Zoido logra financiación europea por cien millones para revitalizar edificios
La tramitación de los créditos a las empresas será gestionada por una entidad bancaria privada. Se trata de reactivar inmuebles industriales que están hoy en desuso.
El alcalde tiene cerrado ya un acuerdo de financiación con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y una entidad bancaria privada por la que dispondrá de una línea de crédito de cien millones de euros que se destinarán a la revitalización de grandes espacios industriales de la ciudad. Los fondos se tramitarán por medio de un banco español con el objetivo de que todos los trámites sean mucho más rápido que hacerlo directamente por el propio Ayuntamiento. En esta gran operación, que se presentará de forma oficial con todo lujo de detalles el prómixo marzo, el Ayuntamiento va de la mano de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y de la Fundación Cajasol. Con la financiación garantizada gracias a este acuerdo, el Ayuntamiento ofrecerá a inversores privados la rehabilitación y uso de una serie de inmuebles que están incluidos dentro de un catálogo que ya avanzó en su día este periódico.
El catálogo se hizo dentro de la iniciativa europea B Team, de forma simultánea con otras capitales del continente. Se cuenta desde entonces con una herramienta de trabajo a la hora de captar el interés de los inversores. Pero los resultados a la hora de la verdad han sido escasos porque los empresarios interesado se han topado con la dificultad de encontrar el crédito para afrontar las rehabilitaciones. Por mucho que el Ayuntamiento garantizara facilidades en la tramitación de las licencias urbanísticas, los posibles proyectos han quedado varados ante los impedmentos para acceder a la financiación bancaria.
El Ayuntamiento tiene previsto igualmente la apertura de una sede especial en la que las empresas puedan recibir toda la información al detalle de los edificios que se ponen a su disposición, así como de la línea de financiación vinculada al BEI. Desde sus tiempos de líder de la oposición, Juan Ignacio Zoido siempre ha defendido la necesidad de que una ciudad como Sevilla saque el máximo partido de Europa, ya sea por la vía de subvenciones directas a proyectos concretos (labor en la que trabaja la Corporación de Empresas Municipales) o por medio de otras soluciones como la que se ha gestionado para revitalizar una serie de edificios de la ciudad que llevan años en desuso.
El Ayuntamiento lleva dos años ofreciendo un catálogo de espacios industriales de la ciudad a inversores privados para instaurar nuevos negocios y promover la recuperación de ejemplos de un patrimonio orillado y poco reconocido a pesar del valor histórico que atesora en muchos casos. Los requisitos generales son que los proyectos sirvan para crear empleo y que salvaguarden las características arquitectónicas de los edificios. El catálogo distingue entre espacios industriales históricos activados, desactivados y que mantienen el mismo uso. Los desactivados son definidos como aquellos lugares que no han sido objeto de ninguna intervención, donde ha cesado la actividad productiva original, pero que mantienen en todo o en parte las estructuras construidas anteriores. Algunos de estos espacios siguen hoy en uso, aunque "en unas condiciones de gran precariedad al no existir un proyecto integral de rehabilitación", según se detalla en los informes previos al catálogo. Los espacios desactivados que el Ayuntamiento quiere que la iniciativa privada ayude a su revitalización son los siguientes: Corral de Artesanos (Castellar, 52), fábrica de sombreros de Fernández Roche (en la calle Heliotropo), Fábrica de Tabacos de Los Remedios, talleres de Renfe en San Jerónimo, fábrica de vidrio de la Trinidad (en la avenida de Miraflores), garaje de Miraflores, Fábrica de la Cruzcampo, Fábrica de Artillería de San Bernardo (cuya apertura y reactivación es uno de los grandes objetivos de Zoido) y la antigua estación de filtraje de La Algaba.
Hay tres edificios que estaban incluidos inicialmente en este catálogo para los que el Ayuntamiento ya ha gestionado su rehabilitación y puesta en uso: las Naves del Barranco y el antiguo mercado de la Puerta de la Carne (destinados a usos de mercados gourmet) y la antigua estación ferroviaria de San Bernardo, donde se construirá un mercado de abastos, un centro deportivo y un aparcamiento subterráneo con un coste de cinco millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses. En estos tres casos la iniciativa privada tiene un papel preferente.
Entre los espacios que mantienen la actividad original se citan en el catálogo los de Astilleros, Naves del Puerto de la Raza, Tinglados del Muelle de Tablada, Construcciones Aeronáuticas, Tablada Aviación e Hytasa.
El proyecto B Team tiene como primer objetivo general el de documentar, registrar, proteger y dar a conocer a los ciudadanos mediante una base de datos los ejemplos del patrimonio industrial que hay en la ciudad de Sevilla. En segundo lugar, difunfir en España y el extranjero el catálogo en el que aparezcan detallados cada uno de los espacios, con el nombre, localización, sector económico, propietario, contexto socioeconómico, estado de conservación, etcétera. Y en tercer lugar, la elaboración de una guía interactiva y el impulso a la activación de los espacios industriales seleccionados.
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