Turismo de estadios: cómo crecer más allá de lo deportivo
El marketing en el Sevilla FC y el Betis
La mayor industria de la capital le da la mano al fútbol para crear negocio
El Sevilla exporta su historia y su triunfo con un moderno museo
El Betis centra su estrategia en rentabilizar un activo, su estadio
El fútbol es un reclamo turístico. Hasta el punto que algunos ya califican los estadios como las nuevas catedrales del siglo XXI. Hay un turismo que mueve a forofos, pero también a aficionados o a simples curiosos que quieren vivir experiencias únicas en la ciudad que visitan y, además, están dispuestos a pagar por ellas.
Y Sevilla parte de una posición bastante buena: dos clubes con historia, seguidores y marcas que destacan en una liga profesional que recibe espectadores de 19 países extranjeros cada fin de semana y que es vista por más de 2.500 millones de espectadores en el mundo; y una ciudad que es hoy destino de moda y sigue creciendo en proyección contra todo pronóstico. Los ingredientes están.
Para triunfar, a los clubes les basta con encontrar la fórmula que transforme en ingresos los sentimientos, la pasión que desata este deporte. Si acudir al Ramón Sánchez- Pizjuán y el Benito Villamarín se convierte en citas ineludibles en los planes de viaje de quienes nos visitan habrán conseguido su cometido. El Bernabéu recibe al año alrededor de 1,2 millones de visitas, siendo ya la cuarta atracción de la capital; el Camp Nou bate récords de más de 1,8 millones.
El Sevilla y el Betis se suman ahora a un reto que en la ciudad ya ha conseguido la Maestranza: el de la plaza de toros es hoy el museo privado que más visitas recibe de Andalucía, con 200.000 en el último año.
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