Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
Incidente en un restaurante el día de Reyes
Vox ha judicializado el incidente de la comida del día de Reyes del delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, después de que el propio encargado del restaurante haya desmentido que el concejal profiriera insultos o intentara de manera ilegal ocupar una mesa con diez comensales, algo que ese día sí estaba autorizado. El presidente de VOX Sevilla, Javier Cortés, ha presentado este lunes en los juzgados de Sevilla una denuncia contra Juan Carlos Cabrera, al que atribuye presuntamente hasta cuatro delitos relacionados con el incidente en el restaurante Princi.Pico: coacciones, prevaricación, delito de odio y desorden público.
La formación ha aclarado que la denuncia contra Cabrera no se presenta por si la normativa Covid permitía en Andalucía solicitar una mesa de 10 comensales el día 6 de enero, sino por los "acontecimientos que se fueron desarrollando a continuación" y que, a juicio de este grupo político, podrían haber provocado que Cabrera incurriera en varios delitos "aprovechándose de su posición privilegiada en el Ayuntamiento de Sevilla".
Vox recuerda que Cabrera es el máximo responsable de la Policía Local de Sevilla y en su opinión ha ejercido un “claro abuso de autoridad” debido a la “muy numerosa dotación de efectivos” de agentes personados en el lugar de los hechos, considerando el denunciante este despliegue “desmesurado y abusivo”. Además, como aseguró el encargado del local, en diversos medios de comunicación y así ratificaron varios testigos, el teniente de alcalde profirió presuntamente “insultos racistas” al propietario del establecimiento, refiriéndose, supuestamente, al mencionado propietario como “sudaca de mierda” por ser éste de nacionalidad argentina, aunque estos insultos han sido desmentidos por el encargado del local, tras un encuentro que mantuvieron el pasado sábado.
Por todo ello, VOX ha presentado una denuncia en los juzgados y solicita una investigación para dilucidar si el señor Cabrera ha podido incurrido en esos cuatro delitos. Los denunciantes hablan de un delito de coacciones, abuso de autoridady prevaricación por dar supuestamente "una orden a la Policía Local para que se presentara inmediatamente en el restaurante, a sabiendas de que esa orden es manifiestamente arbitraria e injusta". El hecho de que no quisieran unir dos mesas no justifica bajo ningún concepto esa actuación, posiblemente constitutiva de una "prevaricación dolosa".
También aprecia este grupo de la oposición en la conducta de Cabrera un delito de odio "si se demuestran los insultos racistas del tipo sudaca de mierda”, y otro de desorden público.
Una vez presentada la denuncia, el presidente de VOX Sevilla ha defendido la judicialización del caso. “Consideramos que Juan Carlos Cabrera ha utilizado su situación privilegiada dentro de la ciudad como máximo responsable de la Policía Local, para actuar en beneficio propio utilizando recursos públicos en una situación que para nada está clara”. Javier Cortés ha destacado también como “de un día para otro tanto el propietario del restaurante ha cambiado de versión”, sospechando que "cambió después de la reunión con su abogado y con el Teniente Alcalde. Queremos que se esclarezcan todos estos hechos”.
Cortés pidió explicaciones a Cabrera ya que los ciudadanos deben saber “por qué cuando un restaurante de la ciudad denuncia ante la Policía un robo, ésta no puede acudir o tarda en exceso en hacerlo por falta de medios y personal. En cambio cuando el señor Cabrera tiene un problema en un restaurante a los pocos minutos aparecen ocho agentes y se realiza una inspección de cuatro horas y media intentando encontrar deficiencias sancionables en el restaurante”.
El presidente de Vox en Sevilla exige la depuración de responsabilidades y ha advertido de que “si se produce el cese del señor Cabrera en las próximas horas, nosotros nos retiraríamos como acusación, porque un error se puede perdonar pero una mentira reiterada no”.
Por su parte, la portavoz del grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento, Cristina Peláez, ha recordado que “este grupo municipal tiene la obligación desde la oposición de realizar una labor de control y fiscalización del Gobierno. Un teniente alcalde de Sevilla que se comporta de esa manera en un lugar público, y delante de muchos testigos, a nosotros nos exige, como mínimo, que investiguemos qué ha pasado. Estamos aquí para llegar hasta el final”.
Peláez ha añadido que “estas actuaciones que pudieran parecer de abuso de poder, no son admisibles en ningún momento. Un teniente de alcalde lo es las 24 horas de día y como tal se tiene que comportar, y cuando está en una reunión personal no puede hacer uso de la Policía como si fuera suya. Los recursos públicos, y la Policía Local lo es, deben estar al servicio de los ciudadanos, no al servicio personal del Delegado”.
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