Urbanismo necesita una segunda consulta para limitar los pisos turísticos
Los servicios jurídicos reclaman una actualización de las propuestas debido al Covid antes de modificar
el PGOU
Segunda consulta ciudadana sobre los pisos turísticos. Los servicios jurídicos municipales han reclamado a la Gerencia de Urbanismo un nuevo plazo para que se incorporen elementos a la nueva normativa reguladora de ese tipo de viviendas, ya que entienden que las circunstancias socioeconómicas de la ciudad han cambiado desde el inicio de la pandemia generada por el coronavirus a mitad de marzo. Los sevillanos que quieran enviar sus sugerencias desde la web del Ayuntamiento tienen hasta el 20 de noviembre.
Este proceso está abierto dos años después de que el equipo de Juan Espadas habilitase una consulta ciudadana específica para conocer las inquietudes e intereses tanto de ciudadanos como de sectores directamente afectados por este fenómeno. Desde la Gerencia se consultó también a asociaciones de vecinos de las zonas más afectadas, a las plataformas ciudadanas creadas en relación con este asunto, al gremio de administradores de fincas y hosteleros, entre otros colectivos. En esa participaron 478 personas.
De esa consulta ciudadana pocos resultados se dieron a conocer. Llamativo fue el estudio elaborado unas semanas antes por el Consorcio de Turismo de Sevilla. “¿Le importa que se alquilen viviendas turísticas en su edificio?”. El 66% de los 1.032 sevillanos que fueron encuestados respondieron que no. En la pieza dedicada en el documento a las molestias generadas por las viviendas de alquiler, siete de cada diez ciudadanos contestan que los turistas no provocan ningún tipo de incomodidad durante su estancia en un piso de su mismo edificio. El porcentaje llegó hasta el 80% cuando la pregunta era sobre los inquilinos tradicionales. Esto se tradujo en que los turistas que ocupan viviendas de alquiler generan un 11% más de molestias que los inquilinos que ocupan casas con arrendamientos de larga duración.
Los residentes que manifestaron un mayor grado de molestias por parte de los viajeros que alquilan viviendas fueron los que residen en los distritos Norte, Cerro-Amate y San Pablo y Santa Justa. Llamó la atención que existan más quejas en esas zonas de la ciudad donde se alojan menos turistas que en otras más concurridas como el casco histórico o el barrio de Triana.
En la encuesta del Consorcio de Turismo se solicitaba a los sevillanos que valorasen el grado de molestia que les producen los turistas que ocupan viviendas en su edificio. A la cabeza se encontraban los ruidos. Le seguían la suciedad en la comunidad, los desperfectos y mal uso de las zonas comunes, la sensación de inseguridad y el uso excesivo de los ascensores.
¿Qué ha pasado hasta la fecha con los pisos turísticos? Pues que este tipo de vivienda ya ha superado en plazas a los hoteles de la ciudad. Según los datos actualizados en el registro de Turismo, Sevilla cuenta con 28.957 plazas en viviendas con fines turísticos (34.721 si se cuentan las de los edificios de apartamentos) frente a 23.899 plazas en hoteles y pensiones.
El gobierno socialista dará un primer paso antes de que acabe el año para regular su implantación. Lo primero será su aprobación en el Consejo de la Gerencia de Urbanismo que se celebrará a mitad de diciembre. El documento se dará a conocer en unas semanas. “Vamos a hacer una modificación para establecer que estas viviendas tengan que cumplir las mismas exigencias que un hostal, pensión o un hotel, que son figuras reguladas”, apuntan desde la Gerencia. Se ha optado por ir dando pequeños pasos que ayuden a ordenar la oferta sin entrar en contradicciones con normas autonómicas tampoco, como ya alertan las asociaciones de viviendas turísticas. La medida no será retroactiva.
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