Eduardo Saborido: "De un día para otro, conseguimos que los delitos se convirtieran en derechos"
Entrega del XI Premio Manuel Clavero a Eduardo Saborido
Premio Clavero a un luchador incansable por la democracia y las libertades en los difíciles años de la Transición
El sindicalista Eduardo Saborido enmarca el reconocimiento de Diario de Sevilla y la Fundación Persán en la valentía de toda una generación por lograr una "auténtica revolución política"
La Carmela, la Constitución y la democracia
Fotos de la entrega del XI Premio Manuel Clavero
De un día para otro, la España negra de la dictadura se volvió alegría; los delitos dejaron de perseguirse y se convirtieron en derechos. La memoria frágil de Eduardo Saborido, el histórico sindicalista sevillano que ha sido distinguido este año con el undécimo Premio Clavero, se torna nítida y precisa cuando viaja medio siglo atrás y se sumerge en la lucha de toda una generación por la democracia.
- "Si tuviera que escoger algo que simbolice mi trayectoria vital, y de lo que me siento especialmente orgulloso, diría en primer lugar todo lo que significó la lucha contra la Dictadura Franquista, las terribles consecuencias y penalidades que pasamos por ello y cómo conseguimos, a pesar de las dificultades, desmontar parte de ese aparato represor".
- "En segundo lugar, como consecuencia y gracias de lo anterior, la construcción, desarrollo e implantación del sindicalismo en nuestro país, simbolizado en mi participación en la creación y fundación de las Comisiones Obreras, y mi participación en la articulación, elaboración y defensa de la Constitución. Porque marcó un antes y un después en la política española, y lo más importante, en la convivencia entre españoles. Para mí aquello fue una auténtica revolución política".
Ante las más de doscientas personas que la noche de este lunes respaldaron con su presencia la gala de entrega del XI Premio Clavero en los Reales Alcázares de Sevilla, Eduardo Saborido no dejaba espacio al titubeo cuando se trataba de reflexionar sobre lo realmente importante.
Muy al contrario, evidenció ante autoridades, familiares y amigos el sentido de uno de los argumentos expuestos por el jurado del Premio que hace más de una década entregan Diario de Sevilla y la Fundación Persán construyendo su particular galería de sevillanos ilustres: “Un hombre carismático, valeroso y humilde, ajeno a la soberbia y la impostura, lo convierten en representante genuino de una Sevilla popular, modesta y trabajadora”.
En esa conjunción de valores, que nada tienen de contradicción, se desliza el sentido de la lucha contra el régimen franquista de quien fue "uno de los Diez de Carabanchel", condenado en el Proceso 1001 junto a Marcelino Camacho o Nicolás Sartorius y protagonista destacado de la conquista por la democracia y las libertades en nuestro país. En su caso, desde el "nuevo sindicalismo" que entonces nacía; desde "las Comisiones Obreras".
En sus intervenciones, tanto el presidente del jurado, Ignacio Martínez, como el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, quisieron subrayar el respeto y la admiración que el premiado se ha forjado a lo largo de toda su vida, tanto por "los suyos" como por quienes se han ido sentado "al otro lado de la mesa". Un sevillano, autodidacta y firmemente comprometido con su tierra, que supo contribuir a la etapa más larga de convivencia y paz que ha vivido España desde el "sindicalismo libre".
"Valentía" y "amor por Andalucía" son, en palabras de Antonio Sanz, las dos cualidades que unen a Eduardo Saborido y a Manuel Clavero, como figura clave para entender lo que hoy es nuestra tierra (una "autonomía histórica" que no puede dar pasos atrás) y con unas convicciones sobre su posición en España que "deben estar más vigentes que nunca". Evocando los tiempos del "café para todos" del exministro sevillano, su papel determinante en la España de las autonomías, el consejero de Presidencia quiso ser tajante en su intervención: "Andalucía vetará cualquier acuerdo que vaya contra la igualdad y suponga un retroceso. Andalucía será un bloque de contención. Utilizaremos todas las armas políticas, jurídicas y sociales a nuestra disposición, pero el estatuto andaluz no se va a rebajar. Con Andalucía no se juega".
El espíritu de "concordia" que se logró en la Transición, la reivindicación del "diálogo" como camino para la construcción de una España de derechos y libertades, marcó el trasfondo de una velada en la que el perfil "carismático" y "humilde" de Eduardo Saborido -como subrayó el alcalde- se convirtió en excusa para rendir homenaje a todos los que, con uno u otro papel, contribuyeron en su lucha por la democracia. Para reivindicar, como también enfatizó José Joly, la Transición y la Constitución del 78 para alcanzar "cuarenta años de convivencia".
Sobre el perfil del premiado, que fue emotivamente glosado por el presidente del jurado, precisamente el XI Premio Manuel Clavero valora de forma singular, "la participación de Eduardo Saborido en la Transición desde la dictadura a un régimen de libertades", proporcionando a nuestro país "el más prolongado periodo de bienestar y progreso de su historia contemporánea”. Se reconoce por tanto la trayectoria del sindicalista pero también el de toda una generación, como insistió el alcalde de Sevilla elogiando al premiado como un "luchador incansable".
Los 'Diez de Carabanchel'
Como ya se argumentó en primavera al dar a conocer el galardón de la edición de este 2023, el protagonismo de Eduardo Saborido en la lucha por la democracia se desarrolló principalmente a través del movimiento sindical de Comisiones Obreras, "uno de los arietes de las fuerzas democráticas frente al régimen franquista”.
El sindicalista sevillano fue uno de los llamados “Diez de Carabanchel”, que fueron sometidos al conocido “Proceso 1001” contra la dirección de este sindicato con el que el régimen de Franco pretendía dar un escarmiento a los líderes de los trabajadores, en uno de sus últimos coletazos represivos.
El Proceso 1001 de 1972 del Tribunal de Orden Público tuvo lugar en 1973, aunque se había iniciado en 1972. La causa se saldó con la condena a prisión de toda la dirección del sindicato Comisiones Obreras. La dirección de la organización sindical, entonces considerada clandestina e ilegal, fue condenada a una larga condena de cárcel por defender un sindicalismo libre y democrático. En el caso de Eduardo Saborido, recibió junto a Marcelino Camacho, la condena más alta: 20 años de cárcel.
Poco después de la muerte del dictador, los condenados en el Proceso 1001 fueron indultados por el rey Juan Carlos I, el 25 de noviembre de 1975. Una circunstancia que el propio premiado quiso hacer valer en la entrega del galardón como reivindicación al papel clave que en esos años tuvo el rey emérito.
Eduardo Saborido fue precisamente elegido diputado en el congreso por el PCE en 1979, en la primera legislatura constitucional, aunque dimitió a los pocos meses, al ocupar la secretaria general de CCOO en Andalucía. También fue diputado de IU en la II legislatura del Parlamento andaluz, entre 1986 y 1990. Y recibió la Medalla de Andalucía en 1998.
Once años distinguiendo a sevillanos y sevillanas ilustres
En la edición de 2023, Eduardo Saborido Galán pasa a engrosar la galería de sevillanos ilustres que han sido galardonados con el premio Manuel Clavero. La nómina de las personalidades distinguidas a lo largo de más de una década por el premio impulsado por la Fundación Persán y Diario de Sevilla la abrió el cardenal Carlos Amigo Vallejo como reconocimiento a la labor desarrollada durante sus 27 años al frente de la Archidiócesis de Sevilla. El siguiente premio Manuel Clavero, entregado en 2013, recayó sobre el presidente del Grupo Planeta y de Atresmedia, José Manuel Lara Bosch, de quien el jurado resaltó su labor empresarial y de mecenazgo.
El prestigioso psiquiatra Luis Rojas-Marcos fue el protagonista de la tercera edición, siendo considerado por el jurado como “un ejemplo social”. En la cuarta edición, fue reconocido el “político sevillano más importante del siglo XX”: el ex presidente del Gobierno Felipe González.
Una mujer, premio Nacional de Artes Plásticas, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando e Hija Predilecta de Andalucía, Carmen Laffón, recibió en su quinta edición el galardón.
Al año siguiente, el reconocimiento fue para un hombre fundamental en el hito sevillano de la última década del siglo XX, la Exposición Universal de 1992: Manuel Olivencia. En 2018, el galardón recayó en Soledad Becerril, la primera alcaldesa de la historia de Sevilla, primera mujer ministra en la moderna democracia española, diputada en el Congreso, senadora y primera en ostentar el cargo de Defensora del Pueblo de España.
Antonio Hernández Callejas, presidente de la compañía Ebro Foods, recibió el VIII premio Clavero, al reunir “elevados” méritos como “ejemplo en el mundo empresarial y económico”.
En la novena edición, el galardón distinguió a los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, y el año pasado el premio fue para Pilar Manchón Portillo, una líder mundial en inteligencia artificial y robótica con una extraordinaria carrera en Silicon Valley.
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