Zapatero se enfrenta a Garzón
Memoria histórica
El ex presidente defiende la Transición y la Ley de Amnistía del 77 frente a un ex juez Garzón que acusa a los gobiernos y a la justicia de someter al "silencio" a las víctimas del franquismo.
Dos iconos del progresismo español enfrentados amigable, pero decididamente, en el ring de las ideas. El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero mostró este lunes su cara menos bambi, su perfil más pragmático y de estadista, en un breve pero vibrante debate que sostuvo con el ex juez Baltasar Garzón a cuenta de la necesidad o no de crear en España una comisión de la verdad que investigue los crímenes del franquismo, al igual que han hecho algunos países latinoamericanos con sus respectivas dictaduras. El político dejó clara su oposición a la creación de dicha comisión de la verdad (así la llaman sus partidarios) invocando al espíritu de reconciliación de la Transición plasmado en la Ley de Amnistía de 1977. Por su parte, el jurista, reconvertido en conferenciante y activista, denunció el "silencio" al que han sido sometidas las víctimas de la dictadura por todos los gobiernos (a excepción de los de Zapatero) y culpó a la justicia española de "no haber hecho nada" por éstas. Eso sí, en todo momento el debate fue casi cariñoso: ambos personajes se tuteaban y se llamaban por sus respectivos nombres de pila.
El curioso desencuentro se produjo en el paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, en el marco de la inauguración del seminario internacional Transiciones democráticas y calidad de la democracia: perspectivas comparadas Brasil-España, que organizado por la UPO y la Universidad Internacional de Andalucía, forma parte del ya veterano máster en Derechos Humanos, Interculturalidad y Desarrollo.
Tras una conferencia en la que Zapatero defendió su Ley de Memoria Histórica y que había transcurrido según lo previsible, la sorpresa surgió cuando, en el turno de preguntas, el secretario Nacional de Justicia de Brasil, Paulo Abrao, le preguntó si era partidario de crear en España unacomisión de la verdad para investigar los crímenes de la dictadura. "No. Eso quedó firmado en la Transición de una manera muy solemne", aseguró el ex presidente dejando clara su oposición a la derogación de la Ley de Amnistía del 77 por la que se perdonaron los delitos tanto de la oposición al franquismo como de los funcionarios encargados de su represión. Zapatero subrayó que la Ley de Amnistía le parecía una "decisión acertada" y que el paso del tiempo no le iba a hacer "cambiar de opinión". En esta línea, antes había recordado que dicha ley fue aprobada por el 90% de los parlamentarios y que sólo Alianza Popular (antiguo PP) se opuso a la misma. "La Transición la hicieron nuestros padres pensando en nuestros abuelos y yo no quiero dar lecciones a nuestros padres. La reconciliación está en el ADN de nuestra democracia", dijo.
Poco después le tocó el turno de palabra a Baltasar Garzón: "Mañana voy a discrepar bastante de ti, pese al cariño que nos tenemos", aseguró el ex juez en referencia a su intervención en el seminario este martes. "Yo estoy enfáticamente a favor de la comisión, porque es una necesidad y una terapia democrática en este país", se expresó Garzón entre los aplausos del auditorio. Además, acusó a los gobiernos, excepto a los de Zapatero, de someter a un "silencio oficial permanente" a las víctimas y aseguró que "una comisión es lo mínimo que se les debe".
Frente a los principios de "democracia, consenso y reconciliación" que fueron, según Zapatero, los fundamentos de la Transición y su "gran acuerdo social", Garzón opuso las palabras "verdad, justicia y reparación". El ex juez apuntaló sus palabras con el prestigio del recién fallecido Mandela y recordó su frase de que "un pueblo que no es capaz de reconocer lo que ha sufrido está condenado a volver a sufrir los mismos hechos".
Garzón puso en duda que la Transición haya traído la reconciliación entre los españoles y aseguró que "todavía salen ampollas" cuando se trata el tema del franquismo. "¿Dónde está la reconciliación?", se preguntó retóricamente Garzón, "hablamos de reconciliación cuando en esta ciudad los ayuntamientos anteriores habían cambiado nombres de calles [franquistas] por nombres democráticos y ahora se están cambiando por los de santos y cofradías", dijo en clara mención al reciente cambio de la calle Pilar Bardem por el de Nuestra Señora de las Mercedes.
El jurista, que está inhabilitado como juez debido a una condena por prevaricación por las escuchas ilegales a los abogados del caso Gürtel, tuvo también unas palabras muy duras para sus antiguos compañeros de la carrera judicial y se preguntó "cuándo va a pedir perdón la Justicia por no haber hecho nada jamás".
Finalmente, Baltasar Garzón aseguró sentirse más cercano en la cuestión de la reparación a las víctimas de las dictaduras a países como Brasil, Argentina, Colombia Uruguay o China, y recordó que entidades como Human Rights Watch, Amnistía Internacional o la propia ONU han reclamado una investigación a fondo que permita sancionar a los responsables de los crímenes de la Guerra Civil y la dictadura.
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