La UE justifica en Sevilla las negociaciones con Musk para el lanzamiento de cuatro satélites

Uno de los grandes eventos que tenía previsto en su agenda el Gobierno –en el marco de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea– se ha celebrado hoy en Sevilla. El Pabellón de la Navegación se ha vestido de gala para recibir a los ministros y ministras europeos de la rama del Espacio, quienes realizaron su llegada a este enclave en barco para protagonizar la reunión informal ministerial de Competitividad del Espacio.

El punto de partida era claro y llevaban semanas anunciándolo: reforzar la posición estratégica europea en esta materia ante el inminente despegue de la carrera espacial. España ha hecho los deberes en tiempo récord: ha creado la Agencia Espacial Española, forma parte de la misión Artemis que volverá a llevar al hombre a la Luna, tiene cumplido al 90% el PERTE Aeroespacial y cuenta con una industria a pleno rendimiento. A nivel europeo, los ministros y los 40 representantes de las delegaciones internacionales pusieron sobre la mesa los desafíos conjuntos. El primero es evidente: disminuir la dependencia tecnológica de terceros. Otro gran escollo que tienen que superar los Estados miembros es la crisis de lanzadores. Sobre ambas cuestiones han hablado durante esta cumbre internacional.

“Los Estados miembros han expresado la necesidad de desarrollar sistemas espaciales con los que fortalecer la autonomía estratégica de la Unión Europea”, manifestó la ministra de Ciencia e Innovación en funciones, Diana Morant. Para ello puso tres ejemplos con nombre propio: Galileo, Copernicus e Iris2.

El primero proporciona posicionamiento global de navegación por satélite y sincronización temporal. "Es un caso de éxito al tener su propio sistema de posicionamiento independiente de terceros países”, abundó Morant. También puso en valor la constelación de satélites Iris2 –cuya puesta en marcha está prevista para 2027– y proporcionará a los Estados miembros comunicaciones seguras. En cuanto al ejemplo de Copernicus, se trata de un sistema de observación de la Tierra que es clave para “impulsar la transición ecológica”. Su objetivo es proporcionar información exacta, para mejorar la conservación del medio ambiente, mitigar los efectos del cambio climático y asegurar la seguridad civil ante desastres naturales.

Por su parte, el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, hizo especial hincapié en que estos tres ejemplos demuestran un buen uso de la infraestructura. En cuanto a la dependencia tecnológica, indicó que están “haciendo un inventario para tratar de reducirla”, porque de ello depende “la estrategia de seguridad que hemos puesto en marcha con una dimensión espacial muy importante”. Aprovechó su intervención para lamentar la pérdida de autonomía en cuanto al acceso al espacio. “Consideramos que tenemos que hacer las cosas de otra forma en materia de lanzadores. Debe haber una programación y una participación institucional más fuerte”, apostilló Breton.

El comisario europeo justificó –ante preguntas de los periodistas– que recurrirán a la empresa SpaceX, propiedad del multimillonario Elon Musk, debido a los problemas sufridos en el cohete Ariane 6 de la Agencia Espacial Europeo. “Ariane 6 es un cohete excelente pero se han encontrado sucesivos retrasos y me he visto obligado a tomar decisiones. Tenemos cuatro satélites que se iban a lanzar el año que viene pero parece probable que Ariane 6 siga sin estar disponible. No estoy contento con lo ocurrido, había lanzamientos que debían llevarse a cabo y no se ha respetado el calendario”, recalcó. En esta misma línea, puso especial énfasis en que se están concluyendo las conversaciones con Estados Unidos para realizar los lanzamientos, pero es necesario que se garantice “el acceso seguro”.

Declaración conjunta

“Hemos impulsado una declaración conjunta muy ambiciosa que avanza en los aspectos que hemos debatido en los ámbitos de la sostenibilidad, el acceso al espacio y la colaboración público-privada”, manifestó la ministra de Ciencia e Innovación en funciones. En cuanto a la colaboración público-privada “señalamos la necesidad de aumentar la comercialización del sistema espacial europeo”, indicó Morant.

El tercer eje de esta declaración conjunta es el acceso al espacio: “Es necesario proponer y acordar una solución basada en los servicios de lanzamiento tradiciones y nuevos, que sea rentable y fiable”, manifestó la representante de la cartera de Ciencia e Innovación.