Urología supera en 34 años las 55.000 litotricias en el Hospital de Valme

La unidad de Litiasis y Endourología del Hospital de Valme, perteneciente al servicio de Urología, ha superado las 55.000 litotricias en 34 años. Una técnica que se estrenó en el centro de manera pionera en Andalucía en 1988, siete años después del primer equipo utilizado en el mundo, y en paralelo a su implantación en la sanidad española, para el abordaje mínimamente invasivo de los cálculos en el riñón, la llamada litiasis renal. Su uso causó un enorme impacto por la novedad que suponía en la sanidad sevillana. "La implantación de la litotricia supuso una revolución en el tratamiento de la litiasis, pues se pasó de más del 90% de pacientes que tenían que operarse por vía abierta, por cálculos de gran complejidad, a menos del 5%", señala el responsable de la Unidad de Litiasis y Endourología del Valme, Carlos Reina.

El urólogo destaca que, actualmente, entre el 60 y el 75% de los cálculos se tratan con este procedimiento, totalmente ambulatorio y no invasivo que permite localizar los cálculos urinarios mediante rayos x o ultrasonidos (ecografía) y, una vez localizados, los fragmenta utilizando ondas de choque para que puedan ser expulsados fácilmente, y que tuvo en el año 2018 una importante renovación tecnológica a través de la adquisición de equipos avanzados y de última generación como un nuevo generador electromagnético de ondas de choque y equipamiento para cirugía urológica endoscópica.

La litiasis es una patología de gran prevalencia. Cada año aparecen alrededor de 2.900 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y es una enfermedad causada por la presencia de cálculos o piedras en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres, vejiga). En la unidad de Litiasis y Endourología del Valme se atiende una media anual de 2.000 pacientes desde los distintos dispositivos aquejados por esta patología. En concreto, se realizan alrededor de 1.000 consultas externas, 800 sesiones de la técnica de litotricia, 150 abordajes quirúrgicos realizados en régimen de corta estancia hospitalaria y en torno a 80 cirugías renales complejas materializadas en el quirófano.

Los cálculos, explica el doctor Reina, son diferentes en su composición y, con la anatomía del paciente, condicionan la complejidad de los mismos. Su formación se debe al aumento de los componentes de los cristales de la orina, calcio, fosfato, ácido úrico u oxalato (sustancia química natural que se encuentra en la mayoría de los alimentos), "que serán los encargados de formar el primer germen de la futura piedra", explica el especialista. Su tamaño puede variar, desde arenilla a fragmentos de gran tamaño que ocupen las cavidades renales. De este modo, indica que "un 80% de las litiasis de 4 milímetros de diámetro van a ser eliminadas, sin embargo, hay casos que no son tan fáciles de eliminar y hay que recurrir a tratamientos instrumentales". Es el caso de la histórica litotricia, pero también existen otras alternativas más novedosas y actuales.

Otras alternativas

La Unidad de Litiasis y Endourología del Valme es también innovadora en la aplicación de las técnicas quirúrgicas más recientes que buscan la menor agresividad y la rápida recuperación para los pacientes, convirtiéndose en centro de referencia para Andalucía Occidental (Huelva, Sevilla y Cádiz) en el abordaje integral de los cálculos renales tanto en diagnóstico, como en tratamiento y prevención. La última novedad que destaca es la realización de la cirugía de la litiasis de baja y media complejidad, de forma ambulatoria, en la nueva Unidad de Litotricia situada en la planta sótano del hospital en el área del Hospital Médico-Quirúrgico de Día, inaugurado en el pasado 2021.

Más allá, el centro acumula, igualmente, décadas de experiencia en la cirugía mínimamente invasiva aplicada a la litiasis, la cual se empezó a realizar en 1995. Es el caso de la ureteroscopia rígida y la nefrolitectomía percutánea que sustituyeron en la década de los 90 a la cirugía abierta convencional para tratar las litiasis ureterales y renales, respectivamente. A principios de los 2000 se avanzó más, incorporando la ureteroscopia flexible, técnica que permite acceder al uréter alto o a las cavidades renales por vía endoscópica retrógrada y tratar in situ los cálculos urinarios.

Estás técnicas están dirigidas a situaciones en las que el volumen o complejidad del cálculo, tanto por su ubicación como por su dureza, impide que se resuelva a través de procedimientos menos invasivos como la litotricia. Tanto en la ureteroscopia rígida como en la flexible se aprovechan los conductos naturales, es decir, son procedimientos que permiten a los especialistas acceder a las cavidades del riñón entrando por el meato urinario (situado en el pene del hombre y la vagina de la mujer) hasta localizar los cálculos, extraerlos o, más frecuentemente, fragmentarlos. Por otra parte, la nefrolitectomía percutánea emplea un abordaje externo mediante una pequeña incisión e introducción de instrumental quirúrgico dentro del riñón para tratar las litiasis de gran tamaño. Estas intervenciones se realizan en quirófano y con el apoyo de anestesia regional o general.

En este punto, apunta el jefe del servicio de Urología, Pedro Blasco, también la evolución del utillaje endoscópico, más flexible y de menor calibre ahora, y las energías de fragmentación más potentes y precisas, como el láser de Holmium, han permitido un mejor pronóstico en el paradigma del tratamiento quirúrgico de la litiasis urinaria. "El uso de alguna de estas técnicas o su combinación consigue una alta tasa de éxito con mínimos o nulos fragmentos residuales", afirma.

Pero además de la actividad diagnóstico-terapéutica, el Valme es referente en el diagnóstico avanzado y la profilaxis de la litiasis de repetición a través de la realización de estudios metabólicos urinarios desde su consulta especializada. "Aproximadamente la mitad de los pacientes con litiasis se cronificarán, con episodios repetidos de cólicos nefríticos, formación de cálculos y las posibles complicaciones que eso conlleva, incluyendo pérdida de unidades renales", explica el doctor Reina.

El objetivo de esta actividad es determinar las causas intermedias que precipitan la formación de cálculos y tratar de manera preventiva a esos pacientes para reducir al máximo la incidencia de nuevas litiasis o el crecimiento de las preexistentes. Para ello, el servicio de Urología trabaja en coordinación con el Laboratorio de Análisis Clínicos desarrollando una dinámica eficaz y actualizada en la prevención de la litiasis urinaria.