Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
El término se oye desde hace semanas entre quienes trabajan en la organización de la cumbre mundial que acoge Sevilla esta semana: el Davos del turismo. La cita de la WTTC en Sevilla es más que un congreso internacional, más que la ocasión de que Sevilla se saque la espinita de no hacer recibido en 2016 al entonces presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Incluso va más allá de un foro donde hablar y plasmar en declaraciones los retos de la industria turística en el mundo. Es una gran oportunidad de negocio para Sevilla, que ha ejercido de ariete para atraer a la cumbre, pero también para Andalucía y España. De hecho, la candidatura se presentó como un “proyecto de Estado” y ésa fue también una de sus fuerzas.
Basta un ejemplo para hacerse idea de los números en juego: en la anterior cita de la WTTC, que tuvo lugar en Buenos Aires, se cerraron inversiones por casi 2.000 millones de dólares en Argentina.
El gran centro de convenciones de esta cumbre mundial estará en Fibes y allí se han instalado despachos para reuniones de negocios, B2B como se conocen en el argot comercial, donde se firmarán transacciones comerciales entre empresas y administraciones. Cada una de las españolas, tanto el Ayuntamiento, como la Junta y el propio Gobierno central, tendrán su espacio y el alcalde, Juan Espadas, cuenta ya con una intensa agenda diaria de encuentros bilaterales con inversores y empresarios, fundamentalmente, de aerolíneas, cadenas hoteleras y fondos de inversión.
A todos ellos se les venderá Sevilla, como se ha hecho ya anteriormente con motivo de la cumbre europea-china de turismo que acogió la capital el pasado otoño y donde se apalabró el interés de inversores por un par de edificios singulares de la capital.
De hecho, el Ayuntamiento de Sevilla desplegará en los encuentros de esta semana varias de sus estrategias. Así, seguirá mostrando la oferta denominada Horizonte Sevilla, un catálogo de espacios singulares sin uso o infrautilizados que requieren en estos momentos una inversión de 112 millones de euros y que se ofrecerán a los empresarios de todo el mundo. También se explicará el modelo de desarrollo sostenible que recoge el recién aprobado Plan Estratégico Sevilla 2030 y se hará especial hincapié en las posibilidades que ofrecen sectores pujantes en Sevilla y su área metropolitana como son las energías renovables, la salud y el bienestar y las TIC y la economía digital.
El fruto que se obtenga en forma de inversiones de estas estrategias aún no se puede contabilizar, pero según la experiencia de las anteriores cumbres, podrán superarse los 1.700 millones de euros si la tendencia es similar a la de 2018, cuando se anunciaron inversiones por 1.900 millones de dólares en Argentina, pues todo apunta a que la cumbre de este año es la más potente de las celebradas. Tal y como ocurrió en Buenos Aires, hay empresas que viajarán a Sevilla por primera vez y que desconocen todo su potencial. El interés que ha suscitado la ciudad en algunas ha sido ya corroborado por la propia presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), la mexicana Gloria Guevara.
La cumbre mundial del turismo que se inaugura este miércoles en Sevilla cuenta ya con un programa previo que dará comienzo el martes, cuando la cita se presente en el Hospital de los Venerables. Ese mismo día se celebrarán una serie de reuniones denominadas Diálogos Ministeriales, con ministros de Turismo de 26 países. Y las ‘setas’ serán el escenario de un primer encuentro de emprendedores del mundo que hablarán de sus experiencias en un certamen denominado Tourism for tomorrow. En esa previa, en la Casa Guardiola también habrá reuniones técnicas empresariales, mientras que en el Salón Colón del Ayuntamiento se sentará el comité ejecutivo del WTTC. Fuera de la cumbre, pero coincidiendo con ella, en el Palacio de San Telmo habrá una conferencia sectorial de Turismo. Las recepciones y cenas se desarrollarán en el Alcázar y el Casino de la Exposición, donde habrá espectáculos flamencos.
“No todas las ciudades pueden incorporar a su currículum la celebración de este tipo de eventos. Los retos del turismo del siglo XXI no se van a analizar ni en nueva York ni en París, sino en Sevilla, que suma y sigue”, apunta el concejal de Turismo, Antonio Muñoz.
De hecho, el evento tiene otras proyecciones. Al margen del peso en las futuras inversiones, también hay dos impactos que se traducirán en cifras de inmediato y a corto-medio plazo. El primero es un efecto directo: el gasto en alojamientos, restauración y consumo en general que generarán los congresistas. Si se tiene en cuenta que son más de 1.500 participantes que estarán una media de tres días en la ciudad y que pertenecen a un segmento turístico que deja un gasto de 550 euros diario, el negocio total que puede dejar en la capital esta semana la cumbre turística superará los 3,5 millones de euros. Y es una cifra a la baja.
Y luego está el marketing exterior, el incalculable valor de la campaña de promoción en el extranjero que significa para la ciudad ser el foco durante una semana del turismo a nivel mundial. Por citar algunos ejemplos, la cumbre que acogió Madrid en 2015 tuvo unos 14 millones de impactos televisivos durante su celebración. El mayor escaparate para una ciudad monumental que, además, ha optado por repartir la cumbre por sus mejores escenarios, al margen de Fibes. De hecho, las reuniones y citas de este acontecimiento se desarrollarán en una decena de enclaves singulares que presentarán al mundo la cara más bella y exclusiva de la capital.
"La celebración de la cumbre será una carta de presentación inigualable para que la ciudad siga acogiendo eventos de primer nivel"
El impacto es indudable. Los balances realizados en otras cumbres, como la de 2017 en Bangkok, demuestran que su repercusión en el turismo fue importante no sólo durante el año de celebración, con un impacto publicitario de más de 4 millones de dólares, sino también posteriormente. Así, el 90% de los asistentes se mostraron proclives a recomendar Tailandia, donde el turismo ya era pujante, después del evento. Y en Buenos Aires, desde el año pasado, el turismo ha crecido un 20%.
La noticia se vivió con la emoción de una gala de entrega de los Óscars por parte de la delegación desplazada en abril de 2018 a Buenos Aires, sede de la última cumbre. Con el concejal Antonio Muñoz a la cabeza, los representantes del gobierno municipal, provincial y regional que se desplazaron hasta Argentina sabían que la candidatura había gustado mucho, pero poco más. Y hubo hasta lágrimas de alegría, cuando se desveló que Sevilla tomaría el relevo, que dieron paso a un discurso contundente por parte de Muñoz para reivindicar a la capital como destino turístico mundial, acreditado en 2018 por Lonely Planet.
El concejal, en nombre de las instituciones que han impulsado la candidatura, agradeció también la labor de muchos trabajadores y empresarios de una industria que genera el 28% de empleo y representa el 17% del PIB local y que nunca ha tenido un momento mejor en Sevilla y destacó como mayor activo a los sevillanos y su forma de vivir. “Queremos volver al epicentro del mapa del mundo y la WTTC nos brinda una oportunidad de oro”, agradeció entonces Muñoz.
¿Y qué ofreció Sevilla? Apostó por seguir creciendo, pero no a cualquier precio: preservando sus tradiciones y su pasado, su historia y convirtiéndose en capital verde europea, siendo ejemplo de tolerancia y convivencia. Fueron las credenciales de una ciudad que recibe tres millones de personas al año ante un público entregado y dispuesto a escuchar las oportunidades de negocio y las necesidades, como es la mejora de las conexiones aéreas y la vinculación de las empresas con marcas internacionales. Sevilla anunció ya que aprovechará la conmemoración de la primera vuelta al mundo, una hazaña del portugués Magallanes que salió con sus barcos desde el Puerto de Sevilla, para convertir esta cumbre mundial también en un acontecimiento de paz.
Estos resultados en la capital hispalense se comprobarán a medio plazo. De entrada, Sevilla se presenta como una ciudad para invertir y vivir. “La ciudad de la alegría, de las artes, de la calidad de vida y del trabajo y del esfuerzo Una ciudad que trabaja, que crece y que innova”. Con estas palabras presenta el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, la ciudad a los participantes en la cumbre. Referencias al buen clima, a su historia, y a su talento como mejores credenciales. A partir de la semana que viene tendrá que evaluarse si Sevilla se ha abierto a nuevos mercados y segmentos turísticos. Es lo que en estos momentos necesita para dar un nuevo salto en su carrera para consolidarse como uno de los mejores destinos urbanos del mundo, un ranking en el que ya figura y que le ha favorecido para ser la sede de la mayor cumbre turística, el Davos del turismo.
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