Vecinos de San Jerónimo denuncian robos y apuntan al asentamiento de las naves de Renfe

Un sector de vecinos de la zona de San Jerónimo-Alamillo ha criticado que en los últimos meses los habitantes de este entorno están sufriendo nuevamente hurtos en negocios y vehículos, así como amenazas.

De esta forma han apuntado en este sentido a los habitantes del asentamiento de las naves de la Renfe, que de manera recurrente son ocupadas por personas, principalmente de nacionalidad rumana, a pesar de que desde la administración se ha procedido en varias ocasiones a tapiar el recinto, en situación de abandono.

La portavoz de la asociación de vecinos San Jerónimo-Alamillo, Lourdes Moreno, ha explicado que son varios los vecinos y comerciantes del entorno amenazados por conflictos que han mantenido con algunas de estas personas, mientras que el goteo de robos de bicicletas, enseres en el interior de vehículos o a negocios y particulares sigue produciéndose.

El último caso se ha producido, según Moreno, este pasado miércoles, cuando se produjo un robo en la casa de una vecina de la calle Traviesa, "reventándole la puerta de entrada y robando todos los objetos de valor de la vivienda".

El asentamiento "es lo que más cerca tenemos", ha señalado la portavoz vecinal, afirmando que los vecinos soportan la suciedad provocada por el hecho de que revuelven en los contenedores y mantienen escombreras "donde tendría que estar construyéndose la Ciudad del Empleo prometida y proyectada en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU)".

Moreno, que ha lamentado la "nula" presencia policial, ha añadido que la asociación va a movilizar a los residentes "porque los delincuentes campan a sus anchas", apostillando que si en un corto plazo de tiempo no son desalojados se convocará una asamblea vecinal "para ver si decidimos desalojar por otros medios dicha nave".

"Solicitamos a todas las autoridades competentes que den una solución urgente y eficaz a este problema, pues ya han sido tres las ocupaciones y los desalojos y el problema, en vez de remitir, se intensifica", mantienen los vecinos.