Viviendas con zonas de trabajo comunes en San Jerónimo

El edificio que albergará un 'coliving' y un 'cohousing' contará con tres plantas en un solar cedido gratis 75 años por Urbanismo

Parcela de 4.237 metros cuadrados en la que Emvisesa construirá el edificio.
Parcela de 4.237 metros cuadrados en la que Emvisesa construirá el edificio. / Juan Carlos Vázquez

La ciudad contará con un edificio compartido para coliving y cohousing. Enclavado en San Jerónimo, servirá para que convivan en un mismo espacio personas mayores que tengan en común conocimiento y experiencia en el mundo empresarial y de los negocios. Éstos ofrecerán asesoramiento y mentoría a otros residentes como futuros empresarios, profesionales, emprendedores, estudiantes o profesores universitarios. El estudio contempla que el primer centro tenga 42 plazas y el segundo 147.

Para llevar a cabo este proyecto, los técnicos de Emvisesa consideran idónea por su calificación, configuración, emplazamiento y ubicación una parcela municipal de uso dotacional enclavada en ese barrio al norte de Sevilla. A escasos metros se encuentra el Centro de Recursos Avanzados Empresariales (CREA), y la futura sede del Centro de Innovación abierta Sevilla Futura en las antiguas naves de Renfe, que buscará vincular a compañías tecnológicas de primer nivel, emprendedores y universitarios con el objetivo principal de convertir Sevilla en el epicentro de la innovación abierta en España.

El solar cuenta con una superficie de 4.237 metros cuadrados y una edificabilidad de 10.170 metros cuadrados. El edificio podrá contar con tres plantas y estará en un parcela que linda al norte con la calle Alcalá del Río; al sur con la calle Tren Changay; al este con un solar destinado a espacio libre; y al oeste con la calle José Galán Merino. Emvisesa solicitará ahora a la Gerencia de Urbanismo la concesión demanial directa y gratuita sobre ese solar calificado de Suelo de Interés Público y Social (SIPS) por el plazo de 75 años con destino a la implantación de alojamientos colaborativos.

Este coliving será el segundo en la ciudad tras el que ya redacta la empresa municipal de vivienda para la rehabilitación de un edificio en muy mal estado, situado entre las calles García Ramos y Mendoza Ríos (barrio de San Vicente), para generar 50 plazas de alojamiento. Se trata de una apuesta por la innovación social, con un modelo que prioriza la fórmula de convivencia entre personas mayores, jóvenes y personal universitario. Contará con 50 plazas, además de zonas de uso comunitario como bibliotecas, salas de estudio o informática. En este caso el precio estimado es de entre 98 y 145 euros.

El coliving es otra fórmula habitacional que está irrumpiendo en España. Es una variante de arrendamiento para vivienda a largo plazo cuyo pilar fundamental y diferenciador son las zonas comunes y los lazos de confianza que se generan entre sus usuarios. Se trata de un espacio que integra lugar de trabajo y de vivienda, enfocados a personas que buscan entornos profesionales y de vida colaborativos, donde poder compartir ideas y experiencias. Este tipo de producto se abrirá con el tiempo a todo tipo de perfiles y lugares, postulándose como una de las alternativas para vivir de una forma cómoda y asequible en las ciudades.

Los inmuebles en los que se desenvuelve este tipo de arrendamiento cuentan con zonas comunes que cobran mayor importancia de la habitual al fomentar el intercambio de ideas y aficiones, la convivencia, y la interacción personal y laboral con los diferentes habitantes. Estas zonas comunes incluyen desde cocinas y comedores, hasta salas de cine, de juegos o bibliotecas. Otra característica diferenciadora es que suele incorporar tecnología vanguardista para mejorar la experiencia de los arrendatarios para facilitar su conexión e incorporación en la comunidad.

Uno de los rasgos esenciales del cohousing es la concurrencia de espacios privados y comunes. De este modo, junto con las funciones de procurar residencia o habitación, aquí también se cumplen funciones de compartir espacios y servicios; de esta forma procuran un mejor reparto de tareas y recursos entre los residentes, y también la reducción de costes por servicios contratados de forma colectiva. Además, cuentan con un alto grado de participación de los residentes en la vida comunitaria e implicación en el proyecto común; son los propios usuarios los que gestionan y dirigen la comunidad mediante el establecimiento de estatutos y reglamentos de régimen interno; y los residentes realizan las aportaciones económicas que se hayan estipulado en estatutos u otras reglas de la comunidad para poder llevar a cabo su gestión y administración.

La principal diferencia de un cohousing con un coliving es que, mientras el primero se centra en proporcionar vivienda de larga duración, como residencia habitual, un coliving ofrece viviendas que disponen de zonas comunes de trabajo, equipamientos y recreo, además de un espacio reducido de vivienda privada. Los residentes de un coliving suelen ser personas emprendedoras que buscan un ambiente adecuado donde poder desarrollar su tarea laboral aprovechando las sinergias grupales.

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