Zoido: "Si hay que cambiar el PGOU para crear empleo, lo cambiaremos"
Foro Joly
El alcalde confirma en el Foro Joly que la deuda del Ayuntamiento supera los 600 millones, que no va a privatizar ni Emasesa ni Tussam y que, "por coherencia", derogará el Plan Centro en el Pleno del 29 de julio.
El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, aprovechó ayer su intervención en el Foro Joly para hacer balance de sus primeros 26 días de mandato en los que, reiteró, ha intentado cumplir con sus compromisos electorales y mantener la coherencia en la búsqueda de soluciones a los principales problemas de los sevillanos. En menos de un mes, el nuevo equipo de gobierno sólo ha tenido tiempo de marcar "una dirección diferente" en el Ayuntamiento, que se ha materializado en políticas austeras de reducción de las delegaciones municipales -de 21 a 7- y de altos cargos y asesores: "Quedan más reducciones; puedo asegurar que cumpliremos con el 25% menos que prometí en mi programa y que se superará la anunciada cifra de 1,2 millones de euros anuales de ahorro".
Este año no se bajarán los impuestos, aunque se espera que al final del mandato la presión fiscal de Sevilla se equipare a la media nacional. Y tras el verano se empezará a confeccionar el nuevo presupuesto para adaptarse a las necesidades reales, solucionar problemas enquistados y buscar soluciones al desempleo, según apuntó Zoido en el coloquio del foro patrocinado por Vega Real Innova.
El alcalde explicó que ha invertido estas casi cuatro últimas semanas en "montar la maquinaria", ajustar piezas para que Sevilla, como prometió, funcione como un reloj. Según resumió, en ese proceso ha depositado la confianza en los funcionarios, ha colocado en puestos gerenciales a personas de "reconocida capacidad profesional" y ha inaugurado una etapa de apertura de la información a todos los capitulares, a la vez que ha devuelto a la oposición a los órganos donde se toman decisiones.
Tras haber iniciado el proceso de descentralización de los distritos -otro de sus compromisos electorales-, la labor se centrará en atraer el empleo. Consciente de la limitación que un ayuntamiento tiene en estas competencias, Zoido reiteró que trabajará para facilitar que haya inversores que se fijen en la ciudad y se queden ella, como es el caso de la multinacional sueca Ikea, que planea abrir un segundo centro comercial en Sevilla, una operación bloqueada a la espera de un cambio en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). "Si hay que crearlo para crear empleo, lo cambiaremos", matizó el alcalde que aseguró que se ha reunido seis veces con la empresa Ikea y reiteró que no tiene ningún problema en modificar la norma, eso sí, observando escrupulosamente la legalidad vigente. "Los especuladores saben que en Sevilla no tienen sitio. Los inversores sí. Todo el que venga a crear puestos de trabajo será bienvenido a Sevilla", precisó sin querer identificar qué otras ofertas de inversores ha recibido en las últimas semanas. Eso sí, recordó la situación de la antigua fábrica de Altadis, en Los Remedios, para la que aseguró que está buscando salidas para adaptar el edificio y generar nuevas oportunidades de empleo.
En esta línea, adelantó que, dentro de sus planes para revitalizar el río -otro de las líneas estratégicas de su campaña-, pondrá en marcha un centro en las antiguas naves de Renfe de San Jerónimo que generará empleo. El proyecto, que se financiará con fondos europeos, contará con una cubierta con placas de energía solar. La apuesta y el respeto por el medio ambiente tampoco escapan de los planes del alcalde y, por ello, evitó pronunciarse sobre el polémico dragado del Guadalquivir hasta conocer en detalle todos los informes técnicos.
Zoido recordó la necesidad de agudizar el ingenio en época de crisis como la actual y en un ayuntamiento que arrastra una deuda que, según dijo, "seguro que asciende a más de 600 millones de euros". Zoido se comprometió ayer, una vez que el nuevo gobierno haya aterrizado, a diseñar en septiembre el presupuesto municipal para poder aprobarlo en el mes de diciembre.
Zoido asume, además, la herencia de infraestructuras inacabadas que también supondrán un desembolso mayor del previsto a las arcas municipales. Es el caso de los túneles de Bueno Monreal y Los Arcos, cuyos costes se han duplicado y el plazo de ejecución casi se ha triplicado: "No puedo decir cuándo estarán, ni tampoco cuándo estará la Policía Local en La Ranilla".
En este escenario de asfixia económica, Zoido recalcó que va a ser reivindicativo con la Junta de Andalucía a la que, en primer lugar, pedirá "respeto" para todos los sevillanos". "Eso no cuesta dinero", apuntó con ironía para luego relatar sus peticiones que pasan por ayuda económica para construir o mejorar colegios y centros sociales, rehabilitar viviendas, construir la Ciudad de la Justicia, acometer la red completa de Metro y acabar otras infraestructuras.
Otro de los retos del nuevo alcalde -dice que le obsesiona- es mejorar los servicios más básicos, desde la limpieza a los transportes. En este sentido, a preguntas de los asistentes en el Foro Joly, aseguró que no entra en sus planes privatizar empresas de capital municipal, siguiendo el ejemplo de otros ayuntamientos populares. "Hace unas horas hemos constituido el consejo de administración de Emasesa y el objetivo es dar el mejor servicio al menor precio, es lo que puedo decir". Sobre la empresa de transportes, Tussam fue mucho más explícito: "¿Dónde voy con una empresa con 80 millones de deuda? Mi reto es hacerla más competitiva y mejoraré los cuadros directivos".
El nuevo equipo de gobierno asume otras herencias, como el proyecto de la Torre Cajasol. Tras conocerse que el anterior alcalde firmó dos días antes de las elecciones un convenio con la entidad promotora para ceder suelo municipal a cambio de oficinas en el rascacielos, Zoido reiteró que si tiene que llegar a los tribunales para anular dicho acuerdo lo hará, pero que confía en que Cajasol comprenderá que dicho convenio "ni es justo ni ético y el tema quedará ya zanjado". "De todas formas las obras no avanzan mucho...", apuntó.
Y las setas de la Encarnación de las que dijo que, si él hubiera sido alcalde, nunca se hubiera implantado el proyecto. Tampoco hubiera ejecutado el Plan Centro, un blindaje al tráfico privado que derogará en el pleno del 29 de julio, "por coherencia" después de haberlo criticado desde el minuto 1 y haber prometido que lo eliminaría de inmediato a cambio, eso sí, de acometer otras medidas en materia de movilidad que por ahora ni se han concretado ni tienen fecha. De cualquier manera, pasan por la puesta en marcha de líneas de microbuses que atraviesen el centro y la licitación de algún aparcamiento en la corona del centro. También otro en Triana pues, tras las últimas peatonalizaciones , como la de San Jacinto, comercios de la zona han notado la bajada de clientes procedentes del Aljarafe. ¿Significa que está en contra de las peatonalizaciones? "Depende", fue la respuesta para más de una cuestión. Al final, Zoido quiso dejar al menos algo muy claro: que en algunos proyectos puede compartir el fondo, pero no las formas del anterior gobierno.
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