Trío de honoris causa
Reconocimiento Premios a la excelencia académica e intelectual
La Hispalense le concede su máximo galardón a tres primeros espadas de la cultura: el historiador John Elliot, el arquitecto Álvaro Siza y el músico Daniel Barenboim
Hay doctorados honoris causa que, cuando se anuncian, el periodista necesita acudir a wikipedia ante su completo desconocimiento sobre la vida y trayectoria del supuesto sabio. No es el caso de los tres que anunció ayer la Universidad de Sevilla, primeros espadas de la cultura en su acepción más auténtica y rigurosa. El Consejo de Gobierno de la Hispalense dio ayer luz verde al nombramiento como doctores honoris causa del historiador británico John Elliot, el arquitecto portugués Álvaro Siza y el músico de origen argentino Daniel Barenboim, propuestos por la Facultad de Geografía e Historia, la Escuela de Arquitectura y el Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, respectivamente.
Del historiador John Elliot (Premio Príncipe de Asturias en 1996), leyenda viva del hispanismo, todavía se recuerda el día de 2008 que abarrotó el Paraninfo de la Hispalense en su conferencia inaugural del Máster de Estudios Americanos con una conferencia sobre las similitudes y diferencias de la decadencia y desaparición de los imperios americanos de España y la Gran Bretaña. Para la memoria queda la estampa de los estudiantes sentados en el suelo no para celebrar una macrobotellona, sino para escuchar al hombre que escribió libros fundamentales para comprender la Historia de España tal como la concebimos hoy: su monumental biografía sobre el Conde Duque de Olivares, La España Imperial, La revuelta de los Catalanes, o Los Imperios del Mundo Atlántico: Gran Bretaña y España en América.
El portugués Álvaro Siza (Premio Pritzker en 1992), uno de los grandes arquitectos europeos contemporáneos, no tiene, paradójicamente, ninguna obra en Sevilla, aunque algún que otro proyecto presentó en su día para la Expo 92 y la Casa Guardiola. Su arquitectura parte del rigor (tan reñido con la espectacularidad que tanto se lleva hoy en esta disciplina) y la modernidad para crear espacios habitables para el ser humano. Siza tiene algunos edificios emblemáticos sin los que no se puede comprender la arquitectura de hoy, como la Casa de Chá o la Fundación Serralves (ambos en las cercanías de Oporto). Muy conocido (y polémico en su día) es también su proyecto de remodelación del eje Recoletos-Prado, en Madrid.
Sin embargo, el más conocido en la ciudad de este trío de doctores es el músico Daniel Barenboim, uno de los personajes de la cultura más mimado por la Junta de Andalucía en los últimos años, que mantiene una Fundación con su nombre (junto al de Said) y sede en Sevilla dedicada a promover el diálogo cultural a través de la música. Aunque sus inicios fueron como pianista, disciplina en la que cosechó numerosos éxitos, actualmente destaca más como director de orquesta. En el año 2001 generó polémica al dirigir una obra del alemán Richard Wagner en Israel, una actitud coherente en este judío que cree que la música puede derribar muchas murallas.
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