La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Universidad
La Universidad de Sevilla (US) pedirá a la Junta de Andalucía que en los presupuestos de 2023 se tenga en cuenta la necesidad de articular medidas especiales para los estudiantes con las que hacer frente a la inflación que los precios sufren actualmente. Así lo ha anunciado el rector de la US, Miguel Ángel Castro, durante la rueda de prensa de este lunes, jornada en la que algunas facultades han comenzado las clases, con lo que se adelanta el calendario académico para ajustarlo a lo que hace la mayoría de las instituciones de enseñanza superior europeas.
El inicio de curso -que será escalonado durante esta semana, por lo que cada centro comenzará las clases un día distinto- coincide con el de los colegios e institutos. Un arranque marcado por la inflación de precios que viene sufriendo el país desde hace meses y que, según los expertos, se agravará durante el otoño. A preguntas de los periodistas, Castro ha afirmado que la Hispalense contempla solicitar ayudas específicas para que los universitarios afronten dicha situación.
No debe olvidarse aquí el encarecimiento que han experimentado el alquiler de pisos para estudiantes y los precios del papel, del plástico y de los alimentos, por citar algunos de las necesidades básicas de los estudiantes. A este respecto, el rector ha recordado la "importante" convocatoria de ayudas anuales que posee la US y que "se revisa cada año". En este sentido, ha explicado que ahora mismo y hasta que no se conozca el presupuesto que tendrá las universidades en 2023 no puede especificar qué tipo de ayudas serían ni mucho menos la cuantía. Aunque sí ha dejado claro que en la reunión que mantedrá este mismo lunes con el nuevo consejero andaluz de Universidades, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, que en su día fue rector de la Univeridad de Córdoba (UCO), se abordará la necesidad de tener en cuenta esta cuestión a la hora de elaborar las cuentas del próximo año.
Castro ha reconocido que el nombramiento del nuevo consejero es "motivo de esperanza", al tratarse de alguien que "conoce realmente el sistema". Entre las reclamaciones pendientes se encuentra "arreglar el desaguisado económico de 2022", con una subida "lineal" en los presupuestos del 2,8%, y el esperado nuevo mapa de titulaciones que, aunque prometido por el propio presidente andaluz, Juanma Moreno, en la pasada legislatura, ni siquiera se ha llegado a presentar.
No quedan ahí las reclamaciones, pues la US también apunta al Ejecutivo central a la hora de plantear dos proyectos que afectan a la enseñanza superior y que se encuentran sobre la mesa. Uno es la nueva ley universitaria (LOSU), para la que exige "un gran pacto de Estado". "Es un contrasentido sacar una ley sólo respaldada por un gobierno atomizado que no sea fructífera para el país", ha advertido Castro que, respecto a la posibilidad de que el texto definitivo de la normativa estatal obligue a elegir al rector por sufragio universal (en la Hispalense la elección del rector queda en manos del claustro), ha incidido en que "todo el sistema universitario español apoya que no se limite la autonomía de estas instituciones y que, por tanto, se mantenga la doble posibilidad de elección". En este punto, ha recordado que, frente a lo que ocurre en la mayoría de universidades españolas y de Iberoamérica, en las europeas el sufragio se restringe a un determinado grupo, incluso en algunas, como la de Génova, el rector es elegido por el Senado.
El otro asunto que está sobre la mesa es el de la nueva Selectividad (Pevau), adelantada por la ministra de Educación, Pilar Alegría, a principios de verano y que irá acorde con la ley Celáa, por lo que se tratará de "una prueba de madurez", basada en las competencias adquiridas por el estudiante. Castro solicita que se constituya un grupo de académicos de ESO y universidad para configurar unos exámenes que han de solventar el mayor problema que presenta la Selectividad actualmente: el gran número de alumnos que consiguen puntuaciones muy altas, entre 13 y 14, y que no logran entrar en la carrera deseada por unas décimas. El rector de la US defiende que haya una prueba única para todo el país.
Tales declaraciones las ha realizado en el inicio de un curso universitario que vuelve a la senda de la vieja normalidad en términos sanitarios. Se suspenden, por tanto, todas las medidas que se activaron cursos pasados para hacer frente a la pandemia del Covid, como el uso de la mascarilla y la trazabilidad de los positivos. El adelanto del calendario académico provoca que este año coincida el inicio de las clases con los últimos exámenes de septiembre. A partir de este curso, las pruebas de diciembre pasan a noviembre y las de septiembre, a julio.
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