Urbanismo descarta la demolición de las 40 viviendas aún desalojadas
La Universidad pide "disculpas" y garantiza a los vecinos que las reparaciones se ejecutarán "de inmediato"
El gerente de Urbanismo del Ayuntamiento, Miguel Ángel Millán, descartó este viernes cualquier tipo de demolición sobre las 40 viviendas de las calles Taf, Talgo y Ter que permanecen aún desalojadas a cuenta de la "crisis" vivida durante la jornada de este jueves a cuenta de las grietas descubiertas en estas viviendas y otras 40 del mismo entorno y el peligro de derrumbe que pesaba sobre una grúa pluma adscrita a las obras que promueve la institución académica para levantar en las inmediaciones la nueva facultad de Farmacia con un aparcamiento subterráneo.
Así todo, Millán dio por superada la "crisis" que la madrugada de este jueves obligaba a desalojar a entre 160 y 180 personas de un total de 80 viviendas del entorno de las calles Ter, Taf, Talgo y Maimónides. Mientras 40 de las viviendas vuelven a albergar a sus moradores al ser levantada la orden de desalojo tras quedar garantizada su estabilidad, Millán reconoció que, efectivamente, en el año 2008 la Gerencia de Urbanismo atendió una serie de "denuncias" en cuanto a "ciertas fisuras sin especial relevancia" en viviendas de este entorno y "vibraciones", si bien se trataba de "patologías" arquitectónicas "absolutamente leves".
Por otro lado, el vicerrector de Infraestructura de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez, ha garantizado hoy a los vecinos desalojados de sus viviendas en la Macarena tras el riesgo de derrumbe de una grúa en la obras de construcción de la Facultad de Enfermería que las reparaciones de sus inmuebles se ejecutarán "de inmediato" una vez que la Gerencia de Urbanismo determine las "patologías de las viviendas" afectadas.
El vicerrector ha asegurado a esta edición digital que actualmente hay 60 personas alojadas en el hotel Macarena y que la prioridad pasa ahora por garantizar su alojamiento y manutención, para lo cual desde ayer la Universidad está ofreciendo vales de comida para que estas personas puedan acudir al comedor universitario.
Antonio Ramírez pidió "disculpas" a los vecinos por las incomodidades que están padeciendo, pero explicó que lo sucedido no era algo que se pudiera prever, como es un "fallo inesperado del suelo" donde estaban trabajando. Lo que sí dejó claro el vicerrector es que la Universidad ya ha hablado con representantes de la empresa constructora, Ingeconser, que se ha "comprometido" a realizar las reparaciones de las viviendas de inmediato.
Fuentes de la delegación de Convivencia y Seguridad y del distrito Macarena confirmaron que los técnicos de Urbanismo ya han comenzado a inspeccionar los bloques afectados, que representan unas 40 viviendas -los otros 40 residentes pudieron volver a sus casas a lo largo de la jornada de ayer-, aunque la inspección completa, con la realización de las correspondientes catas todavía puede prolongarse durante dos o tres días más. Hasta que no se disponga del informe de los técnicos municipales, no se podrá decidir sobre el realojo de estas personas. Las mismas fuentes explicaron que se está realizando un trabajo "bloque a bloque", revisando tanto la estructura externa como las fachadas y su conexión con las obras del aparcamiento de la Facultad de Enfermería, y se levanta un acta por cada edificio.
La revisión del primer bloque afectado -el número 8 de la calle Ter- ha permitido determinar que el inmueble en principio no se encuentra en muy mal estado, aunque habrá que ver qué ocurre con los otros dos -los números 1 y 6 de la calle Taf-, que pueden estar en peor estado dado que el trabajo se realiza de menor a mayor afección.
Mientras tanto, algunos vecinos desalojados pudieron regresar esta mañana a sus viviendas para recoger algunas prendas de vestir y enseres en previsión de que se retrase la vuelta a sus hogares. Rocío García, secretaria de la asociación de vecinos Barqueta-Renfe, explicó que varios vecinos de los bloques 1 y 6 han salido "muy preocupados", ya que han visto el estado en el que se encuentran sus viviendas, "con muchas grietas", sobre todo de los pisos que dan a la obra de Enfermería, por lo que saben que el desalojo "va a durar más de unos días".
Consuelo Castillo fue una de las personas que pudo entrar hoy en el primero de los bloques para recoger algunas prendas de vestir de su madre, una anciana de 90 años que acutalmente se encuentra con una hija. "Hemos cogido lo imprescindible, la verdad es que esto es muy doloroso y hasta que no te pasa a ti no te das cuenta de lo que puede pasar en cinco minutos". Consuelo Castillo añade que lo único que piden es que "salven los bloques lo más pronto posible".
En el mismo sentido se pronunció María Jesús Simarro, que vivía en uno de los pisos con su madre, de 85 años. "Yo pido que nos informe y que actúen rápido. Mi casa no tiene grietas ni nada", añadió esta vecina.
La subdirectora del distrito Macarena, Rocío Martín, que esta mañana se reunió con el vicerrector de Infraestructura, Antonio Ramírez, destacó la labor de coordinación que se ha desarrollado entre el Ayuntamiento y la Universidad desde la madrugada del pasado jueves, cuando hubo que desalojar unos 80 pisos de los bloques afectados. La subdirectora se trasladó hoy hasta el lugar porque el delegado del distrito, Enrique Lobato, tenía que asistir al Pleno del Ayuntamiento.
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