Urgencias, recetas contra el colapso

La formación de médicos especialistas en Urgencias y Emergencias, el uso racional por parte de la población de este servicio sanitario, así como una mayor dotación de camas hospitalarias y de personal son las tres recetas para terminar con la masificación crónica que padece esta área hospitalaria y extrahospitalaria. Cuatro expertos y responsables en servicios de Urgencias y Emergencias exponen la necesidad de que el Ministerio de Sanidad incluya de manera definitiva esta especialidad médica dentro de la oferta formativa que se ofrece a los MIR para lograr, de esta manera, afrontar con más eficacia el caos que suele caracterizar una situación de emergencia y lograr mayor implicación de los propios profesionales en su periodo de formación.

La especialidad de Urgencias es una reivindicación histórica que defienden médicos que son especialistas de otras áreas (Medicina de Familia, Medicina Interna, Traumatología, Medicina Intensiva, etcétera) y que trabajan en estos servicios sanitarios.

El Ministerio de Sanidad está ultimando el Real Decreto y, en principio, se ha comprometido con las sociedades científicas, a través de una carta, a incluir la especialización. Este compromiso del Gobierno ha frenado, de momento, un calendario de huelgas que tenía previsto Semes (Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias) en un sector sanitario que tiene un impacto enorme en la población.

Otro de los pilares para hacer frente a la saturación de las Urgencias se asienta en los propios usuarios y en la necesidad de que hagan un uso racional de este servicio. El jefe de Urgencias en el Hospital de Valme, Cristóbal Marchante, y la coordinadora de Urgencias en el Virgen Macarena, Carmen Navarro, coinciden al apuntar a la necesidad de que los problemas banales sean resueltos en los centros de salud para reducir presión asistencial en las Urgencias. Para ello sería necesario que la Administración invierta más en la Atención Primaria para reducir las esperas en las consultas de Medicina de Familia, un problema que conduce a muchos usuarios a optar por las Urgencias. La dotación de más personal y de más camas hospitalarias es precisamente otra de las reivindicaciones históricas de los sindicatos de enfermeros y de médicos. El déficit de camas en los hospitales dificulta el traslado de pacientes desde las Urgencias a las plantas de hospitalización, lo que redunda en una permanencia excesiva en esta área.