Vía libre para recuperar San Hermenegildo como equipamiento cultural
El estudio patológico sobre el estado de la antigua iglesia, cerrada hace casi 15 años, descarta graves daños estructurales
Urbanismo acometerá intervenciones menores y abrirá un proceso para otorgar en concesión el inmueble: el promotor interesado asumirá una rehabilitación de este BIC
Catorce años lleva sin uso la antigua iglesia de San Hermenegildo, una joya renacentista cerrada a cal y canto desde 2006 y situada en un entorno que urge una rehabilitación: la Gavidia, a escasos 50 metros de la vieja comisaría policial. Después de casi tres lustros de abandono, el Ayuntamiento de Sevilla encargó hace unos meses un estudio patológico para comprobar el estado del inmueble, un informe que ha concluido que no hay graves daños estructurales y que da vía libre para su recuperación como equipamiento cultural.
La Gerencia de Urbanismo ya contaba con un estudio anterior, del año 2012, que ya concluyó que el edificio era recuperable con una inversión no muy elevada. El que ahora se ha realizado confirma que no se ha producido una modificación sustancial en los últimos años. La cimentación y los muros portantes están funcionando correctamente y los forjados unidireccionales tanto del cuerpo rectangular moderno, como del cuerpo de la iglesia están globalmente funcionando bien, a excepción de un par de ellos que deben ser reforzados, según las explicaciones de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo.
El Ayuntamiento necesitaba este informe para elaborar un proyecto de conservación, restauración y adecuación para recuperar este espacio, en manos municipales desde 1995. El siguiente paso era ver cómo se pueden acometer las actuaciones, cuyo coste se estima en 1,6 millones de euros, cifra que excluye la puesta en funcionamiento del edificio como centro cultural.
El gobierno municipal ha optado por una fórmula que ya se usó en la antigua Estación de Cádiz. Su intención es abrir pronto un periodo para la recepción de propuestas de recuperación de este espacio como equipamiento. Urbanismo pondrá a disposición pública el informe patológico para que los promotores lo conozcan y presenten sus proyectos. Según fuentes municipales, ya habría interesados.
En resumen, la fórmula sería sacar a licitación pública un proyecto presentado por un promotor privado que responda al interés general y que cumpla con los criterios marcados por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, que debe valorar cualquier intervención en este edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El canon o los años de concesión se adaptarían en función de esta inversión que desembolsará la empresa adjudicataria.
El objetivo es que las obras puedan estar adjudicadas en el año 2021 de forma que su tramitación prácticamente sea paralela a la rehabilitación de la antigua comisaría de la Policía de la Gavidia. Ambos proyectos no tienen nexo de unión, serán independientes aunque en algún momento se barajó vincularlos al mismo inversor, pero la idea es que la culminación de ambos permita recuperar un entorno céntrico y actualmente abandonado.
¿Cuál es el estado y qué intervenciones requiere?
Hasta 2006 San Hermenegildo funcionaba como sala expositiva del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), un espacio cultural que se clausuró tras la aparición de fisuras en la bóveda. Tres años después de la clausura un estudio municipal cifraba en 400.000 euros el coste de la reparación. Pero el paso del tiempo ha ido agravando y encareciendo el deterioro. Las cubiertas hace años que se convirtieron en un palomar y se intervino en la cubierta colocando una protección para evitar desplomes.
El análisis realizado ha abarcado la evaluación de las estructuras (muros, pilastras, forjados, vigas, cargaderos y cerchas), cubiertas, cerramientos y sus elementos ornamentales, y la red de recogida de aguas pluviales y alcantarillado. Y los resultados apuntan que las obras necesarias"no son de envergadura".
En concreto, la cubierta plana y el saneamietno están en mal estado y fuera de la norma. Y los principales problemas se sitúan en la estructura de madera. La bóveda ovoidal de la iglesia es encamonada, esto es, se trata de una falsa bóveda de escayola, no de ladrillo, suspendida por un armazón de madera, una estructura que es muy flexible y que está afectada por patologías propias del paso del tiempo. Además, los hundimientos que presentan la cubierta de teja han favorecido las filtraciones y grietas en la bóveda de escayola, un material muy rígido. Así, la madera presenta carcoma, xilófagos y humedades... y se han roto algunos pares por problemas mecánicos que deberán ser reparados. La tablacón y las corresas presentan también muy mal estado.
No obstante, los testigos colocados en las grietas por el laboratorio que ha realizado el diagnóstico no registran grandes movimientos.
Desde el exterior es difícil imaginar que el interior de este inmueble, que fue un lugar religioso, presenta un aspecto bastante aceptable. Bastaría una limpieza para que la sensación fuese de absoluta normalidad. La planta de la iglesia se inspira directamente en la sala capitular de la Catedral y su cúpula ovalada se remata en una cartela con la imagen del niño Jesús. No hay ya retablos ni esculturas, pues la iglesia se desacralizó en el siglo XVIII, y lo que se puede encontrar actualmente en el interior son elementos expositivos y carteles de su última etapa, en la que funcionó como sala expositiva.
También está en mal estado la cubierta plana y el saneamiento. Y, pesar de que la fachada presenta un aspecto preocupante, se trata de problemas que tienen una solución ya estudiada y prevista. Las fachadas están afectadas por humedades de capilaridad y fisuras que no son relevantes estructuralmente, según el estudio. Están originadas por el revestimiento que se le dio en los años 80, cuando el edificio se preparó para albergar el Parlamento andaluz, a base de morteros de cemento, material que no permite transpirar los muros,y pintura plástica. La idea es retirar el cemento y recuperar los morteros originales de cal.
La Gerencia de Urbanismo redactará de manera inmediata un proyecto de intervenciones menor pero necesaria para reparar algunas de las cuestiones, aunque no afectan a la estructura del edificio,actuaciones que se harán con recursos propios municipales.
El cuerpo anexo a la fachada lateral por la que se accede al edificio desde la Plaza de la Concordia es más reciente, de los años 50 y presenta algunas patologías provocadas por el paso del tiempo pero fácilmente subsanables.
Una recuperación que va más allá del mero edificio
La intención del gobierno municipal es recuperar San Hermenegildo como un espacio cultural en un enclave que cuenta con otro tipo de escenarios cercanos, como la Sala Cero de la calle Sol o el teatro de la calle Cuna. Este patrimonio municipal podría también ser un complemento al equipamiento que se desarrolle en la comisaría de la Gavidia que todavía está por definir.
La antigua iglesia es un espacio versátil. Y la idea, a la espera de recibir propuestas privadas, incluir dentro del espacio una estructura efímera que pueda adaptarse al tipo de actividad que albergue. La propia Gerencia de Urbanismo ya ha barajado algunos proyectos en este sentido, pues se hizo hace años un estudio para buscar una solución a este espacio, cuya acústica no es buena para conciertos.
Convento, cuartel, parlamento, espacio cultural... y otros usos
Lo que hoy queda de San Hermenegildo es parte del convento del mismo nombre, una construcción del siglo XVI que sufrió distintas reformas hasta 1620. De estilo barroco, el edificio original fue realizado por Juan Bautista Villalpando para la orden de los jesuitas, con funciones de convento y colegio. Aún sin certeza documental, dos grandes nombres del arte religioso español parecen ser los autores de las portadas y las yeserías: Alonso de Vandelvira y Francisco Herrera el Viejo, respectivamente.
Al igual que otras instituciones jesuitas, el convento fue clausurado en 1767 por la expulsión de esta orden. A comienzos del siglo XIX, en el contexto de la Guerra de la Independencia, fue sede de la Junta Suprema Central, órgano ejecutivo y legislativo durante la ocupación napoleónica. Luego fue cuartel de Artillería, hasta principios del siglo XX, antes de ser derribado en parte para crear una plaza y ordenar las clales laterales. Actualmente, sólo se conserva la iglesia.
Entre 1985 y 1992 acogió al Parlamento de Andalucía, antes de que esta cámara se trasladase al Hospital de las Cinco Llagas.
En 1995 pasó a manos del Ayuntamiento de Sevilla y se convirtió en una sala expositiva del ICAS pero tuvo otros usos temporales. El Jueves Santo de 2004 salió de este antiguo templo la cofradía de Pasión tras el cierre del Salvador, aunque sus hermanos, en cabildo extraordinario, lo descartaron como nueva sede canónica de la corporación. El Consejo de Cofradías se interesó por el inmueble para que fuera sede de su ansiado museo. Se cursaron visitas y hubo reuniones durante el mandato de Juan Ignacio Zoido al frente del Ayuntamiento. El enorme coste de la rehabilitación dio al traste con esta opción. Y ahora se retoma la idea de mantenerlo como un espacio cultural.
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