El veto para abrir nuevos bares se mantiene y las ventas caen un 15%
La declaración de Zona Saturada de Ruidos se prorroga de nuevo sólo por un año en 8 calles de Triana y Los Remedios · Los hosteleros negocian con el Ayuntamiento para que se eliminen las limitaciones en el centro
El sector de la hostelería de Sevilla lanzó ayer un mensaje a las autoridades municipales para que abran la mano a la concesión de nuevas licencias para la apertura de bares y restaurantes tras un año en el que el negocio ha caído hasta un 15% con respecto al año anterior, ejercicio en el que ya se dejó notar también la crisis económica.
La mediación de la patronal de Hostelería de Sevilla ha servido para que el Ayuntamiento prorrogue de nuevo la declaración de zona acústicamente saturada en algunos puntos de la ciudad sólo durante un año, en lugar de tres como marcaba el reglamento. Así, la prohibición de abrir nuevos negocios en los barrios de Triana y Los Remedios se prolonga durante sólo 12 meses con la esperanza, según las manifestaciones del gobierno local, de poder ir levantando los vetos si se reducen los niveles de ruidos en dichas zonas. Esta circunstancia podría beneficiar a calles como Betis, donde ya se renovó la prórroga, y donde las mediciones parecen indicar un descenso de los decibelios.
La junta de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó ayer mantener el veto sólo durante un año más en la Plaza del Altozano, las calles San Jacinto, Rodrigo de Triana, Victoria, Pagés del Corro, República Argentina, Plaza de Cuba y Dársena del Río, según concretó ayer la portavoz del gobierno, Maribel Montaño.
Esta prórroga implica, según el Reglamento de Protección Contra la Contaminación Acústica en Andalucía y la Ordenanza Municipal Sobre Protección del Medio Ambiente en Materia de Ruidos y Vibraciones, que en los próximos meses no se podrán abrir nuevos bares pero que, además, se extremará el mayor control para conseguir una reducción de los niveles sonoros en los exteriores. También se prohíbe la instalación de veladores en la calle y las obras de mejora o ampliación.
A pesar de los límites, el sector hostelero recibió con agrado la noticia, pues se atiende a una petición ya formulada desde la patronal, que busca soluciones para paliar las pérdidas por la crisis. Aunque entendió que hace falta un mayor impulso para el sector. Juan Robles, presidente de la Asociación de Hosteleros, adelantó que el colectivo está negociando con el Ayuntamiento la eliminación de las limitaciones a nuevos bares, además de en otras zonas de Los Remedios, en puntos céntricos como el entorno de la plaza de la Alfalfa y calles próximas a la Alameda de Hércules, donde se tramita la declaración de zona saturada de ruidos (ZAS). "La prohibición de la botellona en estas zonas ha provocado que los niveles de ruidos de muchas de estas calles disminuyan", confirmó el presidente de los hosteleros.
Robles insistió en la necesidad de flexibilizar las medidas para garantizar el derecho al descanso. "Afortunadamente el sector no se ha parado seco, pero aún así se ha notado un descenso del turismo y eso se traduce en menos clientela y menos consumiciones". Las estadísticas oficiales señalan una bajada de hasta el 30% del turismo en la ciudad. Según los datos de la asociación, junio y julio han sido los peores meses del año, aunque durante el mes de agosto se han estabilizado algo las ventas: "Ahora mismo estamos esperando que la gente se recupere de la crisis y comiencen a consumir".
Sevilla cuenta actualmente con 13 zonas declaradas saturadas de ruidos, que coinciden prácticamente con las grandes concentraciones de la movida. Estas zonas son Montecarmelo, Virgen de la Cinta, la Alfalfa, Gavidia, Reina Mercedes, Arenal, Triana Norte, Viapol, el entorno de la calle Betis, Plaza de Armas, Nueva Torneo, Kansas City y Blanco White.
El pasado mes de julio la Delegación municipal de Medio Ambiente confirmó que su intención era levantar la calificación de ZAS en tres zonas, en concreto, del centro y Los Remedios. De hecho, el procedimiento será ir revisando las mediciones calle por calle y estudiar una por una las licencias que se otorguen. El objetivo es redefinir antes de que acabe el año el mapa de los ruidos de la ciudad, después de que los primeros resultados de los estudios elaborados por los técnicos apunten a reducciones del nivel de decibelios en varias calles.
La patronal de la hostelería, así como los vecinos afectados por los ruidos, urgieron ayer de nuevo al Ayuntamiento que agilice estas mediciones. Estas medidas coinciden también con la aprobación de la nueva ordenanza de instalación de veladores en la ciudad, una regulación que implicará una homologación estética de las terrazas de los bares y que también servirá para vigilar las irregularidades y equilibrar los intereses de los hosteleros con los de los residentes.
No hay comentarios