La Universidad de Sevilla sale al rescate de los investigadores: más de 1,3 millones para contrarrestar el Covid-19
Investigación
La US aprueba ayudas de apoyo a la investigación por valor de 800.000 euros y prolonga cinco meses más los contratos pre y postdoctorales, lo que supondrá un gasto extra de 490.000 euros
El vicerrector de Investigación advierte de los graves daños que sufrirán los proyectos I+D+i si la crisis del coronavirus se prolonga
La Universidad de Sevilla ha aprobado una batería de ayudas para apoyar la investigación valoradas en más de 1,3 millones de euros. La Hispalense sale así al rescate de sus investigadores que han visto paralizadas sus carreras profesionales y sus proyectos con motivo de la crisis del coronavirus.
La institución académica aprobó el pasado 13 de abril una resolución rectoral con medidas urgentes de apoyo a la investigación durante el estado de alarma. Así, se decidió prorrogar los contratos pre y postdoctorales activos durante la crisis cinco meses más. Esto ha supuesto un gasto extra para la Universidad de Sevilla de 490.000 euros, según ha confirma el vicerrector de Investigación de la US, Julián Martínez.
A esto se suma una batería de ayudas para el impulso de la investigación por valor de unos 800.000 euros. Entre estas ayudas destacan actuaciones de apoyo a grupos de investigación, actuaciones específicas de transferencia del conocimiento, de apoyo a proyectos de investigación internacionales, apoyo a empresas basadas en la transferencia del conocimiento, revistas de divulgación de la Universidad, para organizar congresos, patentes, la internacionalización de la investigación, para la reparación de material científico y la adquisición de equipos de protección individual (EPI), entre otros aspectos.
"Todo esto se hace por una doble razón, por un lado para impulsar la investigación y la innovación en estos momentos de crisis, y también porque, al principio de la pandemia, todos los grupos de investigación y departamentos de la US recopilaron y donaron todo el material que tenían", señala Julián Martínez. Este lunes se realizó una primera entrega de material y equipos de protección individual valorada en 100.000 euros.
Además, antes de que se decretara el estado de alarma en España, el 14 de marzo, varios investigadores de la Universidad de Sevilla que se encontraban en el extranjero manifestaron su intención de regresar. "La Universidad ha asumido todos los gastos extras que ha supuesto el regreso de los investigadores que contaban con ayudas de nuestra Plan Propio de Investigación y Transferencia, y se le ha garantizado el pago para que puedan terminar su estancia en el extranjero en un futuro. Esto es muy importante para muchos investigadores, ya que la mayoría de ellos son jóvenes y las estancias en el extranjero son muy importantes para sus currículos", explica el vicerrector de Investigación de la US, Julián Martínez, que cifra entorno al centenar el número de investigadores de la Hispalense que han retornado a causa de la pandemia.
Para poder llevar a cabo estas acciones, la Universidad ha tenido que reajustar el presupuesto anual de 9 millones de euros con el que cuenta el Plan Propio de Investigación y Transferencia de la US.
Daños en la investigación si la crisis se prolonga
La implantación en España del estado de alarma y el confinamiento obligatorio de la población ha provocado la paralización de gran parte de la investigación que se venía desarrollando en la Universidad de Sevilla. "La actividad presencial se ha reducido al mínimo. Sólo en aquellos casos en los que la paralización de la actividad podía provocar un grave daño a la investigación tras años de estudio se ha mantenido la actividad", afirma Julián Martínez, vicerrector de Investigación de la US.
"Un investigador no siempre puede cerrar la puerta y marcharse dos meses. Esta medida podía dar al traste con investigaciones de más de un año, como por ejemplo la de aquellos investigadores con cultivos celulares. También se ha realizado labores de mantenimiento y cuidado de animales que participan en las investigaciones y de los invernaderos. Es decir, sólo se han llevado a cabo actividades muy justificadas. En este sentido, ha sido muy importante la solidaridad entre investigadores y compañeros, ya que se turnaban para vigilar y cuidar los proyectos propios y ajenos", detalla Martínez.
El vicerrector de la US asegura que, dado que la actividad investigadora y las publicaciones se han podido mantener en gran parte a través de un modelo no presencial, no es posible cuantificar los daños que ha provocado hasta el momento la crisis del coronavirus en las investigaciones de la US pero advierte que estos serán graves si la pandemia se prolonga.
Otra de las preocupaciones es el impacto económico que esta crisis puede tener en el ámbito de la investigación y la innovación al igual que ya ocurrió en la anterior crisis económica, cuando se produjeron importantes rectores en este sector.
"Si hay algo que hemos sacado en claro de la crisis del coronavirus es que nuestra sociedad está en manos de la investigación y la innovación. Todos estamos esperando una vacuna frente al Covid-19", destaca Julián Martínez. "En la crisis anterior se equivocaron, actuaron mal. A partir de 2012 y durante varios años, la inversión en investigación fue de cero euros. Hay indicadores que nos hacen pensar que la inversión va a volver a caer, pero debemos aprender del pasado. Debemos analizar que se hizo en la crisis anterior en otros países y actuar. No podemos esperar a que otros hagan una importante labor investigadora e innovadora mientras nosotros esperamos sentados".
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