Vuelve la tensión al aeropuerto
Taxistas y conductores de Tussam reclaman presencia permanente de la Policía Local para impedir incidentes. Los empleados del autobús dejarán de hacer el servicio si hay más riesgos.
La convivencia entre los dos modos de transporte que dan servicio en el aeropuerto de Sevilla, la línea especial de autobús que opera Tussam y los taxis, se ha vuelto a empañar tras el último incidente en el que un autobús fue atacado presuntamente por un taxista que rompió el retrovisor y uno de los faros del vehículo.
Hacía tiempo ya que no se habían vuelto a dar tensiones entre ambos colectivos, conductores de autobús y taxistas, que compiten por los clientes del aeródromo a precios muy diferentes. Así lo corroboran conductores y taxistas, para quienes este caso ha sido "un problema puntual". No obstante, los conductores amenazan con dejar de prestar el servicio de autobús al aeropuerto si se repiten los ataques.
Ambos colectivos coinciden en una sola cosa para evitar estos problemas: reclamar una presencia permanente de la Policía Local en San Pablo, ya que aseguran que los agentes municipales no están allí de forma constante.
La delegación de Movilidad y Seguridad del Ayuntamiento que dirige Juan Bueno (PP) lo niega y mantiene que la vigilancia de la Policía Local y Nacional es constante. La semana pasada responsables de esta delegación y de Tussam se reunieron con los taxistas para abordar el asunto pero no invitaron a los representantes sindicales de los conductores, lo que ha causado malestar en el comité de empresa de Tussam. Este periódico intentó sin éxito recabar datos de lo que se habló en la reunión.
Los hechos sucedieron el pasado día 10 de febrero y están siendo investigados por la Policía Local, que cuenta con la grabación de las cámaras exteriores. El conductor ha denunciado al taxista al mantener que por pasarse una señal de stop sufrió ataques en su vehículo y amenazas de un grupo de taxistas, mientras el taxista ha denunciado al conductor al considerar que estuvo a punto de arrollar con el autobús a los taxistas que estaban en la parada.
La asociación Solidaridad del Taxi que agrupa al colectivo que opera en el aeródromo comparte que la convivencia con los conductores de Tussam venía siendo buena últimamente, pero deja entrever el malestar de los taxistas con la conducción de algún conductor de bus en particular.
Su presidente, Enrique Filgueras, en declaraciones realizadas el pasado jueves 19 a este periódico, acusa al conductor atacado de reincidir en esta infracción donde hay que hacer el stop porque los cuatro carriles se convierten en tres y los dos vehículos deben compartir un solo carril. "Se pasa todos los días el stop, no es una situación puntual y con un coche de esas dimensiones no se puede tener esa actitud a la hora de conducir. Si el taxista no reacciona ligero el autobús le pasa por lo alto", afirma Filgueras, quien señala que la situación "fue muy peligrosa".
El líder de los taxistas del aeropuerto recalca que el juez tendrá que determinarlo, pero califica el modo de proceder del conductor de "casi suicida". "Persiste en arrinconar y apretar. Esperamos que esta actitud casi suicida no se vuelva a producir. No la toleramos. Una cosa es saltarse un stop y otra seguir con el autobús varios metros apretando contra un bordillo al que sea", reitera.
Los conductores han dejado claro que, si se repite otro problema con los taxistas con peligro su integridad, desviarán la línea y dejarán de prestar el servicio, advierte el presidente del comité de empresa, Fernando Sojo, quien precisa que la presencia policial es esencial para garantizar la seguridad de los compañeros de la línea especial al aeropuerto.
La posición de los conductores se basa en un protocolo antivandalismo que prevé desviar líneas en caso de incidentes reiterados. Tussam asegura que el protocolo antivandalismo "lo definió la empresa, es de aplicación para toda la ciudad y fueron informados las secciones sindicales y los trabajadores".
La relación de los conductores de autobuses con los taxistas del aeropuerto empezó siendo difícil por la competencia de precios, hasta que el Ayuntamiento actual subió el precio del autobús. La línea especial de Tussam que depende de la empresa pública vale 4 euros (1 trayecto), 6 euros (ida y vuelta) y 41 euros si se opta por la tarjeta mensual.
El taxi tiene una tarifa única de 20,15 euros, a cualquier destino de la ciudad hasta las nueve de la noche, y de 25,20 euros en adelante. Sube a 31,50 las noches de Semana Santa y Feria. Así se implantó en el segundo mandato del socialista Monteseirín (enero 2004) aunque se gestó en su primer gobierno. Inicialmente se pensó sólo como tarifa para los turistas aunque al final se extendió a todos los ciudadanos.
"El ataque no está justificado pero a lo mejor recoge lo que ha sembrado"
El líder de los taxistas del aeropuerto de Sevilla, Enrique Filgueras, que preside la asociación Solidaridad del Taxi, recalca que "no está justificado" el ataque al conductor de Tussam y opina que estos incidentes no se darían si el Ayuntamiento ordenara una "permanente presencia de la Policía Local en todos los intercambiadores de transporte" (estaciones y aeropuerto), como llevan pidiendo todas las asociaciones de taxis, incluida la suya. Con todo, Filgueras asegura que el conductor de Tussam "se pasa todos los días el stop y no se conduce con prudencia". Al preguntar si la entidad ha sancionado al taxista que rompió el faro y el retrovisor, Filgueras responde que el ataque "no está justificado pero a lo mejor (el conductor) está recogiendo la cosecha de lo que ha sembrado", ya que ocurrió "delante de 60 personas" que vieron cómo el conductor es "el monstruo de siempre que me echa el coche en lo alto". Respecto a la relación entre taxistas del aeropuerto y conductores de autobús, el presidente de Solidaridad afirma que es muy buena pero que en este caso deben reconocer que se han equivocado. "La relación es magnífica, hasta desayunan juntos taxistas y conductores de Tussam, pero cuando uno se equivoca tiene que reconocerlo", dice. En este punto señala a la agrupación sindical de los conductores de Tussam (ASC) que "el sindicato debería advertir a alguno que está poniendo en riesgo la vida de otros".
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