Zoido promete una bajada de tributos y la potenciación del aeropuerto
Confirma que tendrá un gobierno de siete áreas y un concejal por cada distrito
Un gobierno de medidas prácticas más que ideológicas, que apostará por una bajada de tributos municipales, por el potenciamiento del aeropuerto con una plataforma logística especial para carga y descarga, por favorecer la creación de empresas, que tendrá como tarjeta de presentación la reducción de altos cargos y que hará de la plantación de árboles una de sus señas de identidad. El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla y candidato a la Alcaldía en las próximas elecciones municipales de 2011, Juan Ignacio Zoido, desarrolló ayer algunas de las claves de su gobierno en caso de alcanzar la Alcaldía. Zoido se refirió directamente a la necesidad de ejercer políticas de "austeridad" para que la capital hispalense "funcione como un reloj". En la conferencia celebrada ayer en el Hotel Alfonso XIII, Zoido señaló la necesidad de "cambiar ideología por gestión" y de poner en marcha "un Ayuntamiento realista, que sepa lo que tiene, lo que debe y sea responsable de lo que hace". Manifestó su intención de bajar los tributos municipales si es alcalde a partir de 2011 y garantizó que eliminará la tasa por licencia de apertura mientras que el crecimiento del PIB esté por debajo del 1%.
Consideró "inaceptable" que haya 20 delegados municipales para gestionar 31 delegaciones, por lo que anunció, tal como avanzó Diario de Sevilla, que si logra formar gobierno reducirá este organigrama, de modo que haya siete áreas de gobierno y once concejales exclusivamente dedicados a cada uno de los distritos de la ciudad, además de disminuir el número de estructuras administrativas, cargos de confianza y asesores. Zoido quiere auténticos alcaldes de barrio que mantengan el día a día del contacto con los vecinos al estilo de Teófila Martínez en Cádiz y de Pedro Rodríguez en Huelva. "Para que una ciudad funcione el primero que tiene que dar ejemplo es su Ayuntamiento", afirmó el portavoz popular, quien señaló la necesidad de "potenciar el papel del funcionario de carrera reconociendo su capacidad y competencia", de tal forma que no se externalicen los proyectos más de lo preciso, y de situar al frente de las empresas municipales a "directivos de acreditada competencia" evaluados previamente por una comisión especial.
Realizó una promesa concreta con crítica velada al actual gobierno al apuntar que no utilizará "las empresas públicas para colocar ni recolocar a ningún político" e insistió en que hay que evitar que "se dupliquen las funciones entre los distintos departamentos", además de "velar por el gasto público". Insistió en la conveniencia de que "vuelvan a la gestión municipal los conceptos de cumplir proyectos, presupuestos y plazos", para lo que apuntó que "el Ayuntamiento necesitará una gran dosis de realismo", y apostó por "emplear el diálogo para la búsqueda de la verdad, la razón para convencer y la firmeza para ejecutar".
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