correspondientes a la denominación de la Plaza de la Alianza con este mismo nombre en el callejero de la ciudad para dejar inactivo el acuerdo plenario de mayo de 2006 que aprobó rebautizar este enclave.

La fuerte oposición vecinal al cambio de denominación de la plaza arrancó en 2006, cuando la entonces presidenta del Pleno instó a los efectivos policiales a desalojar a un grupo de vecinos del Consistorio por las protestas proferidas tras la aprobación del la propuesta con los votos de PSOE e IU. El propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, propuso entonces una solución "conciliadora" para rotular el espacio como Ministro Indalecio Prieto y dejar en pequeño la leyenda Antigua Plaza de la Alianza, como se llama desde 1968 en alusión a una antigua fábrica de tejidos instalada allí. Vecinos y oposición rechazaron esta opción y han mantenido durante estos tres años el pulso hasta el extremo de impedir hace unas semanas la tarea de los operarios municipales enviados para retirar el rótulo cerámico.

La concejal del PP Amidea Navarro reclamó información sobre "quién" ordenó la retirada del rótulo pese al anuncio del primer teniente de alcalde del Ayuntamiento y portavoz municipal de IU-CA, Antonio Rodrigo Torrijos, de que la decisión de rebautizar la plaza había quedado "congelada".

De hecho, mientras una representación del colectivo de vecinos asistía al Pleno, en el que tenía concedida la palabra la portavoz de la asociación, María José del Rey, en el turno de ruegos y preguntas, Rodrigo Torrijos felicitó a las partes por haber alcanzado un consenso en torno a la resolución del conflicto, entendiendo que el caso constituye una prueba de "buen gobierno". En ese sentido, lamentó el "tono amenazante" del PP en lo que a su defensa de la denominación de la Plaza de la Alianza se refiere, advirtiendo que la plaza puede cambiar de nombre "si la democracia" así lo determina.

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