El Virgen del Rocío acogerá un espacio lúdico y terapéutico en una azotea del Infantil
El proyecto supone la creación de cinco áreas al aire libre conectadas a través de la temática del circo y una sala multisensorial y beneficiará a los más de 4.000 menores que ingresan cada año en el centro
Sevilla/La Fundación El Gancho Infantil y el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla han firmado un convenio de colaboración para la construcción y el mantenimiento de La Azotea Azul, un espacio lúdico-terapéutico ubicado en la azotea de la segunda planta del Hospital Infantil. Esta nueva zona al aire libre recreativa podrá ser usada por los más de 4.000 niños, procedentes de toda Andalucía, que cada año ingresan en este centro, y muchos de ellos durante media y larga estancia.
En la actualidad, los pacientes más pequeños tienen a su disposición dos aulas hospitalarias y una ciberaula para poder usar en su tiempo libre. La Azotea Azul va a ser el primer espacio al aire libre que se va a habilitar como zona de juegos en el Hospital Infantil, donde los menores podrán divertirse, al tiempo que podrán recibir visitas de amigos o familia en una zona exterior decorada para hacer olvidar el ambiente hospitalario.
Este nuevo jardín de Sevilla será también una azotea terapéutica para muchos niños de Andalucía, ya que el 48% de los pacientes ingresados proceden de otras provincias andaluzas. Cada día, entre 30 y 40 niños menores visitan la escuela hospitalaria, donde maestros de la Consejería de Educación imparten clases y talleres que tratan de continuar con la formación académica y terapéutica de los niños ingresados.
Se trata, por tanto, de un ambicioso proyecto diseñado por dos prestigiosos estudios de arquitectura de Sevilla, Orfila 11 y Estudio JSDALP, quienes convertirán 560 metros cuadrados de la azotea de la segunda planta del Hospital Infantil en un lugar mágico, con cinco zonas interrelacionadas mediante un hermoso hilo conductor: El Circo. Cada uno de estos espacios estará equipado para un uso específico donde los niños podrán desarrollar diferentes actividades que contribuyan a acelerar su recuperación. Para ello, se ha recurrido al color, la naturaleza, las chisteras, los columpios, el teatro, y la magia.
Seis espacios unidos por el circo
El proyecto La Azotea Azul albergará una carpa principal con escenario y bancos en forma de C para el público, una zona de backstage para disfrazarse y otra para proyección de cine. Junto a ello, un pequeño estanque de agua y un quiosco-taquilla con techo de chistera, que los niños podrán utilizar como biblioteca, para la entrega de regalos, premios, etcétera.
Otra zona será un merendero donde los más pequeños podrán celebrar su cumpleaños, compartir juegos de mesa, estar con la familia, sus amigos. A esto se le suma un área de acrobacias con columpios homologados para uso infantil, toldos triangulares y dispuestos de forma dinámica para que circule el aire y de sombra a la zona. Continúa con un espacio de relax, con suelo de goma y bancos, donde podrán hacer ejercicios de rehabilitación al aire libre.
El proyecto también incluye una sala multisensorial en el interior del edificio, donde se habilitará una habitación de unos 25 metros cuadrados equipada con material específico para que los profesionales puedan trabajar en la estimulación sensorial de los menores. Este espacio estará rodeado de un jardín de vegetación, cristal, muros y pizarras, según sea necesario uno u otro elemento de seguridad a la hora de garantizar el desarrollo de juegos terapéuticos que ayuden a la pronta recuperación de los niños. En concreto, se va a instalar un árbol donde puedan reflejar sus sueños, el WhatsApp de las emociones, frases motivadoras repartidas por toda la azotea, una pared del agradecimiento, y otra pared de apoyo de los familiares y amigos.
Todas las construcciones y demás elementos necesarios para La Azotea Azul se seleccionarán, diseñarán y realizarán con materiales ligeros, al objeto de aportar la menor carga posible a la estructura del edificio ya existente. Aun así, el proyecto prevé colocar refuerzos estructurales, un sistema de iluminación en toda la azotea, y una rampa de acceso para personas con algún tipo de discapacidad.
Un proyecto ciudadano
La iniciativa surge de la Editorial sevillana Norba, con 12 años de experiencia en el público infantil, que ha reunido a un grupo de profesionales muy diversos, quienes han vivido muy de cerca la necesidad prioritaria de una zona al aire libre para acortar la recuperación de los niños hospitalizados. Una iniciativa puesta ya en marcha por la editorial a través de su Fundación El Gancho Infantil, presidida por Marta Baturone. Por este motivo, La Azotea Azul será una realidad gracias a las aportaciones solidarias de la editorial y de personas anónimas, empresas y asociaciones que creen en la oportunidad de este nuevo espacio del Hospital Infantil Virgen del Rocío.
De este modo, en el convenio firmado la Fundación El Gancho Infantil se compromete a la construcción del jardín, mientras el Hospital será responsable de su mantenimiento. El presupuesto global del estudio previo asciende a 425.000 euros. Una vez recaudado el 75% de este importe, las obras se podrán iniciar, lo que se estima que ocurra a principios de 2019. Los promotores confían que a lo largo del año que viene se pueda poner en funcionamiento también toda esta infraestructura.
El Proyecto La Azotea Azul se enmarca en la iniciativa La Puerta Azul, que surge de la estrategia Al Lado de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. La idea es dar voz a los menores que se enfrentan a una situación de adversidad en salud o de cronicidad. Se basa en el desarrollo de la cooperación, entre servicios y asociaciones de personas afectadas y familiares, para recuperar el proyecto de vida del menor y de las personas de su entorno más próximo. De esta manera, La Azotea Azul pretende ser una ventana abierta a la vida que forme parte de las vivencias cotidianas de todas las personas afectadas.
Por otro lado, la Fundación El Gancho Infantil se crea en marzo del 2018 con el objetivo de dar apoyo material, psicológico y emocional a los menores de edad enfermos y a sus familias, así como mejorar la calidad de vida de la infancia, adolescencia y familias en situación de vulnerabilidad. Su primer reto es ‘La Azotea Azul’, en el que van a centrar todo su esfuerzo.
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