La UTE que restauró el monasterio de San Jerónimo recibirá 200.000 euros
Una sentencia obliga a la Gerencia a abonar un recargo por la liquidación del contrato a las constructoras que iniciaron la rehabilitación
Las constructoras que comenzaron la rehabilitación del monasterio de San Jerónimo de Buenavista recibirán de las arcas municipales 204.683 euros. La Gerencia de Urbanismo ha dado el visto bueno a una sentencia del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Sevilla que dictamina que las empresas Vera S. A. y Alberto Domínguez Blanco Restauración de Monumentos S. A. deben recibir una liquidación de 150.758 euros por el contrato de la restauración del inmueble en concepto de revisión de su precio. A esta cifra hay que sumar los intereses legales, que llegan a los 53.925 euros.
Este espacio, que pasó a manos privadas durante la desamortización del XIX, lo adquirió entonces el Ayuntamiento hispalense en 1984 a la familia Beca Belmonte por 25 millones de pesetas. En 1989 el Pleno municipal decidió que el inmueble acogiese un centro cívico. Hubo que esperar 15 años a que este proyecto comenzara a gestarse, pues no fue hasta el 9 de septiembre de 2004 cuando la Gerencia inició los trámites para la contratación de las obras de rehabilitación de una parte del monasterio. Durante esos 15 años no faltaron otras propuestas, como la que en su día lanzó el que fuera director del Patronato Provincial de Turismo, Manuel Marchena, para que se convirtiera en sede alternativa a Fibes para congresos.
La propuesta de hacer de dicho espacio un centro cívico contó con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio el 12 de enero de 2005. Un mes antes se habían adjudicado los trabajos a Jocar Ingeniería y Construcciones con un presupuesto de 2,27 millones de euros. El primer contratiempo surgió en mayo de 2006, cuando Urbanismo autorizó la cesión del contrato a la UTE formada por Construcciones Vera S. A. y Alberto Domínguez Blanco Restauración de Monumentos. La última fecha que el Ayuntamiento fijó para su finalización fue la del 23 de abril de 2009, plazo que no se cumplió. Ya entonces la obra se había encarecido más de un 34% sobre su presupuesto inicial.
Merced a un dictamen favorable del Consejo Consultivo de Andalucía, el consejo de gobierno de Urbanismo acordó en noviembre de 2012 resolver el contrato por "incumplimiento de la adjudicataria". El proyecto de rehabilitación e instalación del centro cívico había contado con la dirección de los arquitectos José García-Tapial y Fernando Sánchez Navarrete. Este último fue el que se encargó de la fase de culminación, cuya adjudicación se formalizó en noviembre de 2013 con la UTE constituida por Edificaciones Castelló y Construcciones Bañuls.
El coste de la terminación supuso para las arcas locales un nuevo desembolso de 473.153,87 euros (IVA incluido), lo que significó una rebaja del 20% respecto al presupuesto de licitación, establecido en 591.442,34 euros. Su coste final llegó a los 3,6 millones y fue inaugurado a finales de febrero de 2015. Los expertos detallaron que con la rehabilitación se intentaba que el claustro -prácticamente lo único que se conserva del cenobio junto al campanario- recupere su función principal, es decir, la de un espacio de distribución, para lo que se reconstruyó la volumetría que tenía la nave sur y este. En el interior de éstas, distintas estancias como las celdas pasaron a ser talleres, mientras que otro habitáculo como la sala capitular desempeña ahora la función de sala de actos. Lo que no se pudo recuperar es la decoración renacentista que poseían.
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