Valmont, la fiesta de Halloween que casi acaba en tragedia en Sevilla hace cinco años

La Policía Local ya tuvo que desalojar una discoteca de Nervión hace cinco años por el riesgo de avalancha

En aquella ocasión se duplicó el aforo y hubo varios jóvenes con episodios de mareos y vómitos

La empresa de la fiesta de Halloween mantiene otro evento para este lunes

Inspección en la discoteca Valmont tras la fiesta de 2017. En la foto, colas para entrar en la fiesta. / Emergencias Sevilla

La fiesta de Halloween de la sala Music SevillaMusic Sevilla, desalojada el pasado sábado, pudo acabar en tragedia de no haberse evacuado el local a tiempo. Trece menores resultaron heridos de distinta consideración por desmayos, mareos y deshidrataciones sufridas durante la celebración, en la que no había agua embotellada y se había cortado el suministro en los aseos. Tampoco había aire acondicionado.

En la fiesta, organizada por la empresa Enigma, había un concierto de JC Reyes. La Policía Local de Sevilla denunció al responsable del evento por las numerosas deficiencias que había en el establecimiento de la Carretera Amarilla, que tenía las salidas de emergencia estuvieran bloqueadas con vallas. El calor en el interior del local era extremo, "como una sauna", expuso ayer el Ayuntamiento de Sevilla en un comunicado.

A pesar de ello, la empresa mantiene otra fiesta convocada para la noche de este lunes en la discoteca Abril, en Nervión. El evento será retransmitido en directo para tranquilidad de los familiares de los asistentes al mismo.

No ha sido ésta la primera fiesta de Halloween que pudo acabar mal en Sevilla. Hace cinco años, en 2017, la Policía Local tuvo que desalojar otra discoteca de la capital andaluza, Valmont, ubicada en la avenida de San Francisco Javier, por los problemas registrados en la misma. Por entonces, los agentes recordaron el caso del Madrid Arena, en 2012 en la capital de España, donde fallecieron cinco chicas en una avalancha en una fiesta de Halloween.

Aquella noche de 2017 en Valmont, la Policía detectó hasta nueve irregularidades. La más grave era el exceso de aforo. En el interior de la sala había 1.401 personas, más otras 150 que hacían cola fuera para entrar. El aforo del local era de 816 personas.

La aglomeración de público provocó que varios de los asistentes sufrieran mareos y vómitos al no poder respirar bien, que no se sirvieran las bebidas anunciadas y que se corriera un verdadero riesgo al encenderse algunas bengalas dentro de la discoteca. Un joven resultó herido al cortarse con una copa de balón que había en el suelo, que le atravesó el pie.

Además, se detectaron otras ocho irregulariudades. La discoteca tenía el limitador desactivado, carecía de vigilantes de seguridad uniformados, hizo un mal uso de la doble puerta, no presentaba la licencia previa, no tenía cartel anunciador de hoja de reclamaciones en otros idiomas, carecía de lista de precios (sólo tenía los de la sala VIP), no tenía un documento con el plan de evacuación, extinción y emergencia, la camarera no tenía el carné de manipulador de alimentos y el local no tenía expuesto al público la licencia de apertura ni el derecho de admisión.

stats