El abandono del río Pudio
Diferentes asociaciones denuncian la paralización y el abandono del proyecto de recuperación de este arroyo, que desde hace años está en "pésimas" condiciones
Varios colectivos de ciudadanos de Sevilla y el Aljarafe pidieron ayer a la Gerencia Provincial de la Agencia del Agua que no recorten el proyecto de recuperación ambiental del río Pudio.
Este arroyo, que recorre de norte a sur la zona oriental del Aljarafe, se encontraba en un pésimo estado desde hacía años y, en 2006, el Ministerio de Medio Ambiente y la entonces consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, anunciaron la ejecución de un proyecto gracias al cual se recuperaría este enclave medioambiental.
Sin embargo, en 2009, las competencias de este plan fueron transferidas a la Agencia Andaluza del Agua y el proyecto fue retomado desde la delegación provincial de Medio Ambiente. Desde ese momento, asociaciones como Aljarafe Habitable, Ecologistas en Acción o la Asociación en Defensa del Territorio del Aljarafe (ADTA), denunciaron que las actividades en torno a este enclave empezaron a decrecer, hasta el punto de que, según ellos, en la actualidad, están completamente paralizadas.
Desde la Consejería de Medio Ambiente se aseguró que las obras no estaban paralizadas, aunque se esgrimieron varias razones por las cuales éstas se habían estancado. Entre ellas, la "dureza" ambiental del proyecto. Según el delegado provincial, Francisco Javier Fernández, es un plan poco ecológico que debería modificarse. Por otra parte, desde la Administración se afirma que falta dinero, aunque el 75% del presupuesto de 10 millones de euros se paga con fondos europeos.
Todo esto no lleva sino a perjudicar una zona que ha sido castigada desde hace muchos años. La cuenca del río Pudio sufre, desde hace tiempo, varias amenazas. Entre ellas, se encuentra el desarrollo agrícola, el cual ha eliminado la fauna que acompañaba su cauce. Además, la principal causa que ha provocado la degradación del agua de este río son las aguas residuales, urbanas e industriales, y los vertidos ilegales. También, los residuos de vertederos situados en las cercanías han impactado negativamente en la calidad del agua.
Por si esto fuera poco, la construcción de nuevas zonas residenciales han provocado que el uso del suelo haya cambiado de agrícola a urbano o industrial. Además, el proyecto de la autovía SE-40 es otra de las grandes amenazas, ya que su trazado cruzaría el valle de este arroyo, lo cual causaría la desaparición de 45.000 olivos y la sustitución de una franja de 150 metros de ancho de suelo verde por otra de asfalto en una longitud superior a los 15 kilómetros.
El río Pudio atravesaba en la época de los romanos yacimientos de azufre que le daban un olor putrefacto, putidus en latín, de donde toma su nombre actual. Es una arroyo que nace en el término municipal de Olivares y que confluye con el Guadalquivir en Coria del Río, descendiendo desde su nacimiento a su desembocadura unos 178 metros. La cuenca tiene una longitud de 22 kilómetros y una anchura de entre 3 y 8 metros. Su caudal es muy irregular, ya que, aunque en verano puede llegar a desaparecer, en otras estaciones del año ha llegado a provocar inundaciones ocasionales.
Desde las asociaciones de ciudadanos que denuncian la actual situación en la que se encuentra el proyecto de recuperación del Pudio piden que se clarifique públicamente el verdadero estado presupuestario, administrativo y técnico, en el que se halla el plan.
Además, exigen que no se reduzca el ámbito, el alcance y las perspectivas de un proyecto que beneficiaría a 350.000 habitantes de la zona y que, según el portavoz de la asociación Valencina Habitable, Eduardo Apellániz, no supondría un gasto anual superior al millón de euros.
"La precaria situación del proyecto del río Pudio contrasta con las positivas expectativas abiertas por otros proyectos posteriores, relacionados con la recuperación de entornos fluviales en Sevilla", refiriéndose Apellániz a planes que se llevarán a cabo en el río Guadaíra, en el Muelle de Nueva York y en la Ribera de San Jerónimo.
El proyecto de restauración ambiental del arroyo fue iniciado en septiembre de 2008 "a buen ritmo", según el presidente de la ADTA, Juan Antonio Morales, quien asegura que este proyecto se anunció a bombo y platillo. "Se creó hasta un concurso para elegir una mascota para el río Pudio. ¿Qué tiene que responder ahora el consejero ante las expectativas creadas a los vecinos del Aljarafe?".
La reforestación del río debía haber comenzado a mediados de 2009, sin embargo, "las lluvias provocaron que todo se paralizara", afirmó Morales. Los responsables de hasta ocho asociaciones diferentes se han reunido varias veces con la Administración en busca de respuestas, aunque según dicen, los argumentos recibidos "no son creíbles".
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Leandro del Moral, describe el entorno del Pudio hace pocos meses como "una alcantarilla a cielo abierto". Y es que en 2008, comprobaron que no existían evidencias de vida alguna en el caudal del río, "algo que empezó a cambiar con el inicio de las obras. Ahora hay una fauna variada, debido a que la recuperación ha sido notable".
Desde las asociaciones denunciantes, se advierte que si no reciben respuesta alguna desde la Administración, tomarán medidas a partir de septiembre. "Haremos todo lo que esté en nuestra mano. El entorno de este río es muy importante y no entendemos cómo un proyecto tan demandado ha sido abandonado".
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