Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Patrimonio
La Gerencia de Urbanismo desarrolló hace dos años una nueva aplicación informática que reúne información concreta y detallada de hasta treinta edificios municipales, de gran valor patrimonial, la inmensa mayoría de los cuales se encuentran en desuso. Uno de ellos es la Nave Singer. El objetivo de esta aplicación es que se convierta en una herramienta de trabajo a la hora de buscar financiación o proyectos. El programa permite conocer la realidad de esos inmuebles, así como los previsibles usos que podrían albergar. Y a fecha de hoy ya hay obras y planes para la mayoría de ellos.
De los treinta edificios singulares, 16 ostentan la condición de Bienes de Interés Cultural, 17 cuentan con algún nivel de protección y 7 no están protegidos. Se trata de espacios pertenecientes a estilos arquitectónicos muy diversos, que van desde la arquitectura religiosa hasta la industrial. Además del diagnóstico y la información técnica del inmueble no sólo se recogen propuestas de uso (desde sociales, culturales, deportivo, de equipamientos, para actividades relacionadas con la innovación y el empleo y terciarios), también el coste estimado de las obras necesarias para reabrir estos espacios. En total, el coste estimado asciende a 111 millones de euros, por lo que se hace necesaria la colaboración público-privada.
En el catálogo se incluyen ejemplos de arquitectura religiosa como las iglesias de San Hermenegildo, que ya cuenta con proceso iniciado para darla en concesión como espacio cultural, o la de San Laureano, donde ya se han iniciado las obras, pero no se ha definido aún el uso concreto. O los conventos de San Agustín, donde se prevé un hotel, y Santa Clara, donde aún quedan algunas fases donde intervenir, o el Monasterio de San Jerónimo, donde se actuó ya para abrir un centro cívico.
Como ejemplos de arquitectura agrícola o ganadera están las haciendas El Rosario, donde se propone un centro hípico municial, y la de Miraflores, donde se invierte en un Centro de Educación Medio Ambiental.
En el catálogo hay grandes proyectos como el de Altadis o la Fábrica de Artillería. Pero también otros casos de edificios industriales como la Fábrica de Vidrio, donde han empezado ya las obras para reurbanizar el terreno y rehabilitar algunos elementos patrimoniales; el Palomar Cruzcampo o las Naves Santa Bárbara, donde se estudió un centro de ocio alternativo para jóvenes, y Singer.
Hay incluso ejemplos de arquitectura ferroviaria, como la antigua Estación de Cádiz, ya en funcionamiento; las naves de calle Campamento, donde se habló de un curioso proyecto de interés social, una Escuela de la Felicidad; las naves de Renfe en San Jerónimo, donde ya se inició un proyecto con fondos europeos para un centro de innovación; o la Torre La Única, la caseta de la calle Torneo que se rehabilitará para que siga siendo sede de Radiópolis, emisora que desarrollará en ella un plan más ambicioso.
También están en este catálogo las Murallas de la Macarena, que ya tiene financiación para acometer su rehabilitación y apertura de un centro de interpretación que permita abrir al visitante este paseo.
Como exponentes de la arquitectura civil-social o expositiva que requieren de inversiones figura el Mercado Puerta de La Carne; el Colegio de San Bernardo (Centro Paterri), donde se proyecta la Casa de la Mujer; la antigua comisaría de Policía de la Gavidia; el Pabellón de Ingreso de la Ranilla; el Centro de la Bicicleta en los Jardines de Murillo, ya en funcionamiento. Además del entorno Casino de la Exposición, el Pabellón Real y Plaza de España.
Muchos de estos edificios ya cuentan con planes o ha sido ejecutados. Como edificios de arquitectura palaciega está el Palacio del Pumarejo y de arquitectura doméstica, las Casas Fabiola, Luis Cernuda y Mallén.
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