Vox exhibe músculo también en Sevilla
Elecciones Andalucía 2018
El partido de Santiago Abascal logra congregar a más de 3.000 personas en Fibes
El ex juez Serrano, candidato a presidir la Junta, afirma que estos comicios son la “llave” para luchar desde dentro contra el Estado de las Autonomías
El programa para las elecciones andaluzas incluye la construcción de un muro en Ceuta y Melilla y penalizar a los que ayudan a la inmigración ilegal
El Viva España, de Manolo Escobar; el Resistiré, del Dúo Dinámico y la versión rumbera del clásico My way, de Siempre Así, pusieron este domingo banda sonora al primer gran acto de Vox de cara a las elecciones andaluzas del 2 de diciembre: la presentación de sus candidatos.
Como ocurrió en Madrid en el pabellón de Vistalegre, en Sevilla logró exhibir músculo y congregó a más de 3.000 personas en el Palacio de Congresos. María José Piñero, presidenta en Sevilla, abrió el acto con versos de Antonio Machado –...Se hace camino al andar–, entre gritos de “arriba España”.
Cuenta con más 600 afiliados en la provincia, dijo, y animó a los asistentes a apuntarse para ejercer de interventores en esa primera cita en Andalucía, en la que se medirá si, como en el resto de Europa, la derecha que representan va al alza.
No se vio a Antonio del Castillo, el padre de Marta, que apoya a la formación. Pero sí al torero Morante de la Puebla, muy solicitado para las fotos con su pose bohemia, junto al presidente nacional, Santiago Abascal, contundente en los mensajes a un auditorio con muchas banderas de España y verdes (color del partido) y más variopinto de lo que cabría esperar.
Había perfiles de barrio y vecinos de los pueblos, que reconocían haber votado a Felipe González y Aznar, como Enrique y Rosario, de Burguillos, preocupados –según decían– por el futuro de sus nietas y la inmigración.
En menor medida, le pedían fotos a Francisco Serrano, el ex juez de la Audiencia de Sevilla, cabeza de cartel por Sevilla y candidato a la Presidencia de la Junta que, en su intervención, aclaró por qué se presentan a estas elecciones si quieren suprimir la Junta. “La democracia es nuestra llave para luchar desde dentro contra el Estado de las autonomías”.
Antes, los candidatos de otras provincias fueron desgranando el resto de su ideario: penalizar más la inmigración ilegal y a “las ONGs, empresas o particulares” que auxilian en las costas, a “los que quieren convertir en mezquita la Catedral de Córdoba”; derogar la Ley de Memoria Histórica...
Por si había dudas, Abascal volvió a fijar los básicos del partido: hay que “defender las fronteras” como “las paredes de nuestras casas” y dar más sueldo a la Policía, la Guardia Civil y el Ejército, porque “no cabe todo el mundo” y los españoles también necesitan “ayudas sociales”. En el programa para las elecciones que se repartía a la entrada, se recoge la propuesta de “levantar un muro en Ceuta y Melilla”.
También abogó por la “libertad” para el mundo rural, citando la caza y la tauromaquia, frente al “totalitarismo animalista”, que quiere que “todos comamos lechuga”. Además, denunció el boicot mediático a Vox instando a leer los comentarios más que el titular de las noticias y a no perder tiempo en zafarse de etiquetas, aunque puso las suyas propias: “Somos antifascistas, antinazis y anticomunistas”.
Tuvo durísimas palabras para C’s –la “muleta naranja” de Susana Díaz– y el PP, en el papel de “oposición perpetua” en Andalucía. “Las encuestas nos dan el 5% de los votos, con posibilidad de tener grupo en el Congreso y decidir el próximo Gobierno de España”.
El público respondía también con aplausos a los audiovisuales intercalados en el acto, como el de un Abascal que recorría campiñas y bosques entre lemas sobre España, y abuchearon los cortes de programas de televisión en los que aparecían Pedro Sánchez, Soraya Sáenz de Santa María o Rufián.
Francisco Serrano se presentó a sí mismo como un “profesional no político” –aunque con un tono de mitin logrado en su debú– que le ha “ganado una guerra a un modelo de Estado intrusista”. “Vox no es un partido de extrema derecha, es de extrema necesidad”.
Y siguió: “No es un partido excluyente”, es de los “jóvenes que deben sentir orgullo de su bandera”, de los pensionistas, los autónomos, los trabajadores y los “funcionarios, incluidos los de la Junta a los que deben darle la opción de hacer un trabajo útil”. Es un partido para los homosexuales y los inmigrantes “que se integren como españoles”, matizó.
Menos condescendiente fue con las políticas de género, “invento de una ideología perversa”, y el “concepto de maltrato” de la actual ley. “Hay que poner la denuncia cuando se debe y no cuando convenga” y “un modelo de custodia preferentemente compartida”, señaló el juez que fue inhabilitado por modificar el régimen de visitas de un menor para que pudiera participar con su padre en una procesión. Cumplida condena, ganó en los tribunales el derecho a volver a la judicatura. Destacó que Vox quiere “proteger la maternidad”. “Debéis estar orgullosas porque tenéis en privilegio exclusivo del arca de la vida”.
Sobre esa Andalucía que va a las elecciones dijo que “debía ser la locomotora de España y no el furgón de cola de Europa”. Culpó a 40 años de gobiernos socialistas, sustentados el millón y medio de votos que garantiza sus “enchufados” y un PER “fraudulento”, que dijo no querer suprimir, sino cambiar...
El acto se cerró con todos los candidatos sobre el escenario y un guiño a los voluntarios para la organización. Las encuestas dan a Vox al menos un representante en el Parlamento andaluz.
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