Zoido permite la primera 'botellona' del curso pese a anunciar que la combatiría

Casi 5.000 jóvenes se concentraron en el Charco de la Pava, donde las altas temperaturas provocaron que acudiera menos gente que en primavera · El amplio dispositivo policial evitó grandes incidencias.

Zoido permite la primera 'botellona' del curso pese a anunciar que la combatiría
Zoido permite la primera 'botellona' del curso pese a anunciar que la combatiría
Diego J. Geniz, Sevilla

06 de octubre 2011 - 19:33

Las botellonas resisten a los cambios de gobierno. La nueva corporación local no pudo impedir que casi 5.000 jóvenes se dieran cita ayer en el Charco de la Pava, pese a los intenciones del alcalde, Juan Ignacio Zoido, de que no se produjeran más concentraciones de este tipo, tal como afirmó días después de su victoria en las urnas, cuando habían transcurrido apenas dos meses del apuñalamiento de Francisco José Guerrero en una botellona convocada en este mismo lugar la pasada primavera. Al cierre de esta edición, en la de ayer no hubo que lamentar grandes incidentes y la normalidad fue la nota dominante.

En esta ocasión la excusa para consumir alcohol en grandes cantidades era el inicio del curso. La convocatoria se había realizado de nuevo por las redes sociales. Sin embargo, la asistencia fue menor que en ocasiones anteriores, entre otros motivos, por el hecho de que no era viernes -día en en que muchos universitarios no tienen clase por la tarde- y por el sofocante calor que se registró pasado el mediodía. Las altas temperaturas (33 grados a la sombra) provocaron que la llegada de los jóvenes al Charco de la Pava fuera muy escalonada y que no se colmatara hasta bien entrada la tarde. De hecho, los grupos que acudieron se concentraban alrededor de los árboles en busca de una exigua sombra que aliviara la calor. Los primeros en llegar lo hicieron poco antes de las cinco de la tarde. Hasta dos horas después el solar que un día acogió los aparcamientos de la Expo no registro el máximo lleno: entre 4.000 y 5.000 personas, según los datos del Ayutamiento, cifras inferiores a la macrofiesta de la primavera, a la que acudieron 6.000 jóvenes y donde las incidencias fueron abundantes.

Durante las horas en las que se celebró la concentración no hubo que lamentar grandes incidentes. Un hecho que obedece, en gran medida, al dispositivo que organizó la Delegación de Seguridad y Movilidad desde el pasado miércoles, cuando mantuvo una reunión con el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), similar a la que se celebra cada año antes de Semana Santa y Feria. Fuentes del departamento que dirige Demetrio Cabello aseguraron que es la primera vez que se convoca un encuentro de este tipo para las botellonas universitarias.

En dicha reunión se acordó activar un dispositivo especial integrado por un centenar de agentes de la Policía Local, Nacional, Unidad Adscrita a la Junta, Protección Civil y operarios de Lipasam, entre otros servicios. Una de las medidas adoptadas fue requisar la mercancía que llevasen los menores para evitar que consumieran alcohol. Sin embargo, la propia Policía Local confirmó a este periódico que dicho objetivo sólo pudo cumplirse en las primeras horas, ya que cuando llegó la "avalancha" de jóvenes fue imposible inspeccionar las bolsas.

Otra de las medidas que se adoptaron fue despejar de vehículos la zona de concentración e impedir la entrada de nuevos para evitar así que los jóvenes se quedaran allí "toda la noche". Igualmente, se valló parte del perímetro del Charco de la Pava para delimitar los cuatro puntos de acceso y se instaló un dispositivo de alcoholemia en la avenida Carlos III, donde se realizaron 60 pruebas, todas ellas con resultado negativo. La sede de la Gerencia de Urbanismo, a pocos metros de donde se desarrollaba la botellona, albergó un Puesto de Mando Avanzado para coordinar a todos los efectivos y una tienda de campaña -montada a las seis de la tarde- con 10 camillas para ofrecer asistencia sanitaria.

Se trata de la primera macrobotellona en el gobierno de Zoido, quien aseguró a los pocos días de ganar las elecciones que combatiría estas concentraciones, de las que ayer señalaba que "no se pueden cambiar de la noche a la mañana", de ahí que apueste por reforzar la seguridad para evitar incidencias en lugar de impedirlas.

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