Yihadismo en Sevillla: seis detenidos desde la operación de la Semana Santa de 2019

Con los dos de Montellano, seis personas han sido arrestadas en operaciones policiales contra el terrorismo islámico en los últimos cinco años

La Policía abortó un atentado que dos jóvenes marroquíes preparaban contra la Semana Santa de Sevilla

Tres operaciones se desarrollaron en la capital andaluza, otra en La Rinconada y una en Montellano

Por el momento han sido condenadas dos personas, con penas leves

Registros en Su Eminencia, el Miércoles Santo de 2019.
Registros en Su Eminencia, el Miércoles Santo de 2019. / Antonio Pizarro

La operación de la Policía Nacional en Montellano es la quinta investigación contra el terrorismo islámico desarrollada en Sevilla en los últimos cinco años. Es, además, la ocasión que más cerca ha estado de que el sospechoso llevara a cabo sus planes, pues el presunto yihadista tenía ya una bomba casera lista para usarla y sólo faltaba cebarla con el explosivo. Su idea era atentar contra el instituto del pueblo, en el que cursaba estudios y en el que ya había protagonizado un incidente hace unos meses, tras amenazar con un cuchillo a unas compañeras y a una profesora. La Policía abortó el atentado la tarde del pasado domingo 21 de enero, justo después de que el activista probara el explosivo en un descampado a las afueras del pueblo.

Así lo explica el juez de Menores de la Audiencia Nacional José Luis de Castro en el auto emitido el pasado martes, en el que decretaba el internamiento en régimen cerrado por un periodo de seis meses prorrogable del adolescente de 17 años de nacionalidad siria, que llegó a Montellano hace dos años como refugiado, huyendo de la guerra, en compañía de su familia. Residía en este pequeño pueblo de la Sierra Sur junto con su madre y su hermana menor, de 8 años. Al sospechoso se le investiga por su integración en la organización terrorista Daesh y por tenencia de explosivos. La madre fue detenido pero puesta en libertad por la propia Policía, sin que pasara a disposición judicial.

La casa donde el detenido vivía en Montellano.
La casa donde el detenido vivía en Montellano. / José Ángel García

Con ellos dos, son seis las personas detenidas por su presunta vinculación con el yihadismo en los últimos cinco años en Sevilla y provincia. O cinco, si se tiene en cuenta que uno de los arrestados, Zouhair El Boudidi, de entonces 23 años, era vecino de Sevilla capital pero fue apresado por la Policía marroquí cuando fue, supuestamente, a despedirse de su abuela. Quería inmolarse en la Semana Santa de 2019.

El hijo del imán de Su Eminencia

Los servicios de información españoles alertaron a los marroquíes de que el sospechoso había viajado a su país de origen, lo que podría indicar un proceso de radicalización rápida. Ante el temor de que regresara a España preparado para atentar en Sevilla, ciudad en la que llevaba viviendo más de media vida y en la que estaba plenamente integrado, las autoridades marroquíes decidieron detenerlo.

Tras su detención, la Policía realizó en plena Semana Santa, en la tarde del Miércoles Santo, un registro de su vivienda en la que no se encontraron explosivos ni sustancias químicas. El sospechoso vivía en ese domicilio con sus padres y sus tres hermanos, en el número 88 de la calle Ortega y Gasset, en el barrio de Su Eminencia. Su padre, Abderrahim Boudidi, era el imán de la mezquita del barrio, un templo que suele estar muy concurrido, ya que está en una zona con gran presencia de población magrebí. Casi cinco años después de su arresto, el sospechoso continúa preso en Marruecos sin que hayan trascendido novedades acerca de su estado.

Unos días después, la Policía detuvo a un cómplice de Boudidi, Salah Eddine Taiebi. Los dos detenidos llevaban años en Sevilla, tenían amigos españoles, les gusta el fútbol y disfrutaron de cursos y ayudas en la Universidad. Taiebi residía en un núcleo de viviendas de la calle Thailandia, en Sevilla Este, en el que la suya era la única familia extranjera. Este joven cobró una ayuda de 200 euros de la Universidad de Sevilla para material colectivo en el curso 2017-18.

Sevilla Este

En noviembre de 2021, la Audiencia Nacional condenó Taiebi, ya arrepentido, a ocho meses y 29 días de prisión, un año y medio de inhabilitación absoluta y otro año y medio de inhabilitación especial, por un delito de autoadoctrinamiento y autocapacitación terrorista con la atenuante de confesión y cooperación tardía. En la sentencia que le condenó, que se produjo tras haber alcanzado un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y la defensa, se declaraba como hechos probados que en el mes de en octubre de 2018, el joven "entró en contacto con un compañero de estudios, en la actualidad en prisión provisional en Marruecos por presunta comisión de un delito de terrorismo yidahista como consecuencia de una investigación dirigida por la Fiscalía marroquí".

"Los contactos continuaron en el tiempo, dando lugar a una relación de progresiva amistad, en la que el anterior ejercía sobre el acusado una influencia decisiva, al extremo de causar en este último un proceso de creciente radicalización y de adhesión a los postulados del Daesh, con la subsiguiente realización de actos de formación doctrinal e ideológica y auto capacitación con el propósito de cometer una acción terrorista en la ciudad de Sevilla; en cuya preparación colaboró", añadía la resolución judicial.

La operación de la Policía Nacional en Semana Santa tras la detención en Marruecos de Zouhair El Boudidi.
La operación de la Policía Nacional en Semana Santa tras la detención en Marruecos de Zouhair El Boudidi. / José Ángel García

En el teléfono móvil del condenado y su ordenador fueron recuperadas muchas "imágenes que mostrarían localizaciones para potenciales objetivos de acciones terroristas en la ciudad de Sevilla, centradas en celebraciones religiosas y medios de transporte", como "una de las vías del tranvía de Sevilla con una gran cantidad de personas paseando"; la "zona de atracciones de la Feria" o imágenes de agentes policiales. Muchas de estas imágenes habían sido restituidas tras haber sido borradas.

La sentencia citaba "otras 124 imágenes de contenido similar", en alusión de "lugares de concentración de turistas y edificios religiosos, como la Catedral", la "zona del Guadalquivir a la altura de Torre Sevilla" o las gradas del estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Una de las imágenes detectadas contenía la amenaza yihadista enfocada específicamente en España emitida a través de la plataforma AI Muntasir Media, que instaba en un video a lanzar ataques durante la Semana Santa.

San Blas

La tercera operación antiyihadista, y hasta ahora la última en la capital andaluza, tuvo lugar en diciembre del año 2021 en la calle San Blas, en el centro de Sevilla. La Guardia Civil detuvo el día 20 del citado mes a un presunto yihadista pakistaní, Shafqat R.K., que hizo apología del terrorismo en las redes sociales. La operación la llevó acabo el Servicio de Información de instituto armado, que desplazó a sus agentes desde Madrid hasta la capital andaluza para practicar la detención. Lo hizo siguiendo las órdenes del juzgado Central de Instrucción número 5 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

La investigación se inició tras detectar a un usuario en una conocida red social que realizaba "una profusa difusión del mensaje del ideario yihadista" y de la que hacía un "uso innovador". Sus publicaciones hacían alusiones a atentados terroristas, con continuas referencias a sus autores y a la yihad violenta. En una de sus publicaciones hacía referencia al actor solitario Zaher Hassan, quién protagonizó un atentado terrorista en septiembre de 2020, atacando a dos personas con arma blanca en Francia, bajo el convencimiento de que eran trabajadores del semanario Charlie Hebdo.

El detenido en San Blas.
El detenido en San Blas. / DGGC

El detenido en Sevilla era militante de una organización extremista asentada en Pakistán, la cual tiene una intolerancia extrema sobre aquellos asuntos percibidos como contrarios al Islam y pide que se ejecute a todos los presuntos blasfemos contra esta religión. Este tipo de narrativa, según la Guardia Civil, tiene un claro paralelismo con los argumentos que ofrecen los grupos salafistas yihadistas para inspirar acciones violentas, como el ataque perpetrado contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo en respuesta a las caricaturas de Mahoma, planificado y ejecutado por miembros afines a la filial de Al Qaeda, AQPA.

Durante el tiempo que este individuo estuvo monitorizado, los investigadores observaron una constante deriva hacia la yihad violenta con una rápida radicalización, difundiendo en sus redes sociales publicaciones prototípicas del ideario yihadista. En estas se jactaba de la "reconquista" talibán de Afganistán, declarando que era un primer paso de la toma de occidente.

El pakistaní aceptó en un juicio celebrado en la Audiencia Nacional ser condenado a cuatro años de prisión por delitos de enaltecimiento terrorista y de autoadoctrinamiento y recepción de adiestramiento militar. El acusado llegó en septiembre de 2023 a un acuerdo de conformidad con el fiscal, que rebajó su petición inicial de seis años y medio de cárcel ante la confesión de los hechos por parte del acusado.

La Rinconada

La penúltima operación antiyihadista en Sevilla tuvo lugar en La Rinconada el pasado mes de diciembre. En este municipio fue detenido un activista de Daesh por difusión de propaganda yihadista a través de redes sociales. El detenido utilizaba plataformas de mensajería instantánea encriptadas para mostrar su apoyo a las tesis yihadistas de la organización terrorista. Mediante la creación de numerosas cuentas de redes sociales, participaba en grupos y canales cuyo objetivo principal era la divulgación de contenidos yihadistas de aparatos de propaganda oficial y simpatizantes de Daesh.

Su compromiso con la causa terrorista se materializaba en la edición de contenidos yihadistas, utilizando programas informáticos de edición de vídeos con los que burlaba los protocolos de seguridad y control de los principales portales de redes sociales.

El detenido en La Rinconada.
El detenido en La Rinconada. / DGGC

Posteriormente, procedía a la difusión de miles de archivos a través de los perfiles que administraba, enalteciendo atentados y acciones del Daesh y defendiendo sus postulados violentos. El detenido desarrollaba esta actividad formando parte de una comunidad de "muyahidines virtuales". Esta comunidad es un elemento clave en la labor de difusión para conseguir el mayor número de seguidores. La investigación permitió acreditar también su implicación en labores de captación y envío de fondos en favor de la causa terrorista.

Precisamente, para esta labor de investigación internacional, fue importante el papel desempeñado por la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial, Europol. A través de sus capacidades se encontraron vínculos terroristas en otros países que permitirán luchar contra esta amenaza desde un prisma de cooperación multinacional.

El rol de personas como el detenido de La Rinconada resulta fundamental para la continuidad y mantenimiento de esta amenaza, contando con un gran reconocimiento interno en el seno de los grupos terroristas yihadistas, según apuntó entonces la Guardia Civil. Estas labores de propaganda utilizando las nuevas tecnologías son equiparadas por los grupos terroristas a las de aquellos que participan en combates o ejecutan ataques. El 22 de diciembre de 2023, el sospechoso pasó a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, cuyo titular dictó su ingreso en prisión provisional.

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