Zoido sigue sin patrocinadores para las obras del Mundobásket a falta de un año

Sevilla acogerá en el verano de 2014 el Mundial de Baloncesto, una cita deportiva que se disputará en el palacio de los deportes de San Pablo, una instalación que requiere algunas reformas. La elección de dicho espacio fue confirmada por el gobierno local el pasado mes de agosto, después de haber intentado sin éxito durante dos años atraer a un grupo de inversión potente y dispuesto a construir un pabellón multiusos para dicha ocasión y que supusiera un coste cero para las arcas municipales, pues la única aportación municipal sería la cesión de los terrenos. Dos años antes de la competición y ante la falta de iniciativa privada, el Ayuntamiento de Sevilla confirmó que la única opción para seguir siendo sede del Mundial era rehabilitar el antiguo palacio de los deportes y el alcalde, Juan Ignacio Zoido, se comprometió a buscar la financiación necesaria e incluso anunció que reclamaría formalmente la colaboración de la Junta de Andalucía que en otros eventos, como la final de la Copa Davis, se mantuvo al margen.

A día de hoy el Ayuntamiento de Sevilla sigue buscando patrocinadores y tan sólo cuenta con un proyecto de reforma de San Pablo y una partida de 300.000 euros, consignada en el presupuesto de 2013, de la que parte ya se ha invertido en la mejora de las instalaciones, que albergaron el pasado mes de enero el Mundial de Balonmano. Para dicho evento se hicieron obras de climatización en el edificio anexo y se reparó con urgencia un tramo de la cubierta. De hecho, la inversión prevista es para el arreglo del centro deportivo.

El proyecto, redactado desde el pasado mes de junio, recoge una remodelación de dicho centro, en ningún caso una ampliación. En concreto, está previsto que se mejoren y acondicionen la cubierta, los vestuarios, la pintura y la señalización, entre otros trabajos menores, según confirmaron fuentes del Instituto Municipal de Deportes (IMD). Así consta también en una respuesta escrita remitida al grupo socialista, que preguntó el pasado mes de marzo por la situación de las obras, sus costes y los planes municipales respecto al Pabellón de San Pablo.

Las obras que soportará en los próximos meses San Pablo son de poca envergadura. La intención era lograr un aforo de 10.000 localidades, unas 3.000 más de las actuales y unas 6.000 menos de las que habría proporcionado un pabellón multiusos. Esta ampliación se acometerá, si es necesario, mediante la colocación de gradas supletorias y se decidirá una vez que se inicie la venta de entradas y se conozca la demanda que probablemente variará en función de que la selección española dispute o no partidos en Sevilla. También son sedes del Mundobásket Bilbao, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid y Barcelona.

Según la respuesta remitida al PSOE, el IMD "no tiene noticia" de un posible listado de empresas patrocinadoras dispuestas a asumir la financiación de las obras de remodelación, ni cómo se distribuirían esos costes. Zoido apuntó en agosto del año pasado que su equipo trabajaría para buscar patrocinadores que se hicieran cargo del total o al menos de parte de dicho montante. Según adelantaron fuentes municipales, la próxima semana está prevista una reunión entre técnicos del IMD y de la Asociación para la promoción exterior de Sevilla (Appes) para diseñar una estrategia de búsqueda de financiación para el evento, no sólo para las obras.

Desde que Sevilla logró ser sede de este Mundial, el presidente de la Federación Española de Baloncesto, el sevillano José Luis Sáez, se ha ofrecido como mediador para buscar la inversión necesaria y ha mantenido numerosas reuniones, privadas y públicas, para avanzar en este sentido. A finales de 2011 Sáez estaba convencido de que lograría cerrar un acuerdo con un grupo inversor israelí dispuesto a edificar un gran pabellón en la Cartuja pero días después de que Zoido viajase invitado por la federación a los Juegos Olímpicos de Londres para promocionar el Mundobásket en Sevilla la idea del nuevo complejo multiusos se abandonó y se apostó por la única alternativa viable: San Pablo.