Turismo religioso, un filón por explotar

Sevilla cuenta con numerosos alicientes para atraer a las personas que realizan viajes basados en la fe. Contribuiría a mejorar la estancia media y el flujo de turistas.

Turismo religioso, un filón por explotar
Turismo religioso, un filón por explotar
Juan Parejo / Sevilla

01 de septiembre 2014 - 05:03

Todo un mundo por explotar. El turismo religioso, el que tiene una motivación basada en la fe, es uno de los más importantes del mundo. Al año son alrededor de 300 millones de viajeros los que se desplazan a alguno de los lugares santos que hay en el mundo, según las estimaciones de la Organización Mundial del Turismo. El impacto económico que genera ronda los 13.000 millones de euros. Sevilla es una ciudad que tiene un enorme potencial para atraer a este tipo de turistas, y así lo reconocen los profesionales del sector o el propio delegado de Turismo del Ayuntamiento, Gregorio Serrano. Aquí reciben culto imágenes cuya devoción traspasa las fronteras de la ciudad, la región y el propio país; Sevilla es, tras Roma, una de las ciudades que más iglesias y con más valor tiene, más de 120, y su Catedral es la segunda del catolicismo, sólo superada por la Basílica de San Pedro. Sevilla es también la ciudad de España con más conventos: 19; su Semana Santa es la más importante del mundo, tanto por sus valores espirituales y devocionales, culturales y artísticos. Todo ello necesita de proyectos coordinados y de la necesaria promoción para atraer a los turistas.

El gerente de la Asociación de Hoteles de Sevilla, Santiago Padilla, es un experto en turismo religioso e incide en la necesidad que tiene Sevilla de explotar este segmento para atraer a estos turistas y seguir creciendo: "Hay que poner en valor todos esos grandes recursos que tenemos más allá de la ciudad. Aquí hay algunas imágenes, como la Macarena y el Gran Poder, que son devociones universales. Otra referencia de gran valor es Santa Ángela de la Cruz, una sevillana que está en los altares y que es venerada en muchos lugares. Sevilla fue pionera en la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción. Hay pocos lugares en el mundo con una colección de pintura religiosa como la que hay aquí, por ejemplo en el Museo de Bellas Artes. También se puede hablar de la imaginería, los conventos... Para las personas que tengan una motivación religiosa pueden ser razones más que suficientes para venir a Sevilla, pero hay que posicionar a la ciudad en este segmento".

Entre el 1 de junio de 2013 y el 31 de mayo de 2014 se ha celebrado el Año Jubilar de la Macarena con motivo del cincuenta aniversario de la coronación canónica. Durante esos meses, la basílica se ha convertido en centro mundial de peregrinación. Decenas de miles de personas han acudido hasta las plantas de la Virgen de la Esperanza para ganar la indulgencia plenaria y las procesiones del 24 y el 31 de mayo congregaron a centenares de miles de personas. El hermano mayor, Manuel García, fue muy gráfico a la hora de explicar lo que significó este acontecimiento para la ciudad: "Un día de los que la Virgen estaba en la Catedral un taxista me dijo que teníamos que sacar a la Virgen todas las semanas porque estaban trabajando más que nunca". Las ventas de los bares, los comercios y los transportes aumentaron gracias a este acontecimiento religioso que es un claro ejemplo del enorme potencial de la capital de Andalucía. "Si hay un lugar en el que todo esto se pueda explotar es Sevilla", dice Padilla.

En el entorno más próximo también existen otras referencias que pueden servir de complemento. En Utrera, la Virgen de Consolación, gran romería que fue del barroco andaluz; el Rocío, a menos de una hora, que ha abierto hace poco un espacio museístico inspirado en el de la Macarena; o el Monasterio de La Rábida en Huelva, un espacio de gran valor histórico y religioso: "Además de la potencia como destino religioso, Sevilla tiene otros atractivos muy importantes que hacen que la experiencia de los turistas sea más rica".

Si desde las administraciones local y autonómica se apostara en firme por posicionar a Sevilla como destino religioso, se aumentarían los flujos de turistas y la estancia media, que es una de las asignaturas pendientes, estancada desde hace años en apenas dos días, se podría aumentar mejorando la rentabilidad del sector: "Todo depende de la proyección que se haga. Hay que diseñar y coordinar una serie de paquetes turísticos y ponerlos en contacto con los operadores más especializados".

Los beneficios que aportan los turistas con motivaciones religiosas son muchos e importantes, como incide Padilla: "No se trata de un turismo estacional. Pueden venir en cualquier época del año. Eso es un valor muy importante para un destino como Sevilla que tiene muy marcadas las estaciones". Además, es un turismo menos expuesto a los influjos de la economía. El turismo religioso basado en la fe atrae a todo tipo de público.

Hace unas semanas tuvo lugar en Sevilla un foro sobre turismo religioso organizado por la Asociación Sevillana de Empresas Turísticas (Aset). Su presidente, Antonio Távora, puso un ejemplo de la relevancia de este turismo: "Lourdes, con una población de poco más de 15.000 habitantes, tiene tres veces más capacidad hotelera que Sevilla, una estancia media de cuatro días y multiplica por tres o por cuatro el número de turistas que recibe Sevilla". En este mismo encuentro de los profesionales del sector, Gregorio Serrano destacó los atractivos religiosos existentes en Sevilla: "La Semana Santa es una fiesta universal y durante todo el año hay procesiones de gloria. El Corpus es uno de los tres más importantes de España. La Patrona realiza una extraordinaria procesión. Todo eso es un compendio para el turismo religioso". Serrano ahondó en la huella de las tres grandes religiones monoteístas en la ciudad y resaltó que el tercer monumento más visitado es la basílica de la Macarena: "Es muy significativo. Allí no van los turistas por la arquitectura. Lo que hay dentro de la basílica es prácticamente el alma de la ciudad".

En ese mismo foro, Antonio Távora Alcalde, uno de los grandes expertos de la ciudad, fue también muy claro: "La religión y la fe tienen un gran impacto en la industria turística. Es una de las formas turísticas más antiguas. El turismo basado en la fe le está ganando terreno al viaje de placer". Távora alertó a los profesionales que tenían que ser conscientes de este potencial y estar preparados para poder atender a estos potenciales viajeros.

El religioso está considerado como una subcategoría dentro del turismo cultural. Sus motivaciones son parecidas y las fronteras difusas, aunque Távora dejó claro una cosa: "La persona que viene a Sevilla a ver la Catedral no está haciendo turismo religioso. La visita porque es uno de los atractivos de la ciudad". En este sentido, Padilla añade: "Los guías de la Catedral no sólo deberían ser expertos en historia del arte. Tendrían que tener una formación religiosa para explicar al visitante el monumento desde la visión de la fe".

Gregorio Serrano expuso, igualmente, que no disponen de datos significativos sobre el número de turistas que visitan Sevilla con una motivación religiosa. Sí indicó que, naturalmente, era más amplio el segmento católico que el judío o el musulmán.

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