Varias estructuras de madera de la Fábrica de Artillería están "mucho peor" de lo que se pensaba
El Ayuntamiento contrata nuevos estudios patológicos sobre el estado de las naves de la máquina de sangre.
El pliego de condiciones técnicas que regula el concurso de la Gerencia de Urbanismo para contratar un estudio de patologías arquitectónicas de la Catedral y la Real Fábrica de Artillería pone de relieve que en el caso de las estructuras de madera de esta última "el estado de conservación aparenta ser mucho peor".
La Gerencia promueve un procedimiento negociado sin publicidad para contratar un estudio sobre "el estado actual que presentan" estos dos espacios concretos del complejo; la Catedral con sus fundiciones vieja y nueva, y las salas para la máquina de sangre con las armaduras de madera proyectadas por Tomás Botani entre 1778 y 1782, todo ello para elaborar los proyectos de conservación y restauración de las bóvedas y fachadas de las citadas dos fundiciones y las cubiertas y armaduras de las naves donde fue instalada la máquina de sangre de la fundición. Las labores a contratar, así, comprenden una "inspección detallada de los edificios" para detectar "fisuraciones, desplomes, deformaciones, humedades" con mención expresa a las "naves con estructura de madera", pues "el estado de conservación de las estructuras aparenta ser mucho peor". A tal efecto, el contrato señala "una inspección visual mucho más exhaustiva" de estos elementos para detectar "hongos, pudriciones, gemas y pérdida de material debido a la humedad". El pliego de condiciones, por contra, señala que en el caso de las fundiciones vieja y nueva de la Catedral, "el estado de la estructura es muy bueno, no apreciándose daños a simple vista más allá de la presencia de filtraciones y alguna pequeña fisura", así como "un pilar abierto en la zona sur".
Actuaciones
Este complejo de naves, talleres y almacenes de 20.372 metros cuadrados de superficie y de titularidad municipal ha sido recientemente sometido a obras urgentes de conservación pero sigue esperando un proyecto destinado a su restauración integral. Fue el pasado mes de marzo, en concreto, cuando concluyeron las obras urgentes de conservación que la Gerencia de Urbanismo había encomendado a la empresa Auxiliar de Obras Andaluzas S.A. Aquellos trabajos en cuestión consistieron, básicamente, en la consolidación y resanado de las cubiertas y las fachadas del conjunto arquitectónico, que como reflejan diversos informes sufre no pocas deficiencias.
En aquellos momentos, el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, anunció que la Gerencia de Urbanismo ultimaba la redacción de los proyectos técnicos destinados a mejorar los espacios del recinto arquitectónico conocidos como la Catedral y la nave de Carlos III, dos de las zonas más singulares y espectaculares del antiguo y emblemático complejo. La idea, según Vílchez, es actuar sobre el suelo, las cubiertas, las linternas y fachadas de nave identificada como la Catedral y sobre las cubiertas y estructuras de madera de la nave de nominada de Carlos III. Señalaba entonces Vílchez que la Gerencia de Urbanismo contaba ya entonces con un estudio patológico previo de cara a estas actuaciones.
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