Urbanismo mantiene la reordenación de los veladores del Paseo Colón
El uso de la vía pública
Los propietarios de tres bares solicitaron la suspensión de la nueva organización de las terrazas para seguir instalando el mismo número de mesas y sillas
La Gerencia de Urbanismo mantiene la reordenación de los veladores del Paseo de Colón que elaboró tras varias inspecciones realizadas el año pasado en las que se detectaron numerosas irregularidades en la ocupación del espacio público, además de infracciones de la normativa administrativa y contravenir las licencias disponibles que pudieran comprometer la seguridad ante situaciones de emergencia. Esta resolución desestima la solicitud formula este verano por tres bares de copas (Colón 5, La Pizarra de Bribón y F5) que requerían la suspensión de la ejecución por la que se dispuso modificar las licencias de terraza de todos los establecimientos entre las calles Almansa y Adriano. El acuerdo también deja sin efecto la declaración responsable presentada por los dueños de los establecimientos de hostelería para la renovación de la licencia de veladores para 2018.
El servicio de ordenación de la vía pública apuntó en su informe para justificar la reordenación que las terrazas de veladores “se ubican en una avenida de gran afluencia de público, con un alto nivel de tránsito de personas de forma habitual, dado que genera un continuo paso de peatones asociado a los distintos recorridos turísticos existentes en dirección norte-sur, constituyendo un ámbito público esencial en el sistema viario de la ciudad”. Los técnicos de la Gerencia añadieron que la confluencia de estos establecimientos con una barrera física (como es la salida del aparcamiento del Paseo Colón), agravada con el cajón de obra existente colindante, interrumpe la normal continuidad del acerado.
“El análisis realizado por la dirección general de emergencias se estima que debe prevalecer la utilización pública de dicho espacio, debiendo minimizarse, en todo caso, cualquier tipo de obstáculo para el peatón, garantizando unos itinerarios accesibles en todo su recorrido”. Esta fueron las justificaciones utilizadas por los técnicos de la Gerencia para una reordenación que dejó a Pinzón con 4 mesas y 16 sillas; Colón 5 con 4 mesas y 16 sillas; La Pizarra de Bribón con 5 mesas y 18 sillas; F5 con 4 mesas y 16 sillas; Boga Gallery con 4 mesas y 14 sillas; y O´Neills con 4 mesas y 16 sillas.
Un dispositivo formado por agentes de la Policía Local y Bomberos inspeccionaron en plena hora punta de la madrugada el pasado 4 de noviembre los seis negocios. El resultado fue que más de cien elementos instalados en las terrazas incumplían la normativa. En los expedientes se resumía que los principales incumplimientos fueron las garantías de accesibilidad universal, “pues se impedía el tránsito de peatones”; la falta de seguridad y autoprotección, “con el consiguiente riesgo para los clientes”, y la ausencia de licencias y permisos exigidos. El objetivo del dispositivo era analizar los elementos exteriores, su concordancia con la licencia municipal y el cumplimiento de los criterios de seguridad y autoprotección esenciales ante una situación de emergencia. De las inspecciones de los funcionarios se desprendió que ninguno de los toldos de los seis establecimientos acreditó la certificación de cumplimiento de la normativa de protección contra incendios, como elementos ignífugos.
Todos disponían de instalaciones eléctricas no contempladas en la autorización para los sistemas de iluminación y de calefacción, que tampoco estaban autorizados. “Esta circunstancia constituye un evidente riesgo para el usuario para la clientela”, se advierte en un expediente que añade que esos toldos deben ser móviles y desmontables (ninguno cumplía estos requisitos). De hecho, se detalla que tras cerrar los establecimientos, todos quedan desplegados ocupando la vía pública como elementos fijos, algo que no se contempla en la licencia.
“Independientemente de las licencia de las mesas legalmente autorizadas, todos los establecimientos habían instalado mesas y soportes adicionales, convirtiendo maceteros en nuevas mesas o tapas de cristal en posavasos, todo esto superando lo contemplado en la licencia”. En los bares se detectaron 26 mesas por encima del número autorizado, 39 focos y 35 calentadores instalados sobre las estructuras de los toldos.
Además, tres de los sistemas de toldos no contaban con licencia municipal. Los agentes municipales contabilizaron nueve jardineras irregulares empleadas como soporte similar a mesa y uno de los establecimientos tenía los extintores caducados. También se detectaron 14 veladores y sillas instaladas fuera del horario autorizado. “Esta saturación de mesas, estructuras y soportes anclados al suelo permite que el número de clientes aumente considerablemente, ocupando por lo tanto el pasillo preceptivo que debe estar libre para el paso de los viandantes por la acera”, apuntaba para concluir el documento.
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