Seis UVI móviles en todo el camino

El caudal del Guadiamar ha bajado, por lo que no existen problemas para cruzar el Quema

El bienestar animal es uno de los aspectos más cuidados en el dispositivo.
El bienestar animal es uno de los aspectos más cuidados en el dispositivo. / D. S.
D. J. G.

13 de mayo 2018 - 20:35

Sevilla/El Plan Romero, además del tránsito y la seguridad, también atiende a dos aspectos prioritarios en esta masiva peregrinación: la salud y los animales. Respecto a la atención sanitaria, durante los días de camino se establecen seis unidades de vigilancia intensiva (UVI), distribuidas en los siguientes puntos: Coria del Río, Aznalcázar, vado del Quema, Villamanrique de la Condesa (donde se monta un ambulatorio), la entrada en la Raya Real y la explanada de Palacio.

Además se refuerza con profesionales y se amplían los horarios de los centros de salud de aquellos municipios por donde discurren las comitivas rocieras. A todo este dispositivo hay que sumar los nueve puntos de aterrizaje de helicópteros sanitarios.

Respecto al cuidado de los animales, el Plan Romero cuenta con la participación de los inspectores procedentes de Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Sanlúcar la Mayor. Uno de ellos acude a la reunión diaria que se mantiene en el puesto de mando avanzado de Villamanrique. Los puntos donde los efectivos de seguridad prestan especial vigilancia al trato de los animales (mayoritariamente caballos) son el cruce del Guadalquivir por Coria de Río y el paso del Quema.

En el primero de ellos, según explica el jefe del Servicio de Protección Civil, Antonio Pajuelo, se produce uno de los momentos de "mayor tensión" para el acompañamiento equino, ya que el paso de un camino de tierra a la superficie metálica de las barcazas puede provocar una reacción inesperada en estos animales, por lo que siempre se pide que en dicho traslado los jinetes se bajen de ellos y que los caballos no vaya en grupo, sino rodeados de peregrinos.

En el Quema la atención se centra en el paso de los bueyes por el Guadiamar. Especial precaución requiere el nivel de este río, que fue supervisado la semana pasada, ya que en abril llevaba un caudal muy abundante. "Si la lámina de agua va muy alta, los bueyes deben pasar por el puente. El nivel ha bajado bastante las últimas semanas, por lo que no se prevé que haya problemas para que las hermandades lo crucen con toda la comitiva", afirma Pajuelo, quien añade que, a diferencia de otros ríos, el Guadiamar carece de una presa de regulación, pues el único embalse con el que cuenta, el del Agrio, se usa sólo para los regantes, por lo que su caudal no se puede controlar en caso de lluvias intensas.

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