Un 'acueducto' en la Cartuja para ensayar soluciones contra el calor

Urbanismo sostenible

El proyecto Qnat está ejecutado al 30% y servirá para paliar el efecto de plazas duras y otras reurbanizaciones

Una calle adaptada al cambio climático

El 'acueducto' toma forma en el proyecto Cartuja Qnat. / Antonio Pizarro
María José Guzmán

30 de septiembre 2021 - 06:05

El proyecto Cartuja Qnat toma forma tras cuatro meses de obras y se convirtió ayer en un referente del urbanismo sostenible e innovador que defiende el Ayuntamiento de Sevilla para los nuevos tiempos. Esta iniciativa de transformación urbana que se ejecuta en la avenida Thomas Alva Edison permitirá recuperar un legado de la Expo del 92, un auditorio, y construir un nuevo zoco, que será una zona de esparcimiento y ocio en la isla, pero sobre todo el objetivo es ensayar un nuevo sistema de climatización sostenible que atempere la ciudad, esto es, que reduzca el calor hasta máximas de 28 grados.

Pero hay algo más, según apunta el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, pues la finalidad es también que las conclusiones que se obtengan de este proyecto se puedan aplicar en otros puntos de la ciudad, reduciendo así el efecto de las plazas duras, pro ejemplo, y otras reurbanizaciones sin apenas sombra.

Los trabajos están previsto que finalicen en unos seis meses y ya están ejecutados al 30%, aunque hay algunas fases más avanzadas. Muñoz encabezó la visita realizada este miércoles a las obras tras el consejo de administrición de la empresa Emasesa, que dirige los trabajos, y cuyo consejo preside ahora este delegado.

Cartuja Qnat es un concepto difícil de explicar, pero los técnicos que participan en el proyecto aseguran que funciona. En concreto, se trata de replicar un sistema de refrigeración natural basado en el uso del agua y el aire para crear un microclima especial más sofisticado del que tuvo la isla de la Cartuja durante la Expo del 92. La inspiración es una tradición con más de once siglos de antigüedad utilizada por el pueblo persa para amortiguar las altas temperaturas. Y los ingenieros aseguran que éstas podrán bajar hasta diez grados. De hecho, las pruebas se han hecho a temperaturas de 37 grados en el exterior, aunque podría ser efectivo hasta los 41 grados. Pero habrá que esperar hasta la próxima primavera para sacar más conclusiones.

A la espalda de la Facultad de Comunicación, en la Cartuja, lo más visible es una estructura que se levanta a modo de acueducto.

Los delegados Antonio Muñoz y David Guevara visitan las obras. / Antonio Pizarro

Un modelo de futuro

"Éste es un proyecto por tanto estratégico que responde a un modelo de ciudad que hemos marcado en nuestro Plan Sevilla 2030 y que se enmarca dentro de los Objetivos de Desarrollo Urbano Sostenible", comenta Antonio Muñoz, delegado municipal de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura.

"Queremos, con este tipo de proyectos, contribuir desde Sevilla a que Andalucía sea un referente en innovación, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. Queremos aplicar los fondos europeos para desarrollar iniciativas que sirvan de ejemplo fuera de nuestra comunidad autónoma, pero que además contribuyan a generar actividad económica y empleo en un sector (la sostenibilidad y la eficiencia energética) que debemos liderar desde Andalucía", añade.

Cartuja Qnat, la Avenida de la Cruz Roja, el Greco, el tanque de tormentas de Kansas City, Ronda de Tejares, la reordenación completa del sistema de aguas residuales, el corredor verde de Nervión, la ampliación del tranvía.... son proyectos que responden a un modelo de ciudad sostenible, habitable y comprometida, según el Ayuntamiento de Sevilla.

El ingeniero de Emasesa José Luis López explica el avance de los trabajos, centrados ahora en el zoco, una plaza semienterrada con una cubierta que se utilizará como espacio de encuentro y esparcimiento. Se encuentra justo a la mitad de la avenida, tras el anfiteatro y dispondrá de una cubierta con forma de acordeón donde se instalarán placas solares para generar la energía. A cada lado del edificio se han instalado los qanat, que son dos grandes canales por los que circulará el agua ya refrigerada que atemperará el ambiente en el interior.

El proyecto tiene cuatro ejes principales: el anfiteatro, el zoco, el qnat y el acueducto. El anfiteatro es el que se usó en la Expo como quiosco de espectáculos y que se encuentra ahora deteriorado. La idea es adecuarlo e incorporarlo dentro de este sistema de control térmico a través del enfriamiento del aire mediante el uso del agua del estanque y de los qanats. En estos momentos se han culminado ya los trabajos de limpieza y preparación de la estructura metálica existente y esta semana comienza la imprimación y pintado de los pilares verticales. La cubierta se va a sustituir por una nueva textil con propiedades bioclimáticas. Y el proyecto se encuentra ejecutado en un 75%.

Un qnat que será soterrado y por donde discurrirá el agua. / Antonio Pizarro

La obra de mayor envergadura se observa en el zoco, un edificio semienterrado de 750 metros cuadrados, que podrá compartimentarse en subespacios según múltiples patrones para permitir la realización simultánea de diferentes actividades. El zoco se situará a dos metros en depresión respecto al nivel de la avenida para minimizar la entrada de aire exterior. El cierre se completará con barreras semitransparentes en las dos dimensiones principales. Se han completado ya al 100% la estructura de hormigón y al 60% la del recinto anexo. Y esta misma semana comienzan a llegar las cerchas de la estructura metálica.

En lo que será el qanat, ya se han ejecutado los trabajos de montaje de la tubería enterrada de la margen oeste y distintas fases del hormigonado. Y ahora comienza el nuevo montaje del marco de hormigón, entre otros.

En el acueducto se están realizando los trabajos de limpieza y adecuación de la base de los pilares, reposición de tramos afectados y hormigonado de las zapatas, obra ejecutada ya al 60%.

La visita demuestra un buen ritmo de los trabajos, de acuerdo con las previsiones y con el objetivo de poder culminar los trabajos antes de que acabe el primer trimestre de 2022, según confirmaron los responsables de Emasesa.

Cartuja Qnat es un proyecto que cuenta con financiación europea a través del programa Urban Innovation Action (80% de los recursos) y que se impulsa gracias a la alianza entre Emasesa, la Gerencia de Urbanismo, el área de Empleo del Ayuntamiento, el CSIC, la Universidad de Sevilla, el PCT Cartuja e Innovarcilla. En total, son cinco millones de euros para el proyecto en su conjunto y 3,5 para las obras que se ejecutan desde junio en la Cartuja.

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