Victoria Federica y el nuevo novio de Cayetana Rivera

Entre volantes y con los fríos tibios de febrero. O eso esperamos, que sigan siendo tibios. Retomamos esta sección cuando la verdadera desescalada toma cuerpo. Muy atrás quedaron las medidas sanitarias de Fernando Simón, ese hombre (de agrestes y pobladas cejas) que tan presente se hizo en nuestras vidas y que de la noche a la mañana abandonó la primera fila mediática. Por aquel entonces nos acostumbrábamos a la nueva normalidad. Pero ahora, a punto de cumplir dos años de pandemia y de sus muchas olas (que ni Tarifa), estamos en el intento de recuperar la vida tal como era hasta marzo de 2020.

En este largo periodo nos hemos dejado atrás muchas cosas. Especialmente aquellas convocatorias que implicaban una convivencia masiva. El cuerpo a cuerpo. Tal es el caso de las ferias y romerías, cuya cancelación había provocado un profundo agujero en la moda flamenca, que ha vivido desde entonces una constante penuria. Pues bien, desde que comenzó este 2022 (que en su arranque ha puesto, nada menos, que el matrimonio de una infanta de España al borde del precipicio, si es que no lo estaba ya) se ha podido disfrutar de dos salones vinculados a este sector tan importante en la economía andaluza.

El primero de ellos fue We Love Flamenco, abanderado por la modelo y actriz onubense Laura Sánchez, y el segundo Simof, capitaneado por la también modelo y empresaria sevillana Raquel Revuelta. Dos citas (no caigamos en el tópico de la dualidad hispalense, bastante manido) que adelantan las tendencias que regirán en este segmento a partir de la próxima primavera, la más anhelada de los últimos tiempos.

Sevilla, en el foco mediático

Lo cierto es que tanto una como otro ponen a Sevilla en el foco mediático. Por sus desfiles han pasado rostros conocidos del otrora llamado papel cuché. Simof contó con la presencia de la sobrina del Rey de España, Victoria Federica de Marichalar y Borbón, para cortar la cinta con la que se inaugura este salón de la moda flamenca. La joven, acompañada de su novio, Jorge Bárcenas, acumula miles de seguidores en las redes sociales, hasta el punto de convertirse en una de las influencers más importantes del territorio patrio.

Llegados a este punto habría que cambiar la letra a la canción que interpretaba Concha Velasco en sus años mozos y en aquella España aún en blanco y negro. Ser influencer es la aspiración de numerosos jóvenes españoles, que sueñan con una legión de fans que comenten las múltiples fotos que cuelgan en sus perfiles. Muy comentada fue la que publicó Vic (así llamada en su círculo más íntimo) de los famosos piripis de la bodega Antonio Romero, un manjar de unos de los negocios hosteleros con más solera de la capital andaluza. La hija de la infanta Elena le tiene bien cogido el pulso a una ciudad donde viaja cada vez que tiene oportunidad.

Por cierto, también ha sido comentado el cánon fijado por sus representantes para acudir a esta cita. En algunos mentideros se habló de hasta 7.000 euros y desde la propia organización del Simof se aseguró que se trataba sólo de "una cantidad simbólica".

Y sin salir del Simof ni del mundo de la hostelería, otro de los grandes momentos que ha deparado esta cita celebrada en Fibes ha sido la presentación en público del novio de Cayetana Rivera (hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo), el empresario sevillano Manuel Vega. La pareja acudió al desfile de Mi Abril, la firma de Lourdes Montes, mujer de su padre. Por cierto, que al acto también asistió la hija de la duquesa de Alba y primera esposa de Fran Rivera, junto a su actual pareja, Narcís Rebollo. Todo cordialidad y buen rollo (perdonen el vulgarismo) entre las tres parejas.

Como decíamos, Manuel Vega es un gran conocido en el sector del ocio y la restauración sevillana. Un mundo que empezó a recorrer de la mano de su padre, Juan José Vega, pareja de la cantante jerezana María José Santiago. La discoteca Antique Teatro, por donde han pasado numerosos famosos en las noches sevillanas, fue su primer paso en esta actividad donde luego se sumaron establecimientos como el María Trifulca (un restaurante con privilegiadas vistas desde Triana), el Maquiavelo (lo más chic que hay ahora en la ciudad hispalense a la hora de combinar comida y espectáculo) o La Piconera (de ambiente más flamenco). Una trayectoria que, pese a su edad (tiene 32 años frente a los 22 de Cayetana), le ha valido para recibir en el pasado Festival de las Naciones el Premio al Emprendimiento e Innovación 2021 (donde, por cierto, coincidió con Fran Rivera). Otro lazo de unión es la Hermandad de los Gitanos, del que es miembro, como la familia materna de su novia.

Y así, con referencias cofradieras y metidos en el mundo del volante, retomamos este Rioja y Oro, el primero de 2022, que no ha empezado nada mal en cuanto a las noticias del corazón (y otras vísceras) se refiere. El año promete.